Tratemos de situarnos en 1997. Internet era solo un bebé que acababa de ver la luz del mundo y que acaso unos pocos conocían. “Ah, que se parece al padre”, decían unos; “no, es igual que la abuela materna”, aseguraban otros; “será un gran arquitecto como el abuelo”, sentenciaban algunos familiares. En nené, sorprendido, apenas atinaba a sonreír, lo hacía tímidamente.

No había teléfonos móviles, unos atractivos artefactos que solo veíamos en las series de ciencia ficción en la televisión y en el cine, como poderosas herramientas de los espías y contraespías. No había redes sociales. De hecho, ese concepto ni siquiera había pasado aún por la mente de Mark Zuckerberg, que por aquel entonces era un adolescente de 13 años y vivía en Dobbs Ferry (Nueva York).

Los computadores, que solo eran de escritorio y además eran unos artefactos enormes y pesado, como los viejos televisores de cola, eran un privilegio de las grandes empresas, en especial de las del ramo de la tecnología, y de uno que otro adinerado. Igual ocurría con la televisión por cable, que en otros países y se había desarrollado, pero que en Colombia acababa de entrar al mercado.

Era el mismo caso de Mr. Google, que había surgido en 1996 fruto de la amistad de Sergey Brin, un estudiante de la Universidad de Stanford, y Larry Page, un candidato a ingresar. Yahoo! y Hotmail eran los únicos proveedores de servicios de correo electrónico y era pocas las empresas que te ofrecían la conexión a internet que, además de ser costosa, se realizada a través de la línea telefónica.

Ese año comenzó, también, la última temporada del gran Michael Jordan, el mejor basquetbolista de la historia, con la mítica camiseta 23 de los Bulls de Chicago. Y Michael Jackson comenzó la gira HIStory World Tour, que registró 82 conciertos en 35 países y marcó un hito en la industria de la música. El presidente de EE. UU. era Bill Clinton, que comenzaba su segundo mandato.

Como ves, el mundo era muy diferente al actual. En el ámbito de la tecnología ya se escuchaba el nombre de Amazon, “la librería más grande del mundo”, según las palabras de su fundador Jeff Bezos, una empresa que él concebía como “algo exótico y diferente”. Hoy, lo sabemos, es la marca más valiosa del planeta, según el ranquin de BrandZ Top 100 publicado en junio de 2020.

La primera vez que el gigante del comercio electrónico escaló a lo más alto del escalafón fue a comienzos de 2019, es decir, casi un cuarto de siglo después de haber sido creada. No fue un ascenso meteórico, algo que sucediera de la noche a la mañana. Más bien, fue producto de un plan estratégico diseñado por Bezos, que fue publicado en el libro The Bezos Letters, de Steve Anderson, y cuyos principios te comparto enseguida. Quizás te sirvan:

Fase # 1 – Testea. Parece increíble, pero hoy todavía hay emprendedores que lanzan un producto o servicio sin saber si es lo que el mercado requiere. Lo hacen porque creen que tienen un buen producto, pero quizás no sea así. Bezos recomienda generar prototipos y productos mínimos viables que te permitan saber si es un proceso replicable y si es algo que le interesa al mercado.

Los principios del crecimiento en ese primer ciclo son:

1.- Promueve las derrotas exitosas. La principal razón por la que los emprendedores no testean sus productos es el miedo al fracaso, al no del mercado. Un no antes de comenzar es algo muy bueno.

2.- Apuesta por las grandes ideas. No cualquier buena idea es un buen negocio. Solo algunas, las mejores, superan el filtro del mercado. Enfócate en ellas y desecha las demás, sin reparos.

3.- Practica innovación dinámica. Ten en cuenta que no hay verdades absolutas y que el cambio es una constante. No te aferres a nada, nunca dejes de aprender y mantén una mentalidad abierta.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Es mucho, y muy valioso, lo que los emprendedores podemos aprender de Amazon.


No hay libretos perfectos, ni fórmulas mágicas en los negocios. Sin embargo, sí es posible modelar los sistemas que a otros les han sido exitosos si sabes adaptarlos a tu negocio. Por eso, estos principios que sustentan el éxito de Amazon y su fundador Jeff Bezos quizás te ayuden.


