Una de las realidades que no te dicen cuando te venden la idea de crear un negocio en internet es que tendrás que enfrentarte a una competencia descomunal. Y no solo eso: también, según el sector en el que te desempeñes, de muy alta calidad. Te pintan un escenario perfecto (que por supuesto no existe) y te ilusionan con fórmulas ganadoras, libretos ideales o, peor aún, con magia.

Y en el marketing, amigo mío, ninguno de esos ingredientes sirve. No hay fórmulas ganadoras: hay estrategias que, si sabes cómo adaptarlas a tu negocio y en función de tus clientes, te permitirán alcanzar los objetivos. No hay libretos ideales, porque lo que te sirve a ti y te da resultados, quizás a mí no porque tus clientes no son mis clientes, porque tu negocio no es mi negocio.

Y, finalmente, no hay magia. El marketing, quizás no lo sepas, es lo más terrenal que existe. ¿A qué me refiero con esto? A que no hay nada sobrenatural, nada que esté relacionado con conjuros o con habilidades que te permitan aparecer o desaparecer objetos o convertir un billete de 100 dólares en un millón de dólares. El marketing se trata de lo que estés en capacidad de producir.

En los últimos meses, por esa situación atípica provocada por la crisis del coronavirus, el tema de la digitalización, del comercio electrónico, del trabajo remoto y del estilo de vida de internet se puso de moda. Y cuando nos confinaron en casa para protegernos de este temible enemigo invisible comenzó también un bombardeo mediático que ha generado mucha confusión.

“¡Reinvéntate!”, “Cambia tu vida”, “Deja tu trabajo y empieza un negocio en internet”, “Despide a tu jefe y sé tu propio jefe” y otras tantas especies más. Son carnadas que muchos muerden y, cuando se dan cuenta de la realidad, lo lamentan. Y a veces, también, lo pagan caro porque es posible que hayan perdido no solo un tiempo precioso, sino también sus recursos y su autoestima.

Me duele porque en las últimas semanas he escuchado a conocidos, a amigos de amigos, maldecir porque, según ellos, “internet es una mentira”. Me duele por partida doble: porque los hayan engañado, por un lado, y porque no hayan podido aprovechar los increíbles beneficios que internet nos proporciona a través de sus poderosas herramientas y recursos. Es lamentable.

Más preocupante aún, en los últimos días he visto en internet las publicaciones de algunas personas que preguntan “¿Qué buen negocio hay en internet?”, como si se tratara de adivinar el número ganador de la lotería. La verdad es que en internet hay mil y un buenos negocios para hacer, solo que quizás ninguno de ellos es para ti. Eso, por supuesto, no nunca te lo cuentan.

El peor error que una persona puede cometer es dejar el trabajo formal que no lo hace feliz por uno que es un albur. Es, y perdóname el ejemplo tan crudo, cuando el médico te pregunta si prefieres morir de cáncer o de un paro cardíaco. Una equivocación no se soluciona con otra que, por lo general, es mayor. O, dicho de otra manera, no se trata de escoger el menor de los males.

El mercado, por si no lo sabías, está inundado de excelentes profesionales. Muchos de ellos llegaron como respuesta a una crisis personal o profesional, a quedarse sin empleo, a una situación que los superó. Otros muchos, mientras, ingresaron al maravilloso universo de internet motivado por el deseo de transmitir su conocimiento y experiencia para ayudar a otros.

Yo, te lo confieso, soy un híbrido, es decir, un poco de las dos opciones que acabo de mencionar. La diferencia es que yo di este paso hace más de veinte años, a finales del siglo pasado, cuando el mercado era muy distinto al actual. De hecho, no había expertos, no había tanto conocimiento, casi no había oportunidades porque eran muy pocos los que creían en internet.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Esta es la idea de trabajar en internet que te venden, pero está alejada de la realidad. ¡Cuidado!


