¿Qué tiene el fútbol que lo hace tan apasionante? Por qué, a pesar de las diferencias culturales, de nivel educativo, de idioma, de creencias religiosas o políticas, ¿consigue unir a miles de millones de hinchas de todo el mundo? ¿Cuál es la magia que encierra el fútbol que atrapa por igual a grandes y chicos, hombres y mujeres, expertos o legos, fanáticos o aficionados de ocasión?

Nunca fui buen futbolista, debo reconocerlo. De niño y adolescente, como cualquiera, lo jugué, pero solo cuando era el motivo para compartir con los amigos y después pasar a otros menesteres que me agradaban más, como el asado, la rumba, la música y la cerveza. Y vivo completamente desconectado del planeta fútbol, a excepción de la Copa Mundo, que es un fenómeno global.

Ni se te ocurra preguntarme el nombre de algún jugador, o en qué equipo juega Messi, o cuántos goles acumula James Rodríguez: ¡no tengo ni idea! Eso no es lo mío. De lejos, al fútbol lo veo como un espectáculo de multitudes que encierra grandes lecciones para los negocios. De hecho, por las cifras que mueve este deporte, no cabe duda de que es el negocio más grande del mundo.

Por ejemplo, según estimativos de la FIFA, la rectora universal, el Mundial de Rusia-2018 le dejó en sus arcas unos 6.400 millones de dólares, menos de lo que recibió hace cuatro años, con ocasión de Brasil-2014. ¿La razón? La crisis de credibilidad provocada por el escándalo de corrupción que se conoció en mayo de 2015. Sin embargo, esa es una cifra bastante aceptable.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

La Copa Mundo es la máxima expresión de la alegría del hincha en todo el planeta.

La venta de derechos de televisión, los recursos provenientes de los patrocinadores, los ingresos por venta de licencias de uso de marca, la venta de boletería, las licencias a los hoteles y el merchandising en general son los responsables de esa millonada. Una tajada se la repartieron los 32 países clasificados: la FIFA anunció que entregó 791 millones de dólares en el certamen.

La dicha expresada por los jugadores, directivos y aficionados de los países cuando aseguran la clasificación a la Copa Mundo está justificada: por el hecho de acudir a Rusia-2018, cada país recibió 9,5 millones de dólares. De ellos, 1,5 millones fueron girados con anticipación, destinados a cubrir los gastos logísticos y de preparación antes de llegar a la sede en que se instalaron.

Los restantes ocho millones corresponden al premio por participar en la fase de grupos. Los equipos que pasaron a octavos de final, pero no superaron esa instancia, incrementaron sus ingresos a 12 millones de dólares. Los que llegaron a cuartos regresaron a casa con 22 millones de dólares cada uno, mientras que los premios gordos de esta lotería fueron para los cuatro mejores.


Es mucho lo que los emprendedores podemos ganar en los negocios si
asumimos nuestro quehacer como un partido de fútbol, si tratamos
al cliente como si fuera un hincha. ¿Te animas a saltar a la cancha?


El cuarto puesto (Inglaterra) se quedó con 22 millones; el tercero (Bélgica), con 24; el segundo (Croacia), con 28 y el campeón (Francia), con 32 millones. Queda claro que es mucho más que la gloria deportiva y el hermoso trofeo de oro macizo lo que se jugó durante la Copa Mundo. El torneo, fuera de los estadios, es un negocio de grandes proporciones en el que todos ganan.

Como podemos ganar los emprendedores si aprendemos estas cinco valiosas lecciones del fútbol:

1) La pasión: la creciente popularidad del fútbol, la razón por la cual logra conectarse con un público tan heterogéneo, es por las pasiones que despierta. Este deporte está estrechamente ligado a los sentimientos más profundos del ser humano y, por eso, hay tantos hinchas en el planeta fútbol. Involucra el amor por el país, la identidad con unos valores, una visión de la vida.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Los emprendedores podemos hacer jugadas maestras para ganarnos el corazón del cliente.

Los emprendedores necesitamos de la pasión desde dos escenarios distintos. Uno, el personal, porque aquello que llamamos negocio debe estar conectado directamente con aquello que nos apasiona, lo que amamos; esa es la única forma de conseguir el éxito. Dos, el del cliente: debemos conectarnos con lo que lo apasiona, con lo que mueve su vida, con lo que no puede controlar.

2) Las emociones: no son muchas las actividades de la vida, como el deporte, capaces de generar tal caudal de emociones. Para muchos aficionados, una derrota o una eliminación es asumida como una pérdida, un dolor que produce llanto y genera un duelo. Una victoria, mientras, puede cambiarles el semblante, hacerles olvidar las preocupaciones, desatarles una euforia sin límites.

Está claro que el punto débil del ser humano son sus emociones: y son precisamente las emociones las que mandan a la hora de comprar. Si los emprendedores aprendemos a llegar hasta ese lugar secreto donde están las emociones de nuestros clientes, ingresaremos al paraíso. ¿Cómo hacerlo? De la misma manera que lo hace el deporte: satisfaciendo una necesidad apremiante.

3) La competencia: los emprendedores solemos hacer una mueca de desagrado cada vez que nos mencionan a la competencia. Esa, sin duda, es una de las razones por las cuales no podemos aventajarla, o por la cual no conseguimos identificar sus virtudes (para neutralizarlas) o sus debilidades (para atacarlas). Necesitamos adoptar la mentalidad del futbolista con el rival.

¿Sabes cuál es? La de respetarlo como competencia, pero con la intención de superarlo con nuestras propias armas, conscientes de que somos mejores, de que nos merecemos la gloria del triunfo. En el fútbol, buena parte del éxito radica en conocer perfectamente al rival. Solo a través de esa información es que pueden diseñar la estrategia enfocada en neutralizarlo y superarlo.

4) El mercado: si los emprendedores entendiéramos que los clientes son hinchas apasionados, nuestra tarea se simplificaría enormemente y, sin duda, la disfrutaríamos más. Aunque le produce grandes decepciones, lo mortifica con dolorosas derrotas, lo desilusiona con contrataciones inútiles, un hincha jamás abandona al equipo de sus amores, jamás se va con la competencia.

Esto se debe a que hay una sólida conexión entre hincha y equipo, basada en la pasión, en la identificación de valores, en la búsqueda de objetivos comunes, en el intercambio de beneficios. Esos son, justamente, los pilares sobre los cuales se levantan los negocios más rentables, los que mayor impacto generan, los que les brindan a sus clientes las experiencias más inolvidables.

5) Los beneficios: la relación que hay entre el hincha un equipo de fútbol se parece mucho a la que debemos establecer con nuestros clientes, aunque en un plano más irracional, más emocional. De hecho, casi no hay nada racional en esa pasión que mueve al futbolero. Lo interesante, sin embargo, es que necesita el uno del otro: el hincha no puede vivir sin su equipo, y viceversa.

Más allá de las derrotas, del sufrimiento, de los eventuales alejamientos, el hincha nunca se aleja de su equipo y, sin que lo pueda evitar, lo apoya acudiendo al estadio, defendiéndolo ante los otros aficionados, adquiriendo el merchandising de la marca y transmitiendo la pasión a las nuevas generaciones. Eso, el equipo lo retribuye con triunfos, alegrías y, claro, con títulos. Negocio redondo…