¿Te ha pasado que una mañana te despiertas y tan pronto intentas moverte sientes como si un tren te hubiera pasado por encima? ¿Te sientes cansado, exhausto, y desearías poder seguir en la cama descansando el resto del día? Bueno, así exactamente me sentí el día después de terminar la cuarta versión del Congreso SomosEmprendedoresDigitales.com, la segunda en modo virtual.

Porque no solo fueron tres días de intensa y enriquecedora actividad (la promesa se cumplió a cabalidad y un poco más), sino que pesan también las horas acumuladas. Sí, tantos días de planear, de preparar, de organizar, de probar la parte técnica, de coordinar la participación de los speakers y, claro, de promocionar y vender el evento. Al final, el resultado no puedo ser mejor.

Vivimos con la idea de que las oportunidades, las buenas oportunidades, van a llegar a tocar la puerta de nuestra vida. Es una creencia que nos grabaron en la cabeza cuando éramos niños, pero no es cierta: si eso es lo que estás esperando, mejor siéntate, porque de pie te vas a cansar y, para colmo, nada va a suceder. Las oportunidades las buscas, las encuentras, las creas y las aprovechas tú.

Esta fue, sin duda, una de las lecciones más poderosas que nos quedaron de SED: la vida que tienes, lo que tú eres, es producto de tus acciones y de tus decisiones. Que, por supuesto, implican errores y aciertos, fracasos y logros, tristezas y alegrías. Y, también, otras oportunidades. Porque un evento como este no es el final del camino, sino justamente lo contrario: es solo el comienzo.

Me uní a Clubhouse, la plataforma social de audio que en poco tiempo ha provocado una revolución (si no sabes qué es, te recomiendo esta nota de mi blog), a finales de 2020 y de inmediato quedé enganchado. No solo por el formato y la interacción y el contenido de las salas, sino porque tuve la oportunidad de reencontrarme con grandes amigos de viejas épocas.

Pasaron solo unos minutos (sabes que soy muy inquieto) antes de que se me ocurriera una idea: anticipar la versión de SED y aprovechar a estos emprendedores que podían ofrecernos valiosas lecciones a partir de su conocimiento y experiencia. Por fortuna, generosamente todos aceptaron mi invitación y así, entonces, el evento comenzó a cobrar vida. Sin embargo, eso no fue todo.

También tuve la oportunidad de conocer a valiosos emprendedores latinoamericanos cuyos nombres jamás había escuchado, pero que me impactaron por el poder de su mensaje. Ellos también aceptaron ser parte de esta experiencia y, entonces, solo faltaba lo más importante: tú, la audiencia. Porque, claro, el único propósito de esto es que ayude a otros a mejorar su vida.

La verdad, con la mano en el corazón, no puedo estar más contento. Con mi amigo y socio Benlly Hidalgo y su equipo de trabajo del Club de Marketing Global en España y mi propio equipo estamos felices y muy orgullosos del resultado. Nos sentimos muy halagados por la respuesta y, en especial, por la calidad de la audiencia que les dio un toque especial a estos tres días geniales.

Poder conectar con las personas correctas es la clave del éxito en el marketing, como lo dijo mi amigo Carlos Eduardo González en su charla (El avatar: del amigo imaginario al cliente real), y eso fue, precisamente, lo que disfrutamos en SED. Fue un privilegio contar con una audiencia seria, muy activa y, en especial, que nos voló la cabeza con sus preguntas e interacciones inteligentes.

Cuando eres el organizador de un evento, virtual o presencial, de aforo limitado o masivo, lo primero que debes entender es que todo lo que hagas carecerá de sentido si el público, si las personas a las que diriges tu mensaje no son receptivas, no tienen mentalidad abierta, no están dispuestas a aprender, ni a compartir sus experiencias con otros. Si no es así, el fracaso está garantizado.

Otro aspecto muy importante es que se logró cruzar la línea (que se antoja como un alto y grueso muro) de la humanización de las estrategias de marketing. Seguramente sabes que soy apasionado de la tecnología, pero como persona y como sicólogo sé perfectamente que las herramientas por sí mismas no sirven para nada si no están en función de lo único importante: el ser humano.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Con mi amigo y socio Benlly Hidalgo y nuestros equipos de trabajo no podemos estar más felices por el resultado.


