Quizás sabes que no soy visitante frecuente de las redes sociales, que tristemente se convirtieron en el fiel espejo de las miserias del ser humano. Sin embargo, soy un convencido de que, si las sabes utilizar, si sabes sacar provecho de ellas, encuentras contenido de valor. Como este, que quiero compartir contigo para invitarte a reflexionar.

Lo tomé porque, honestamente, me encantó. Me encantó el mensaje, que no solo se aplica al marketing o a los negocios, sino que también es útil para cualquier otra actividad en la vida. Me encantó que es claro y preciso, y directo: va al grano, sin rodeos. Me encantó, sobre todo, que no se queda en el discurso, sino que va un paso “más allá”.

Se trata de una imagen publicada en su perfil de Twitter por la agencia mexicana Integra Personal Branding, que según sus propias palabras “Impulsa la gestión de marca personal en Latinoamérica”. Este, lo sabes si sigues con atención las publicaciones que hago a través de distintos canales digitales, es un tema que me apasiona. Soy un convencido de sus beneficios.

Que son múltiples, por cierto. De hecho, en algunos de los eventos presenciales y virtuales que realicé en el pasado invité a expertos en marca personal, a sabiendas de que es una de las asignaturas pendientes para la mayoría de emprendedores. Muchos, porque no entienden el valor de una marca personal poderosa; otros, porque la menosprecian.

La marca personal, por si no lo sabes y en palabras sencillas, es el mensaje que tú encarnas y que tú le transmites al mercado. No solo lo que haces, a qué te dedicas o qué ofreces, sino por qué debe elegirte a ti y no a tu competencia, por qué tu propuesta de valor es la respuesta adecuada a sus inquietudes y, también, la solución definitiva a su dolor.

En el mercado hay muchas buenas opciones para elegir, sea lo que sea que busques o necesites. Hay empresas serias, con productos muy buenos, al igual que profesionales idóneos capacitados para ayudarte. No solo puedes elegir entre los mejores, sino que tienes la posibilidad de escoger al que más te guste, al que más conecte contigo.

En mi caso, conozco a muchos otros mentores de marketing que son muy buenos, de verdad muy buenos. Con gran preparación y experiencia y, además, genuina vocación de servicio. No son vendehúmos ni objetos brillantes que se apagan en poco tiempo. Hay personas que los eligen a ellos, y no a mí, y está bien: esa es la dinámica del mercado.

Que entienda y acepte eso, sin embargo, no quiere decir que les voy a dejar el camino libre o que voy a dar un paso al costado. No solo estoy dispuesto, sino también listo para competir. El propósito de mi vida es ayudar a más personas, a tantas como tenga el privilegio de atraer y, por supuesto, necesito mejorar los resultados de mi negocio.

Y de eso, justamente, se trata la publicación que dio motivo a este post: “¿Quieres mejorar tus resultados? Ve más allá”. Si ya eres uno de mis clientes, estoy seguro de que sabes con certeza, de que has experimentado, que siempre doy más de lo que prometo. Mi premisa es “Si prometes 1, da 10; si prometes 10, da 100; si prometes 100, da 1.000”.

Por las enseñanzas de mis padres, primero, y de mis mentores, después, aprendí que todo aquello que la vida me concede generosamente, conocimiento o experiencias, solo tiene sentido si lo comparto con otros. Guardadas en el baúl de los recuerdos de mi corazón, esas vivencias y esos aprendizajes no sirven, se van devaluando poco a poco, día a día.

“Ir más allá”, sin embargo, no puede quedarse en un deseo, en una intención. De lo contrario, la idea de “mejorar tus resultados” serán bonitas palabras de esas que se las lleva el viento. Tiene que pasar a la acción, “ir más allá”, o conformarte con los mismos resultados. Veamos qué nos sugiere la publicación de Integra Personal Branding:


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Si prometes 1, da 10; si prometes 10, da 100; si prometes 100, da 1.000.


“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, es una frase que se atribuye a Albert Einstein. Sin embargo, en el mundo actual, en cualquier actividad a la que te dediques, hacer algo distinto no siempre es suficiente. La clave, “ir más allá, dar más”.


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1.- No solo te relaciones, CREA ALIANZAS.
Una de las claves del éxito en la vida, en cualquier actividad, es tu capacidad para entablar relaciones positivas que deriven en un intercambio de beneficios (gana-gana). Pero, para “ir más allá” requieres las alianzas, que significan un cambio de chip, tener una mentalidad abierta para ceder y compartir. Crea alianzas con quienes te ayuden a suplir tus carencias.