Fase # 2 – Construye. Una vez que validaste tu idea, que ya sabes que le interesa al mercado, ponte a trabajar para que, en verdad, sea la solución adecuada para el problema que aqueja a esas personas. Documenta cada paso del proceso, de forma que, si resulta ser un negocio exitoso, lo puedas replicar tantas veces como quieras, lo puedas automatizar, lo puedas escalar.

Los principios del crecimiento de este segundo ciclo son:

4.- Obsesiónate con tus clientes. La única razón de ser de negocio no es tu producto o servicio, ni eres tú: son tus clientes. Enfócate, entonces, en brindarles los beneficios que les prometiste.

5.- Piensa a largo plazo. Roma no se construyó en un día y tú no serás rico y reconocido de la noche a la mañana. Traza un plan a largo plazo y cumple las metas intermedias previstas.

6.- Crea sistemas efectivos. Hacer buen marketing consiste en que esa persona que ya te compró una vez te compre más y más veces, por mayor valor. Fidelizarlo es tu segunda tarea.

Fase # 3 – Acelera. Una vez que captaste buenos leads y que los convertiste en clientes, necesitas aceitar la máquina del marketing para que ese flujo no solo se mantenga y se nutra, sino que se multiplique. Es decir, que haya nuevos clientes, que haya referidos, que haya nuevas fuentes de tráfico. Si quieres crecer, tienes que captar más clientes y también tienes que vender más.

Los principios del crecimiento de este tercer ciclo son:

7.- Decide con rapidez. Recuerda que la única constante en la vida y los negocios es la dinámica del cambio. Adáptate tan rápido como puedas, revalúa, innova. Una mente ágil es una mente de éxito.

8.- Elige lo simple. La tendencia a complicarlo todo es uno de los mayores obstáculo en el camino de la búsqueda del crecimiento. Hazlo simple, no te enredes: la rueda ya fue inventada, mi amigo.

9.- Optimiza. No te obsesiones con la automatización y, más bien, identifica las tareas que la tecnología puede hacer por ti y obtener mejores resultados. Invierte ese tiempo en marketing.

10.- Cultiva una comunidad. Establecer un vínculo con el mercado no tiene sentido si es solo para venderle. Nútrelo, edúcalo, entretenlo, interactúa con y verás que el resultado será vender más.

Fase # 4 – Escala. Quizás nunca llegues a ser tan rico como Jeff Bezos y tu negocio no sea otro Amazon. Sin embargo, si diseñas la estrategia adecuada, si haces lo conveniente, es posible que logres resultados superlativos y no solo en cuanto a las ganancias que obtengas, sino también por el impacto positivo que produces en la vida de otros. Acepta, también, que tienes un techo.

Los principios del crecimiento de este cuarto ciclo son:

11.- No te desbordes. No se trata de creces acelerada y desmedidamente, sino de crecer con solidez, con control de la situación, con un adecuado manejo del riesgo. Cuidado con la ambición.

12.- Establece altos estándares. Los resultados que obtengas serán consecuencia directa de las acciones que ejecutas a lo largo del proceso. Prioriza la calidad y el mercado te recompensará.

13.- Mide. El registro de cada paso del proceso es información valiosa que te permitirá saber, casi en tiempo real, qué funciona y qué no, y por qué. Mide, corrige, descarta, innova y vuelve a medir.

14.- Ten los pies en la tierra. Aunque toques el cielo con las manos, no te olvides de tu propósito, de tu compromiso con el mercado. Mantente humilde y sencillo, con apetito de aprendizaje.

No sé a ti, pero a mí estos principios me resultan increíblemente poderosos. Literalmente, me vuelan la cabeza. Sé consciente de que para que brinden los resultados que esperas primero debes adaptarlos a tu negocio, a tu realidad. Estoy seguro de que, si haces la tarea con juicio, tarde o temprano verás los frutos. Esa, al menos, fue la premisa con la que Jeff Bezos construyó Amazon.


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