Vuelvo a ver el espejo retrovisor de cuando vivía en Bogotá para traer a colación un recuerdo que, sin duda, nos enseña mucho a los emprendedores.
Porque si bien en las anteriores publicaciones de esta sección me referí a casos de éxito (Adidas y Domino’s Pizza), también es bueno recordar que los fracasos nos dejan muchas lecciones, aprendizajes que nos confirman que el mundo real es cruel, muy cruel.
La historia de Betatonio y Blockbuster encierra una reflexión que algún día todos los emprendedores debemos hacernos: ¿estamos preparados para enfrentar el derrumbe de nuestros sueños?
Porque, en honor a la verdad, estas dos empresas, una colombiana y la otra, estadounidense, fueron muy exitosas y llegaron a la cima antes de comenzar una caída libre que no pudieron detener y que finalmente las llevó a desaparecer del mercado.
Como les conté en una historia anterior, la década de los 80 marcó momentos muy difíciles para los colombianos, producto de la inseguridad provocada por el narcotráfico.
Literalmente, vivimos encerrados en casa durante años y, por eso, la irrupción de Betatonio fue como un milagro: en vez de arriesgar la vida en la calle, podíamos ver las mejores películas, los más recientes estrenos, sentados cómodamente en la sala.
El 28 de febrero de 1980, en un sector conocido como Teusaquillo, cerca del centro de Bogotá, se inauguró la primera tienda. Pronto, la gran noticia corrió y en poco tiempo se abrieron otros locales en distintos puntos de la ciudad, uno cerca de mi casa.
A precios módicos, podíamos alquilar películas y regresarlas uno o dos días más tarde. Recuerdo también que había premios por la fidelidad, por la devolución oportuna los casetes.
Era la época del Betamax, primero, y del VHS, después, dos electrodomésticos que se convirtieron en la pareja ideal de los televisores y que todos deseábamos tener.
Durante 15 años, Betatonio reinó en Colombia y los clientes gozamos ratos inolvidables. En mi billetera, junto con mi documento de identidad y unos cuantos billetes, no podía faltar la tarjeta que me acreditaba como cliente frecuente y me garantizaba descuentos.
Ni siquiera la irrupción de Blockbuster, el gigante estadounidense, le hizo mella al imperio nacional del alquiler de películas.
Por el contrario, según lo dijo en alguna entrevista Manuel Alzate, propietario de Betatonio, la llegada de la firma extranjera dinamizó el mercado y los clientes, que ya salían a las calles normalmente, volvieron a prender sus aparatos en casa y la oferta creció.
Más que competencia, Blockbuster resultó un aliado inesperado.
Blockbuster, de la mano de su cuantioso capital, abrió innumerables tiendas de gran tamaño (500 metros cuadrados) en las que, además de películas para alquilar, se encontraban revistas y también comidas.
Una estrategia diseñada para que la gente permaneciera más tiempo en el local, para que pudiera sentarse a tomar un café, para que la tarea de escoger una película fuera agradable y no un hábito de afán.
Lo mejor es que uno podía ir un día a Betatonio y otro, a Blockbuster. Irónicamente, estas dos empresas caminaban tomadas de la mano y los ganadores éramos los clientes, que no solo disfrutábamos de las más recientes producciones de Hollywood, sino también de otros servicios que apreciamos y agradecimos.
Sin embargo, al poco tiempo, un hecho inesperado cambió el rumbo de la industria, y también el de la historia.
En ese mismo año de 1995 en que Blockbuster aterrizó en Colombia, los medios de comunicación dieron cuenta de un invento que, aseguraban, transformaría los hábitos de los adeptos a la tecnología: el DVD (disco versátil digital).
Por aquella época, los negocios legalmente establecidos libraban una dura batalla contra la piratería; habían encontrado la forma de sobrevivir, pero el golpe propinado por este desarrollo los dejó grogui, al borde del nocaut.