2.- No solo aprendas, EXPERIMENTA.
He conocida a tantas personas talentosas que, tristemente, se quedaron en la etapa del ‘eterno aprendizaje’. Tomaron todos los cursos posibles, asistieron a todos los eventos y se leyeron todos los libros recomendados. A la hora de la verdad, sin embargo, no pasaron de ahí, no fueron “más allá” y, por eso, poco a poco se diluyeron entre las frustraciones.

3.- No solo pienses, REFLEXIONA.
El problema es que a veces, muchas veces, pensamos demasiado. Y tanto pensar te impide avanzar, inclusive, comenzar (dar el primer paso). Sucede, en especial, cuando tienes unas muy altas expectativas o eres obsesivo por la perfección (que no existe). Reflexionar te ayuda a entender y aceptar que no lo puedes controlar todo y te invita a tomar acción.

4.- No solo digas, DEMUESTRA.
Esto sí que es importante, en especial en un mercado cada vez más permeable a los vendehúmo, a los encantadores de serpientes. La ‘expertitis’ se contagió como una epidemia y hoy es difícil saber quién es quién. Para obviar la desconfianza del mercado, demuestra. Para demostrar, eso sí, tienes que hacer, entrar en acción e “ir más allá”.

5.- No solo critiques, AYUDA.
“Criticar es fácil porque para eso no se necesita ser inteligente”, solía decir un amigo de la juventud. Cuánta verdad en esas palabras. Para ayudar, en cambio, no solo requieres el conocimiento adecuado y experiencia, sino también una genuina vocación de servicio y el desinteresado propósito de transmitir tu mensaje a otros para que cristalicen sus sueños.

6.- No solo hables, ACTÚA.
Internet, y en especial las redes sociales, se convirtieron en el espejo de las miserias de la humanidad, en su peor cara. Y les dio vocería a todos para hablar de todo. En marketing, lo que vale es actuar: los buenos resultados valen más que mil palabras. Actúa, ve “más allá”, ayuda más y mejor a tus clientes y sus testimonios hablarán por sí mismos y por ti.

7.- No solo pidas, OFRECE.
Quizás has sido víctima de algún emprendedor o empresa que te prometen “el cielo y la Tierra”, te vende algo y luego se olvidan de ti. Claro, hasta que quieren venderte algo más. Ahí, entonces, te bombardean con anuncios publicitarios, llenan de mensajes tu bandeja de entrada. Recuerda mi premisa: “Si prometes 1, da 10; si prometes 10, da 100…”.

8.- No solo veas, SIENTE.
Qué importante es la sensibilidad, un valor poco apreciado en el marketing. Cuánta empatía nos hace falta para comprender la necesidad del mercado, de nuestros clientes. Y, en especial, para no abusar de su dolor, no aprovecharnos de él. No olvides que, sea lo que sea que vendas, en últimas se trata de una relación entre seres humanos.

9.- No solo sueñes, HAZ.
Soñar no cuesta nada y, además, es parte de la esencia del ser humano. Sin embargo, también puede ser, si así lo decides, el punto de partida de tus frustraciones, de tus males. Recuerda que tu tiempo en este mundo es limitado y que el tiempo es el único recurso que jamás puedes recuperar. Haz, y si te equivocas o fallas, hazlo de nuevo y mejor.

10.- No solo existas, VIVE.
Preocúpate porque tu paso por este planeta no sea en vano, que tu legado sea una semilla que germine en la vida de otros a través de tu impacto positivo. Vive también significa no permitir que te corten las alas, hacer lo que te gusta, pensar fuera de la caja, asumir riesgos y pagar las consecuencias. La vida es una aventura, así que… ¡disfrútala!

11.- No solo leas, APLICA.
Esta, sin duda, es la moraleja, el mensaje que quiero que quede grabado en tu mente. Con lo que tienes hoy, con lo que la vida te ha dado, tienes suficiente para comenzar. ¿Qué? Lo que se te ocurra, lo que se antoje. El resto, todo aquello que haga falta, lo puedes obtener en el camino: conocimiento, experiencia, dinero, herramientas, aliados. Primero, ¡aplica!

¿Ahora comprendes por qué me encantó esta publicación? Encierra una variedad de mensajes muy poderosos, si los atiendes, si los aprovechas y, sobre todo, si los aplicas. ¿Quieres mejorar tus resultados? Ve más allá, da más que otros. Recuerda que lo que la vida te da está determinado por aquello que tú le das: “Ve más allá, da un poco más…”.