A diario, los medios de comunicación nos dan cuenta de las dificultades que padece la economía mundial, en especial en nuestros países latinoamericanos por cuenta de la falta de políticas serias y la dependencia de factores externos. Sin embargo, esos mismos medios nos relatan las historias de emprendedores que, nadando contra la corriente, se han convertido en el motor de la economía.

Las crecientes dificultades para conseguir un empleo formal o la insatisfacción derivada de una dinámica laboral en la que cada día hay más presión se conjugan para que muchas personas se decidan a probar suerte con negocios particulares. La realidad, sin embargo, no es tan positiva como uno podría pensar, de acuerdo con un informe revelado recientemente en Colombia.

Lo primero que tengo que convenir es que se trata de un ejemplo particular, no de una realidad del continente. Sin embargo, está claro también que Colombia es uno de los países en los que ser emprendedor ya no es la última opción de los desesperados, sino la elección de los que quieren construir un estilo de vida distinto al de otras generaciones, al de sus antepasados.

El dato más importante del informe ‘Dinámica de la creación de empresas’ indica que durante 2018 en mi país se crearon más de 328.000 unidades productivas, entre pequeñas y medianas empresas. La otra cara de la moneda, sin embargo, es que los registros demuestran que más del 70 % de esos emprendimientos fracasan antes de los cinco años de creación. ¡Oh, my God!

En efecto, de acuerdo con los seguimientos realizados por la Cámara de Comercio de Bogotá, en esa ciudad se crea una empresa cada ¡5 minutos! Eso significa que el viejo mito de que empezar un negocio es imposible por los trámites y las trabas administrativas quedó en el pasado. La misma entidad asegura que en las pymes se concentra más del 80 % de la fuerza laboral en el país.

La verdad, no son cifras que me sorprendan o me asusten. Como sabes, llevo más de veinte años en el mercado y aunque el escenario mis negocios ha sido principalmente internet, también me muevo en el mundo offline y procuro estar informado de cómo se comporta. Pero, debo reconocerlo, duele saber que los sueños de tantas personas se extinguen así de fácil, así de rápido.

Lo que llama la atención, y lo que preocupa, es la razón por la cual hay tal mortandad: porque las empresas surgen con una expectativa de elevados ingresos a corto plazo. Este es un problema con el que tengo que lidiar a menudo cuando asesoro a emprendedores novatos, que se dejaron dañar la cabeza con la idea de la riqueza exprés, con las promesas de hacer millonarios en un dos por tres.

En otras palabras, se trata de negocios que comenzaron con el pie izquierdo, porque sus bases son muy endebles. Eso, en la práctica, se traduce en un alto nivel de endeudamiento, mal control administrativo y, sobre todo, mala gestión financiera. En esas condiciones, de hecho, puede considerarse un verdadero milagro que esos negocios logren sostenerse al menos cinco años.

Una de las conclusiones contundentes del informe es que estas empresas se iniciaron sin conocer el mercado en el que iban a competir y, peor aún, sin tener claro a qué cliente se iban a dirigir. Son dos errores elementales, pero muy frecuentes: la gente cree que tiene el producto perfecto y con esa idea se lanza al ruedo. A la postre, termina embestida por una dura realidad que pudo prever.

El sector de mayor crecimiento fue el del comercio y la buena noticia para quienes hacemos negocios digitales es que la categoría líder en este rango fue la del comercio al por menor a través de internet. Eso confirma que no hay mejor momento para los emprendimientos digitales que el presente, pero también nos demuestra de que los riesgos no solo son grandes, sino reales.

Convertirte en emprendedor no es una decisión que puedas adoptar a la ligera, como si fuera una apuesta en un casino. Se trata de la decisión más importante de tu vida y no puede basarse en el simple hecho de estar harto del mundo laboral convencional o en la idea de ser tu propio jefe. Sin embargo, la realidad nos demuestra que muchas personas dan el paso sin medir las consecuencias.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Cometer errores elementales y comunes produce el efecto dominó y acaba con muchas empresas.


El ‘Informe de dinámica empresarial en Colombia’, de Confecámaras, da cuenta de que en 2018 se crearon más de 328.000 empresas. Sin embargo, el 70 por ciento de ellas se cierra en los primeros cinco años por cuenta de graves errores que pudieron ser evitados. Si tú eres un emprendedor, te comparto 5 consejos para que no seas de los que engrosan esas estadísticas.


Si tú estás pensando en abrir tu negocio, ten en cuenta estos consejos:

1.- Adquiere conocimiento. Una de las principales razones por las cuales tantos negocios fracasan en corto tiempo es porque sus gestores no poseen el conocimiento necesario: creen que basta con tener el que ellos dicen que es el producto perfecto y promocionarlo a través de diferentes canales. Pero, no saben de marketing, de estrategias, de modelos de ventas, de administración.

2.- Piensa en el mercado. Otra grave equivocación es creer que tienen el producto perfecto, cuando en realidad este no existe. Lo que existe es un producto o un servicio que puede convertirse en la solución perfecta al problema o al dolor que aqueja a un mercado específico, a un nicho. Debes conocer el mercado y a tu cliente mejor que a ti mismo si quieres salir airoso.

3.- Es un proceso. El cortoplacismo es una plaga capaz de echar a perder el mejor de los emprendimientos. Entiende que para comenzar necesitas disponer de recursos que te permitan autosostenerte durante 3-6 meses, cuando menos, a la espera de los primeros ingresos. Recuerda que debes ir paso a paso, así eso signifique empezar con lo básico; después podrás ir escalando.

4.- Asesórate de los que saben. No me canso de mencionarlo porque sé que es uno de los obstáculos más frecuentes para los emprendedores, uno que ellos no quieren ver así esté frente a sus ojos: ¡ten cuidado de los vendehúmo! No todo lo que brilla en internet es oro, así que asesórate de los que ya están donde tú quieres estar y acrediten resultados ciertos y comprobables.

5.- No te arriesgues en solitario. Otra equivocación frecuente, cuando hoy están dadas las condiciones para no tropezar con esa piedra. No solo hay personas idóneas que te pueden guiar, sino que también hay muchos emprendedores como tú que pueden ser ideales compañeros en esta aventura. Ser parte de una comunidad es despejar el camino y evitar dolores de cabeza.

Abrir un negocio en internet y alcanzar el éxito, hacer que supere la cuesta de los primeros cinco años, es posible. Decenas de clientes y discípulos a los que he tenido el privilegio de guiar durante estos más de veinte años de trayectoria así lo acreditan. Tú eliges si quieres engrosar las cifras de los que mueren en el intento o si, por el contrario, quieres transformarte en un caso de éxito.