El éxito, cualquiera que sea la idea que tengas de él, ya fue inventado. ¿Lo sabías? De lo que se trata es de identificarse con un ejemplo que te inspire, con un estilo, con una historia de vida, y modelarlo. Que no es hacer copy + paste, algo imposible dado la condición de único de cada ser humano, sino de descubrir las fortalezas, las claves, y adaptarlas a tu vida, a lo que haces.

En mi caso, el ejemplo que más me marcó fue el de mi madre la señora Julita. Una mujer de otra época, en el sentido que tenía una mentalidad poco habitual en su generación. Independiente, guerrera, emocional y emprendedora, de ella aprendí el valor del trabajo, pero persiguiendo sus sueños. Mi padre también me dejó grandes enseñanzas que han sido muy útiles en este camino.

Luego, mis mentores también dejaron huella en mí. No solo en lo relacionado con el marketing y los negocios, sino también con la vida: la pasión, el propósito, la vocación de servicio. Ha sido un largo camino en el que he armado un rompecabezas con piezas distintas. Algunas ajustaron muy bien y rápido, otras requirieron paciencia y trabajo. Hoy, soy la sumatoria de ese aprendizaje.

Y de eso se trata la vida, sin duda: tomar un poco de aquí, algo más de allá; un poco de tus padres, algo de tus profesores o mentores, y así sucesivamente, de todas y cada una de las personas de tu entorno, personal o laboral, que te inspiren, con las que te identifiques. Sin embargo, el proceso no termina ahí: gracias a la magia de internet, puedes modelar a personas que jamás vas a conocer.

Me refiero a líderes del mercado, de tu industria, de tu actividad, pero también de disciplinas diversas como la música, el deporte, la literatura, el arte o la política, entre otras. Por ejemplo, la convicción de Freddy Mercury, la mentalidad de Roger Federer, la creatividad y la disciplina de Gabriel García Márquez, el espíritu revolucionario de Pablo Picasso o el liderazgo de Barack Obama.

¿Entiendes? Lo importante es entender, y llevar a la práctica, que no existe un modelo único, un modelo perfecto o un libreto ideal que puedas aplicar paso a paso. Es una construcción propia, a partir de los dones y talentos que te regaló la naturaleza, del conocimiento que acumulas, de las experiencias que vives, del aprendizaje de tus errores, de tus fortalezas y tus debilidades.

Es como crear una escultura con un pedazo de barro. Cuando lo tomas en tus manos, no es nada, solo una masa sin forma. Luego, a medida que trabajas, aparece tu creación. La tarea que nos fue encomendada en esta vida es esa, precisamente, moldear nuestra obra, nuestra vida. Lo mejor, ¿sabes qué es lo mejor? Puedes modelar tantos ejemplos como desees, como sea necesario.

En la actualidad, uno de los modelos de éxito es Jeff Bezos. No porque sea uno de los hombres más ricos del planeta, sino porque construyó imperio disruptivo por un camino distinto al de muchos otros. No es perfecto, porque ningún ser humano lo es, pero su filosofía y sus acciones, a mi juicio, encierran sabiduría. ¿Un ejemplo? El discurso titulado Somos lo que elegimos. ¿Lo conoces?

Fue una charla que brindó a estudiantes de la Universidad de Princeton, una de las más famosas del mundo, en 2010. El mensaje central remarcó la importancia de las elecciones que se toman en el camino de la vida y que determinan eso que llamamos destino. Decisiones que, valga decirlo, no siempre son las más adecuadas, no son oportunas, pero siempre nos dejan algún aprendizaje.

“La inteligencia es un regalo, la bondad es una elección. Los regalos son fáciles, al fin y al cabo se dan. Las elecciones pueden ser difíciles. Puedes seducirte a ti mismo con tus regalos si no tienes cuidado y, si lo haces, probablemente será en detrimento de tus elecciones, afirmó. Y comentó las dudas que enfrentó, los dilemas que debió sortear, en una carrera llena de decisiones difíciles.

Por ejemplo, la creación de Amazon.com, por allá a finales de los años 90, que en sus comienzos se conoció como “la librería más grande del mundo”. Por si no lo sabías, o lo olvidaste, el hoy líder mundial del comercio electrónico solo vendía libros digitales, primero, y luego impresos. Fue una apuesta arriesgada en momentos en los que eran más los que dudaban de internet y su impacto.

“Realmente fue una elección difícil, pero al final, decidí que tenía que intentarlo. No pensé que me arrepentiría de haberlo intentado y de haber fracasado. Y sospechaba que siempre me perseguiría la decisión de no intentarlo”, explicó. He cometido muchos errores en mi vida, algunos de ellos groseros, pero al menos me quedó la satisfacción de haberlo intentado; ah, y haber aprendido.

“Después de pensarlo mucho, tomé el camino menos seguro para seguir mi pasión, y estoy orgulloso de esa elección”, agregó. Por supuesto que debe estarlo, porque una empresa por la que nadie daba un dólar en aquel momento se convirtió en una de las más grandes y poderosas de la historia de la humanidad. El mundo de los negocios digitales es lo que es gracias a que Amazon abrió el camino.

En aquella ocasión, ante un auditorio inquisitivo y curioso, todos querían que Bezos revelara su fórmula del éxito. Es decir, su libreto, su poción mágica. Y lo hizo, pero no de la forma que esos jóvenes esperaban: en vez de brindarles sentencias a partir de afirmaciones, les formuló doce geniales interrogantes. “En las respuestas está la clave para ser feliz y exitoso”, les dijo. Veamos:


bezos-preguntas

Sea cual sea tu idea del éxito, puedes modelar el camino que otros siguieron.


