La envida es mejor despertarla que sentirla. Siempre me gustó esa frase, pero le encontré un sabor especial cuando fui el protagonista de ella. Obvio que como cualquier ser humano en algún momento sentí envidia de alguien, pero a medida que maduré dejé atrás ese vicio. Ahora, más bien, me concentro en trabajar y trabajar, y la despierto.
Hola, soy Álvaro Mendoza, director de MercadeoGlobal.com, y estoy aquí para presentarte el último video de la serie ‘Los siete pecados capitales de los emprendedores’. Es un llamado a la reflexión que preparamos con mi equipo de trabajo especialmente para ti en estos días en que los católicos de España y Latinoamérica celebran la Semana Santa.
Los emprendedores, con frecuencia, somos objeto de envidia y, por eso, debemos aprender a lidiar con ella. ¿Por qué nos envidian? Cuando tú les dices a tu familia y a tus conocidos que vas a emprender, se burlan de ti, te dicen que estás loco, te recomiendan que te dediques a algo útil. Pero, cuando triunfas les resulta imposible digerir tu éxito.
Hacer caso omiso de las críticas y de las burlas es condición indispensable para alcanzar tus objetivos. Y es también el caldo de cultivo para que surja la envidia cuando le demuestras al mundo que estaba equivocado. Sí, cuando sacas adelante tu negocio, viajas y disfrutas, te conectas con personas increíbles, eres próspero y exitoso, y reconocido.
Una de las conductas habituales del ser humano, de la que se desprende la mayoría de los males que lo mortifican, es aquella de compararse con los demás. Responde a nuestro afán por sentirnos mejor que otros, por sentirnos aprobados, por sentirnos visibles. El problema radica en que se trata de una observación enteramente subjetiva.
Nos importa el qué dirán, lo que opinan los demás de nosotros y requerimos aprobación. Por eso, cuando alguien tiene éxito, cuando consigue aquello en lo que nadie creía, la reacción natural es sentir envidia. Un sentimiento que surge de la frustración de que esa persona tiene algo de lo que carecemos, logró algo que nosotros no pudimos alcanzar.
A través de los años, a lo largo de dos décadas dedicado a los negocios digitales, he visto mucha envidia, he sido blanco de mucha envidia. Al principio, debo reconocerlo, era algo que me incomodaba, pero luego aprendí a no prestarle atención. El espejo en que me vi fueron mis mentores, que en su momento pasaron por el mismo proceso.
Los siete pecados capitales de los emprendedores (1): la pereza
Los siete pecados capitales de los emprendedores (2): la lujuria
Los siete pecados capitales de los emprendedores (3): la soberbia
También entendí cuál es el origen de la envidia. Es una manifestación del sentimiento de inferioridad, el mensaje de que a esa persona envidiosa le molesta que seamos exitosos, que alcancemos nuestras metas, que hagamos realidad nuestros sueños. Como él no pudo hacerlo, se resiste a aceptar de buena gana que nosotros sí lo hayamos hecho.
Y esa es la clave para que el efecto dañino de la envidia no haga estragos en tu vida o tu trabajo. Que entiendas que si te envidian es porque estás un paso adelante del resto, que tus logros no pasan inadvertidos, que tu éxito es incómodo para algunos. Y esa, sin duda, es una buena noticia: significa que lo haces bien, que vas por un buen camino.
En el mundo de los negocios, los más propensos a sentir envidia son aquellos que no consiguen superar sus miedos, que siempre tienen la excusa perfecta para no actuar. Son los que hablan y hablan, pero son incapaces de actuar, bien porque carecen del conocimiento, o de la valentía, o simplemente porque sus temores los petrificaron.
Son, también, aquellos que andan proclamando la muerte del email marketing, o de las redes sociales, o del marketing de contenidos. Una suerte de sepultureros digitales que se aprovechan de la falta de conocimiento de algunos e intentan sembrar el miedo para pescar en río revuelto. Son personas que nunca van a alcanzar sus sueños.
Entonces, dado que deben convivir con la frustración de una vida miserable que solo les proporciona tristezas y decepciones, apuntan sus cañones a quienes sí somos exitosos. Y esa, amigo mío, es la clave del asunto: provocas envidia cuando actúas, cuando dejas atrás tus miedos, cuando te atreves a buscar tus sueños, cuando asumes riesgos.
Ser envidioso responde a un mecanismo de defensa. El envidioso, en el fondo, es una persona perezosa que desea un camino fácil, sin obstáculos, con atajos. No está dispuesto a esforzarse, a capacitarse, a invertir en su formación, a compartir su conocimiento y su experiencia con otros. Y carece de vocación de servicio, pues solo piensa en su beneficio.
La envida, amigo mío, es muy dañina: tiene un gran poder destructor. Si quieres evitar caer en sus redes, ¡actúa! No te limites a tomar cuanto curso te ofrezcan en la red, tampoco creas que asistir a un solo evento te hará un experto y te garantizará el éxito. Traza un plan y síguelo al pie de la letra, hasta que llegues a donde quieres estar.