Por la capacidad de almacenamiento, por la calidad de la imagen del sonido y por el bajo costo, el DVD hizo estragos en el mercado. La piratería creció exponencialmente y las respuestas ofrecidas por Betatonio y Blockbuster no fueron efectivas.
Bajaron los precios, intensificaron las promociones, diversificaron la oferta, recurrieron al Estado para que los protegiera, pero el arrollador avance de la nueva tecnología les pasó por encima.
A mediados de la década pasada, mientras una película pirata podía conseguirse en la calle a solo 700 pesos, el alquiler de una legal valía 4000.
Y, por supuesto, con esa ecuación, no hay empresa que resista. Inclusive, Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá entre 1998 y 2000, le propinó el golpe de gracia a Betatonio al restringir el parqueo en las aceras con los tristemente célebres bolardos (pilotes de cemento que cerraban el paso).
Y la muerte de Betatonio fue lenta, y dolorosa. También, silenciosa.
En noviembre de 2007, después de trabajar durante 27 años y contar con 35 tiendas en las que empleaban a 350 trabajadores directos, la empresa desapareció.
Por aquel entonces, la gente ya no necesitaba alquilar, porque además de lo que conseguía en las calles la moda era contratar un proveedor de servicios de televisión por cable. Jaque mate a los pioneros.
Blockbuster logró sobrevivir una década más, período en el cual la empresa cambió de manos (en 1994, la adquirió Viacom), pero finalmente cedió: en septiembre de 2010 se presentó en quiebra; si bien hay una docena de tiendas abiertas en Estados Unidos, el emporio, que alcanzó a tener 500 locales, se derrumbó.
Así, entonces, la historia que se había iniciado el 19 de 1985 en Dallas (Texas) se cerró con mucha pena y ya nada de gloria.
Negocios bien diseñados, bien implementados, bien ejecutados, durante décadas Betatonio y Blockbuster fueron los preferidos de millones de fanáticos de las películas.
Sin embargo, factores externos, de aquellos que tú como empresario no puedes controlar (como la competencia ilegal), los mandaron a la quiebra. Unos fracasos que enseñan que el mundo real de los negocios puede ser cruel, muy cruel. Y también, injusto.
¿Te gustó la historia?
Te invito a que descubras y aprendas de la historia de DOMINO’S PIZZA
He vivido en ese momento ya era un analista muy joven preferi leer libros de mi carrera y algunos comprarlos tal es asi que al termino de la carrera llegue a 220 y los he conservado hasta el cambio de siglo …lo que ha permitido que mi Cerebro sea veloz a las respuestas de los problemas…gracias por la reflexion-
Estos cambios siempre van a surgir, lo que hay que estar preparados y saltar de una oportunidad a otra, que tenga futuro y que vaya de acorde a los tiempos.
Efectvamene así es, de pronto están en lo alto y de pronto estás en el piso, por eso hay que planear estrategicamente el negocio que debes emprender y ver tu fuerza y tus oportunidades y por contra tus debilidades y amenazas
La historia de Blockbuster me hizo recordar mucho a una experiencia que es la industria de la música. En Aquellos Años yo trabajaba para la CBS DISCOS DEL PERÚ S.A. Una maravillosa empresa con un gran equipo de trabajo nacional e internacional. Que sucedió bueno la Tecnología Cambio de discos se pasó a Cassette luego Salió el Cd y la industria de equipos de música estaba más que lista. Entonces CBS RECORDS Tuvo la visión que eso al final acabaría en tecnologías superiores a lo imaginable y procedió a la Venta a SONY ENTERTAIMENT MUSIC. Pero el mercado quedó hecho pedazos con la piratería. Hasta ahora que ya no hay Casi CD es USB y sin más están en Youtube .
De Allí pase al Mundo de los Sistemas todo el ciclo se repite la Tecnología destruye las oportunidades de los emprendedores.
De Allí pase Casinos 17 Años la Tecnología los trajo a la ruina.
Conclusión.- la Tecnología desforma la configuración del ser humano. Un CRM y Coaching queda fuera de carrera en muchas empresas por la Tecnología.