1.- ¿Cómo vas a utilizar tus dones?
El kit de herramientas que le fue otorgado a cada ser humano es único y maravilloso, además de muy poderoso. Sin embargo, es distinto del de los demás, es único. Por eso, de nada te servirá si no lo conectas con tu propósito, es decir, con el motivo por el cual llegaste a este mundo.

2.- ¿Qué decisiones tomarás?
Una de las grandes debilidades del ser humano, y por supuesto también de los emprendedores, es aprender a tomar decisiones. Nos da miedo la responsabilidad y, sobre todo, la posibilidad de fallar. Se trata de una habilidad que, si la aprovechas, te permitirá marca una gran diferencia.

3.- ¿Te guiará la inercia o seguirás tus pasiones?
Seguir el camino trazado por otros, en procura de las expectativas de otros, es la gran tragedia de la vida de muchos, tristemente. Mi vida cambió radicalmente y para bien al descubrir mi propósito y conectarlo con mis dones y talentos: disfruto de hacer lo que amo y de amar lo que hago.

4.- ¿Seguirás el dogma o serás original?
No olvides que lo que te hace una propuesta de valor atractiva para el mercado es tu condición de único, tu autenticidad. Puedes modelar a otros, por supuesto, y es necesario hacerlo, pero sin perder tu esencia, sin dejar de ser tú. Es la razón por la cual tus clientes potenciales te elegirán.

5.- ¿Elegirás una vida fácil o una vida de servicio y aventura?
Servir, por si no lo sabías, es el mejor negocio del mundo y, también, el mejor oficio. No solo es rentable en términos económicos, sino también en satisfacciones, en aprendizajes valiosos, en recompensas, en momentos inolvidables. No es un camino fácil, sin duda, pero sí, maravilloso.

6.- ¿Te debilitarás ante las críticas o seguirás tus convicciones?
Hagas lo que hagas, o no hagas nada; lo hagas bien o lo hagas mal, te van a criticar. Tratarán de destruirte por envidia, porque fuiste capaz de salir de la zona de confort y construir un camino propio. Te odiarán por ser exitoso e inspirar a otros y, en especial, por ser distinto al montón.

7.- ¿Te jactarás cuando te equivoques o te disculparás?
Errores cometerás, miles. No tiene sentido intentar evitarlos porque obsesionarte con esa idea es el peor de los errores. Cuanto más rápido te equivoques y cuantos más errores cometas, mejor. ¿Por qué? Porque aprenderás rápido, podrás corregir y seguir adelante. Ah, no olvides disculparte.

8.- ¿Te esconderás ante el rechazo o actuarás cuando sientas pasión?
Seguro has escuchado las historias de decenas de personas exitosas que antes de saborear las mieles del triunfo tuvieron que tragarse el sapo del fracaso. Un no jamás es definitivo, salvo que así lo decidas. Es, simplemente, una señal de que todavía no reúnes las condiciones: hazlo y sigue.

9.- ¿Jugarás a seguro o serás un poco intrépido?
Recuerda: la vida es una aventura y, como tal, hay que arriesgar. “El que no arriesga, no gana”, reza un popular dicho y no puedo estar más de acuerdo. El riesgo es, así mismo, la adrenalina que te impulsa a seguir adelante cuando se presentan las dificultades; al final, créeme, lo disfrutarás.

10.- ¿Cuándo sea difícil, te rendirás o serás implacable?
Y será difícil, te lo aseguro. Porque nada de lo bueno que la vida puede brindarte es fácil. Si no desarrollas la resiliencia, si no te blindas contra los tropiezos y las críticas, renunciarás pronto. Y, lo peor, lo lamentarás el resto de tus días. La perseverancia es el ingrediente secreto del éxito.

11.- ¿Serás cínico o serás un constructor?
Te confieso que, de haber sabido la sensación que produce el hecho de ayudar a otro a cambiar su vida, a transformarla y cumplir sus sueños, me habría convertido en emprendedor mucho antes. Y, por si no lo sabías, llegamos a este mundo para ayudar a otros, para ayudarnos unos a otros.

12.- ¿Te aprovecharás de los demás o serás amable?
La humildad y la generosidad son ingredientes indispensables de la fórmula del éxito. Y la mayor riqueza que puedas asegurar, créeme, es la gratitud de aquellas personas a las que ayudaste de manera genuina, con el único interés de que cumpla sus sueños. Eso te hará inolvidable.

Me hubiera gustado que alguien me hiciera estas preguntas, o algunas de ellas, en aquel momento en el que comencé mi trayectoria como emprendedor hace más de 25 años. ¡Cuántas dificultades y cuántos errores hubiera evitado! Sin embargo, no lo lamento: recorrí el camino que elegí y cada una de esas dificultades y cada uno de esos grandes errores fueron mis mejores maestros.

Pude superarlos precisamente porque escogí ejemplos de éxito no solo dignos de imitar, sino personas de carne y hueso que, a partir de sus vivencias, me transmitieron lo que me hacía falta para subir a la cima. Más que un modelo de éxito, que no era lo que buscaba, tuve el privilegio de construir una vida hecha a mi medida. Ese es mi éxito, el modelo que procuro transmitir a otros.


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