En los negocios, no hay fórmulas ganadoras, ni libretos ideales, ni magia. Lo que puedas lograr dependerá de que entiendas que, para cosechar, primer debes sembrar. Tú tienes lo que otros necesitas, tú sabes lo que otros ignoran, tú tienes la solución que otros anhelan. ¡Esa es tu oportunidad!


Eso que llamo el ilimitado universo era como un espeso bosque virgen: no había caminos y detrás de cada árbol aparecía una fiera salvaje que te intimidaba. Como bien dice el tema de Joan Manuel Serrat inspirado en el poema de Antonio Machado, “se hizo camino al andar”. Todo era distinto y el único camino posible era probar y errar; errar otra vez y aprender, aprender y continuar.

Aunque parezca que hoy es más difícil triunfar en internet, no es cierto. ¡Nunca fue tan fácil! No, si haces lo necesario, lo conveniente, si no lo asumes como si estuvieras en un casino de Las Vegas apostando unos cuantos dólares. Nunca fue tan fácil por nunca hubo tanto conocimiento, tantas personas dispuestas a ayudar, tantas herramientas y tan poderosas, tantos clientes potenciales.

¿Cuál fue una de las consecuencias de la crisis provocadas por el coronavirus? Que la gente, toda, volteó su mirada a lo digital y muchas personas entendieron que no se trata de herramientas o de estar conectados todo el tiempo, sino de compartir conocimiento y, especialmente, de servir a los demás. Ese, amigo mío, es el gran negocio y no me canso de repetirlo: servir, servir a otros.

Si tu idea de internet es que puedes crear un negocio que en unas pocas semanas te convierta en millonario, encontrarás una competencia feroz. Millones de personas que mordieron el anzuelo y se tiraron al agua convencidos de que la fortuna les sonreirá. Y quizás alguno tenga suerte, pero los demás, la inmensa mayría, solo atesorará una gran frustración. Y lo perderá casi todo.

La pregunta correcta no “¿Cuál es el buen negocio en internet?”, sino “¿Qué tengo yo para ofrecerles a otros a través de internet con mi conocimiento y experiencia?”. Distinto, ¿cierto? Algo que casi nadie te dice es que en internet antes que pedir o recibir hay que dar. Es lo mismo que en la vida: si quieres cosechar, primero debes sembrar y, además, requieres respetar el proceso.

Por si no lo sabías, en el mundo hay más de 4.600 millones de usuarios de internet, más de la mitad de las personas que habitamos el planeta. ¿Crees que hay posibilidades de ganar dinero con un negocio en internet? Por supuesto que sí. Pero, de nuevo, primero tienes que dar, antes de cosechar requieres sembrar. Y, claro, necesitas aprovechar tu conocimiento, tus dones y talentos.

No se trata de buscar una buena oportunidad, sino de entender que tú eres la oportunidad. Sí, tú puedes ser la respuesta a las inquietudes de otras personas, la solución a los problemas de otros. Si a tu conocimiento en un área específica y experiencia le sumas el conocimiento del marketing y sus poderosas estrategias, y un poco más (no todo) acerca de las herramientas, puedes lograrlo.

Si piensas comenzar un negocio en internet, debes saber que enfrentarás una competencia descomunal, muy buena en algunos sectores. Eso, más que intimidarte debe motivarte: hay millones de personas que necesitan lo que tú tienes, que ignoran lo que tú sabes, que anhelan estar donde tú estás, que sueñan con conseguir lo que tú ya tienes. ¡Esa es tu gran oportunidad!

No necesitas reinventarte, ni cambiar radicalmente la vida que tenías hasta hace unos meses, hasta antes de que apareciera el coronavirus. Reformular el propósito de tu vida, reenfocar tus objetivos, rediseñar el plan, restructurar las estrategias y replantear las acciones y decisiones. Y luego, una vez hayas armado este rompecabezas, apalancarte en internet para conseguir lo que deseas.


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