El hombre de por si es un ente social y a través de estas se hacen negocios.
Esta abrupta adelantada tecnologías sin dar oportunidad que el hombre las supere en su momento origina su degradación y desempleo.
Por eso es que cada día hay desgraciadamente más corrupción.
Hola Eduardo. Tu trabajaste en CBS Discos del Perú S. A. ? Yo también y fuimos muy buenos amigos junto con el Sr. Marcos Copaira hasta que me retire de la empresa buscando nuevos horizontes (aproximadamente por 1985). Desde allí no se nada de ustedes.
Te envío mis datos:
Nombre: Arturo Rojas Moreno
Correo electrónico: arturo250360@gmail.com
gracias pòr el aporte
Excelentes relatos de las diferentes empresas que fracasaron en el tiempo por factores exógenos como el desarrollo de nuevas tecnologías que no pudieron advertir , y a la vez otras que sortearon obstáculos y sobrevivieron
Gracias amigo Alvaro , muchas gracias , historias de la vida real , que nos hacen tener presente , ése dicho que «la mejor experiencia es la experiencia ajena» .Es gratis y aleccionadora . Guardando siempre las distancias, nos permite siempre reflexionar .Un abrazo.
Antenor.
Saludos.
Buen aprendizaje de estos dos grandes negocios, excelente información, gracias por compartir.
Muy doloroso el tema sobre todo por la gente que quedo desempleada
Cual ubiese sido la estrategia que ubiesen optado estas dos empresas para no colapsar??
Realmente triste que grandes empresas se vayan a la quiebra por su ceguera necia.
Cual es la finalidad de tu comentario es interesante es por demás decirlo saludos cordiales
Hola Alvaro y amigos, viví con mucha felicidad la época de Blockbuster, para mi familia era todo un ritual ir alquilar (rentar) una película… o 3 o 4, además de comprar golosinas, revistas etc… en resumen para nosotros era una salida, placentera ir al «vídeo club» como también lo llamábamos en Argentina, que linda época.
Creo que la falla, como todos los emprendedores tenemos, es que siempre o casi siempre, solo nos preocupamos por los factores internos de nuestras compañías y nunca vemos los factores externos, nuevos competidores, productos sustitutos, temas legales que nos pueden afectar o beneficiar, hábitos de nuestros clientes, etc.
En fin, no se si se podría haber evitado estas causas/consecuencias ya que en la mayoría de nuestros países, el tema de la piratería esta muy arraigado lamentablemente.
Abrazos.-
Súper excelente historia,y con muchas enseñanzas para aplicar hoy en día, es el de estar al paso con el tiempo y nunca dejar de renovarse, algunos dicen que Blockbuster su fin se lo dio Netflix.
Gracias como siempre Alvaro Mendoza por compartir estas enseñanzas
Hola Alvaro muchas gracias por el libro. Ya descargue y estoy leyendo por cierto me ayudara un monton. Cuando vienes a peru?
Muy buen artículo.
La historia muy aleccionadora. Esto nos debe preparar para aceptar en el futuro CAMBIOS que la tecnología nos puede jugar. Tomarlo como tal: UN CAMBIO.
Muy interesante la historia ahora bien además de los factores externos que definitivamente no podemos controlar también se puede inferir que ambas empresas no le apostaron desde un comienzo a la nueva tecnología o sea cuando el Dvd salió al mercado ellos tardaron en reaccionar y el cambio fue demasiado rápido el resto es historia pero cabe la pregunta y como hacemos los emprendedores para estar preparados ?
LA VERDAD EL MERCADO ESTA CAMBIANDO Y UNO TIENE Q ADAPTARSE DICE UNA FRASE DE LOS NEGOCIOS RENOVARSE O MORIR Y LA FORMULA ES ADELANTARSE A LA COMPETENCIA OIR AL CLIENTE PARA PODER ENTENDER LO QUE NECESITA Y ASI SEGUIR EN LA JUGADA