Así mismo, mírate en el espejo de los que ya estamos más allá del bien y del mal. Elige un mentor que te inspire, cuyo credo comulgue con tus valores y visión de la vida, y sigue su consejo. Trabaja duro, no mires hacia los lados, cúbrete los oídos para no escuchar necedades y enfócate en conseguir tus metas, en hacer realidad tus sueños.
No te distraigas, no dejes que lo que digan los demás te desvíe del camino que decidiste recorrer. Rodéate de personas competentes, generosas, capacitadas, proactivas y con vocación de servicio. No olvides por qué haces lo que haces, o por quién lo haces, para que la motivación esté siempre fresca, para que las fuerzas nunca flaqueen.
Estudia, capacítate, asiste a eventos presenciales en los que puedas conocer a otros emprendedores que están en tu misma senda. Conecta con ellos y con quienes de forma generosa y honesta quieran recorrer el camino contigo, para que se apoyen unos a otros. Trabaja, trabaja duro y verás que la recompensa llegará más pronto de lo que esperas.
Los siete pecados capitales de los emprendedores (4): la gula
Los siete pecados capitales de los emprendedores (5): la avaricia
Los siete pecados capitales de los emprendedores (6): la ira
Ah, no olvides curtir la piel para cuando llegue el momento del éxito, de las celebraciones, de darles a los tuyos el estilo de vida que siempre soñaste. Será una etapa en la que, sin duda, despertarás envidia y debes estar preparado para que no te afecte. Por si acaso, nunca olvides dónde empezaste, en qué condiciones lo hiciste y quién eras entonces.
Soy Álvaro Mendoza, director de MercadeoGlobal.com, y llegamos al punto final de la serie ‘Los siete pecados capitales de los emprendedores’. Espero que esta reflexión que te propuse haya sido de tu agrado y te ayude a cumplir tus sueños. Agradezco infinitamente la atención que les prestaste a estos videos y hago votos para que sigamos conectados.
Chao chao…
Una vez leído los siete artículos, solo me queda felicitarlo por la forma tan pedagógica como aborda cada tema y agradecerle la gentileza de compartir esas enseñanzas para el despierte de conciencia de tanta gente interesada en el campo del emprendimiento.
Todo emprendedor debe ser un apasionado, usted lo menciona cuando habló de la pereza pero considero forma parte de todos los pecados capitales… apasionado, perseverante, honesto, responsable, equilibrado, constante, comprometido, optimista… y algunas otras cualidades debe poseer todo emprendedor con el fin de mantener su energía para sacar adelante su emprendimiento.
Por su puesto en total acuerdo en no buscar reinventar la rueda si podemos seguir el recorrido de personas, como usted, que ya recorrieron parte el camino y en disposición para servir de guía.
Saludos y mi reconocimiento por la labor que desarrolla.
Excelente conferencia. Muchas gracias
Habría que vivenciar las virtudes que se le oponen a los llamados 7 pecados capitales?
Deberían ser las 24 horas del dia, todos los dias, o solo unas horas y unos dias?
Los negocios son del mundo. Como conciliar los negocios con los 7 pecados capitales?
Muchas gracias por todos los conocimientos compartidos respetado ALVARO.
Estimado profesor Álvaro García por compartir tu experiencia y conocimientos muy pronto yo estaré en tu grupo de los emprendedores un fuerte abrazo felicitaciones
GRANDIOSO ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Sr. Alvaro Miles de Felicitaciones y muchisimas gracias por seguir enseñandonos estas cosas fabulosas que solo usted puede propocionandonos, altamente agradecido. Que DIOS lo siga BENDICIENDO junto a su Familia…………… Un saludo fraternal.
Hola me he qiedado mudo ya que cuando uno piensa en si mismo sin dar esplicacciones casi siempre sales adelante vd.nos a enseñado con esto tantas cosas que el der humano ha perdido como el respeto la embidia yener mas que.mi becino y adi seguimos y mo terminariamon.Gracias por todo que nos enseña pero hay que yebsrlo a la practiva.michisimas gracias por todo V.Diax
Muchas gracias Alvaro por compartir de una forma tan clara, sencilla y resumida conocimientos y experiencias.
Hoy recibí la última parte de la serie de los 7 pecados capitales de los emprendedores que nos prometió, esto confirma su alto grado de serieda con lo que prometes, cuando no cumplimos lo que prometemos, no nos creen. (Un dicho popular)
Nos llega muy bien, día de pascua, de renovación, de amor, de libertad, de perdón y de inicio de una nueva vida.
Es un excelente aporte para nuestra mente, que es la crea nuestra realidad.
De nuevo, mil gracias y estaré atento a sus nuevos y valiosos aportes.
Mil gracias excelente. No olvidar las tres palabras de San Agustin: Pensar, Vivir y Actuar. Fraternal saludo solidario
Muchas Gracias Álvaro ! Hermosa tus palabras, es la clave para llevar adelante cualquier emprendimiento.Y otros tipos de metas.Te agradezco este Regalo que me brindas.
Excelente!!!
Gracias!!!
Me gusta mucho tu opinión y lo que mencionas me ha tocado vivirlo, es dificil lidiar con las personas envidiosas, pero es parte de ser exitoso, y más cuando vienes de un núcleo familiar destinado a no emprender.