El problema para demasiados dueños de negocios es que caen en alguna de las siguientes trampas.

Trampa # 1: Ser una Víctima de la Publicidad

El hecho es que es muy fácil convertirse en víctima de la publicidad.

Verá, algún representante o agencia de publicidad se reunirá con usted y le dirá que necesita hacer publicidad porque «necesita hacer publicidad». Y le querrán vender publicidad institucional en lugar de publicidad de respuesta directa.

La diferencia es obvia. De hecho, el nombre mismo lo indica.

La publicidad institucional es la publicidad de Coca-Cola, Dell o el dirigible de Goodyear. Con este tipo de publicidad usted no puede medir los resultados.

Le dicen que, cuando alguien está listo para su producto particular, es cuando pensarán en usted y lo llamarán.

Si usted cae víctima de esto, quebrará.

Las únicas empresas que pueden pagar este tipo de publicidad son las Coca-Colas, las Dell o los Goodyear del mundo.

Lo que usted quiere hacer –y solo hacer– es publicidad emocional de respuesta directa. Es el tipo de publicidad donde cada dólar que usted gasta es mensurable y responsable.

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Trampa # 2: Pensar que Usted es el Cliente

No puedo enumerar la cantidad de veces que dueños de negocios me han dicho que sus clientes son demasiado sofisticados para este tipo de marketing o este tipo de publicidad.

Esta manera de pensar sin hacer la prueba, puede ser peligrosa.

Solo porque usted podría no responder a algo, no significa que sus clientes no lo harán; usted necesita estar abierto a probar nuevas ideas.

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