Estoy inmensamente feliz por el resultado de la cuarta edición del Congreso Somos Emprendedores Digitales, la segunda en modo virtual. Al cabo de tres intensos días, el listón quedó alto, muy alto. Ahora, sin embargo, viene lo más importante: la gestión del ‘día después de’…


De hecho, somos nosotros, los seres humanos, los que le damos valor y sentido a la tecnología. Pero, lo sabemos, hay una corriente que nos quiere hacer creer que en estos tiempos modernos la vida, el trabajo, los negocios y las relaciones deben supeditarse a la tecnología, y no es así. Llevo más de 23 años apalancándome en la tecnología y las herramientas, pero todo lo hago por las personas.

Se trata de un cambio de paradigma o de chip, si así lo prefieres. En el pasado, cuando eras el dueño de un negocio o de una empresa, tu único objetivo era vender. Vender, siempre vender. Todo lo que hacías, cómo lo hacías y el para qué lo hacías estaba en función de la venta de un producto o un servicio. Al final, lo único que se perseguía era cristalizar la transacción.

Hoy, mientras, vender es una consecuencia. ¿De qué? De tus acciones y decisiones (que incorporan tus estrategias) y, en especial, del impacto positivo que produzca en la vida de ese cliente el producto o servicio que ofreces. Producto, precio, características y calidad pasaron a un segundo plano (no es que no se contemplen), desplazados por lo fundamental: los beneficios.

Entonces, tu tarea como dueño de negocio, empresario o emprendedor consiste en comunicarle al mercado los beneficios que se desprendes de lo que haces, de lo que ofreces. La clave, por lo mismo, está en el mensaje que estés en capacidad de crear y que, no sobra decirlo, no tiene como premisa vender, sino derribar objeciones, identificar, empatizar y, sobre todo, inspirar.

Y eso fue, precisamente, lo que los 21 ponentes de SomosEmprendedoresDigitales.com hicieron durante los tres días: nos llenaron de inspiración, de motivación. Y, claro, nos relevaron secretos muy valiosos, compartieron consejos muy poderosos, hablaron de herramientas muy útiles. Sin embargo, y esto es imprescindible, en el marketing y en la vida la magia la tienes tú, la pones tú.

He participado en decenas de eventos y he organizado también una buena cantidad de ellos a los que han asistido miles de emprendedores. Algunos, ya consolidados y en plan de actualizar su conocimiento y aprender nuestras técnicas y estrategias, además de hacer networking. Otros, en la mitad del camino y requieren un plus que les permita avanzar hasta donde quieren llegar.

La mayoría, novatos o personas que apenas comienzan a cristalizar su sueño. No te imaginas cuántas como ellas he conocido en mi trayectoria y a cuántas, tristemente, he visto tirar la toalla. Y no por falta de conocimiento, o de talento, o de pasión. Simplemente, porque no resistieron, porque pasaron a engrosar la estadística de quienes se quedaron a mitad del camino.

¿Y sabes por qué? Porque no son capaces de gestionar el día después de. El problema es que muchas veces, la mayoría de las veces, el impulso se pierde pronto, al cabo de unos días nada más. Justo cuando la euforia termina y aparecen las dificultades y hay que dar el paso de la teoría a la práctica. Y es, entonces, cuando afloran los miedos, las frustraciones anteriores y las limitaciones.

La razón por la que esto sucede es porque creen que después de un evento en el que recibieron conocimiento de algo valor, consejos y herramientas útiles, es suficiente. Y, no, no lo es. Hay que seguir invirtiendo, dinero y tiempo, estudio y práctica, para que aquello que aprendiste te sirva para lograr los objetivos que te propones. Y, claro, también deberás lidiar con los obstáculos.

El día después de es el más importante de tu vida y, valga decir, no es un solo día: es aquel período que va hasta que tomes la decisión crucial: tiras la toalla, como muchos lo hacen, o perseveras, a pesar de las dificultades, y hasta llegar a donde quieres estar. Un camino en el que, te aseguro, vas a encontrar otras personas valiosas, maestros, mentores y guías que te inspiren y que soporten.

La vida que tienes es la que te mereces, créeme. Es la que pudiste construir con tu conocimiento, fruto de tus aciertos y errores. Y, por supuesto, de tus acciones y decisiones. El aprendizaje, como las relaciones, solo son herramientas a tu disposición para alcanzar la meta, pero para conseguirlo necesitas superar la prueba del día después de, que marca la línea invisible entre el éxito y el fracaso…

P. D.: si estuviste en alguna de las dos versiones virtuales de SomosEmprendedoresDigitales.com, la de septiembre o la de febrero, no te puedes perder la de abril. Si tu decisión fue pasar de largo, te invito a que esta vez lo pienses mejor, porque el tren de las oportunidades no se detiene


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Tuvimos 20 ponentes espectaculares y una audiencia maravillosa. El listón quedó muy alto.