Aquella de convertirse en emprendedor y comenzar a luchar por sus sueños es la decisión más trascendental y más difícil que puede tomar una persona. Seguramente me habrás escuchado decir esto con anterioridad, porque es un tema del que hablo con frecuencia en mis presentaciones, en mis videos, en las notas de mi blog.
Y me refiero seguido porque es algo muy profundo que algunos, lamentablemente, se toman a la ligera. A veces, en esos momentos en los que la nostalgia aflora, la memoria me transporta de regreso a ese tiempo, los difíciles finales de los años 90 en una Colombia convulsionada por la violencia del narcotráfico.
Fue una encrucijada para los jóvenes que acabábamos de romper el cascarón y nos lanzábamos al ruedo laboral llenos de sueños, de ilusiones. ¡Qué ingenuidad! Cuanto más tiempo pasa, además, más me convenzo de algo: no fui yo el que tomó la decisión de convertirse en un emprendedor, sino que las circunstancias de mi vida me llevaron a eso.
No estaba satisfecho con lo que había construido hasta ese momento, no me veía el resto de mi vida metido en un consultorio esperando al siguiente paciente, no me resignaba a ser empleado por los siglos de los siglos. Fue la sumatoria de varios factores, como una especie de afortunada conspiración del universo.
Caí, caí, caí y cuando parecía que no iba a detenerme, de pronto todo cambió. Dicho así suena bonito, hasta agradable, pero ciertamente no fue así. Fue difícil, lo más difícil que me pasó en mi vida, lo más difícil que he hecho en mi vida. Y no me arrepiento de ello, por supuesto, porque fruto de ese acontecimiento soy lo que soy.
¿A dónde quiero llegar? A que reflexiones sobre tu vida, tus circunstancias, tus sueños, y que en lo posible pases por el mismo camino que yo transité. A mí la vida me llevó en una dirección que tiempo después descubrí era mi lugar en el mundo, y los malos ratos se transformaron en instantes felices, inolvidables, impactantes.
El camino correcto
Entiendo que si no hubiera pasado por aquello, no estaría donde estoy. Si quieres iniciar un negocio en internet, solo puedo animarte, apoyarte en lo que me permitas, y procurar que mi experiencia y conocimientos te sirvan para cumplir tus sueños. En ese sentido, el primero consejo que te puedo dar es que no tapes un error con otro.
Es decir, si tu vida actual no te satisface y no hace feliz, no te conforma, que el desespero no te conduzca por el camino equivocado. ¡Eso sería lamentable! Lo más importante de la decisión de convertirte en emprendedor es que en realidad sea una decisión consciente y no algo improvisado producto de un sofisma de distracción.
¿Es lo que quieres realmente? ¿Entiendes las implicaciones que esa decisión tendría en tu vida? ¿Estás dispuesto a pagar el precio de la soledad, de que te tilden de loco, de verte enfrentado al fracaso, de trabajar 16 o 18 horas diarias durante tiempo indefinido? Si no te has hecho estas preguntas, quizás llegó el momento.
¿Estás preparado para fracasar? ¿Estás dispuesto a asumir los sacrificios que implica una vida dedicada al servicio de los demás? ¿Es ese el sueño de tu vida? ¿Tienes las fuerzas necesarias para luchar contra todo y contra todos, inclusive contra tu propia familia? ¿Qué pasaría si ese intento no te lleva a donde quieres, qué sería de tu vida?
Entiendo que puedo volverme incómodo con estas preguntas tan directas, pero prefiero correr el riesgo. ¿Y sabes por qué? Porque lo más honesto, lo más correcto, lo más valiente que puedo hacer por ti es decirte la verdad. Porque, además, en tantos años en el medio me gané un respeto, una credibilidad y una confianza que no voy a dilapidar.
En la vida, uno encuentra muchos tipos de personas, entre ellos los que te dicen lo que quieres escuchar (así no sea lo que te convenga), porque quieren parecer simpáticos, porque quieren congraciarse contigo. Son los mismos que te colman de elogios, pero simplemente porque creen que les conviene, porque quieren algo de ti.
También están los que te engañan, te hacen promesas que no pueden cumplir, te alimentan sueños que nunca se van a realizar y luego salen despavoridos cuando tú pones los pies en la tierra y te das cuenta de la realidad. Esa son decepciones dolorosas, sin duda, y a todos nos ocurrieron; son parte del proceso de aprendizaje.
Y estamos, finalmente, aquellos que pasamos por la misma situación en la que tú estás y queremos ayudarte de manera honesta, desinteresada, y por eso te decimos la verdad desnuda, sin matices, sin ambigüedades. Quizás al comienzo no resultamos muy simpáticos, pero a la larga te darás cuenta de que solo deseamos tu bienestar.
Busca una asesoría
Cuando se nos mete en la cabeza la idea de montar un negocio en internet, pensamos en lo que creemos que es importante: el producto o servicio que queremos vender, los recursos que requerimos para empezar, la infraestructura que necesitamos implementar, la estrategia de marketing que debemos diseñar.
Sin embargo, a veces, muchas veces, lo que creemos importante no es lo fundamental, tampoco lo trascendental. Cuando te hartas de la vida que llevas y decides transitar el camino del emprendimiento para alcanzar tus sueños y ser feliz, lo importante no es el producto, ni los recursos, ni la infraestructura, ni la estrategia de marketing.
Piénsalo de la siguiente manera: no es un negocio, es tu vida lo que importa. Si algo sale mal y el negocio no funciona, no pasa nada: lo intentas otra vez. Pero, ¿estás preparado para fracasar? Repito: no es un negocio, es tu vida. Los negocios no son un juego de azar, tampoco la vida. No puedes ir por ahí arriesgándolo todo, como si estuvieras en un casino.
La primera condición para aspirar a tener éxito en los negocios y en la vida es estar seguro de lo que haces, convencido de que tomaste la decisión correcta. Sin dudas, sin vacilaciones. Entonces, regreso a lo que dije unos párrafos atrás: ¿Ya te formulaste esas preguntas? Quizás sea el momento adecuado para hacerlo.
Una de las maravillas que hoy tiene internet es la gran cantidad de personas autorizadas, verdaderamente capacitadas para ayudarte. En Latinoamérica hemos podido crear una comunidad maravillosa, que cada día crece y se fortalece, con personas formidables por su pasión y por su capacidad de servicio.
Y los lazos ya se extendieron hasta España, desde donde nos llegan conocimientos y experiencias increíblemente enriquecedoras. Permíteme un consejo: no tomes a la ligera la decisión de ser emprendedor, de iniciar tu negocio en internet. Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero también hay estrategias para cerrarle la puerta al error.
Apóyate en quienes ya cumplimos algunos de nuestros sueños, en los que franqueamos las barreras del miedo y las dificultades, en los que estamos genuinamente dispuestos a ayudarte. Créeme que no siempre fue así: cuando comencé hace casi 20 años, el mercado era muy distinto y los latinos no éramos bien vistos. Mejor: éramos mal vistos.
No importa si la vida te lleva por ese camino o si tú tomaste la decisión. Lo importante es que cuando des el primer paso sea un punto de quiebre, un antes y un después. Tendrás que asumir las consecuencias. Iniciar un negocio en internet es una aventura apasionante, pero también puede ser una experiencia frustrante. Recuérdalo: no es un negocio, es tu vida lo que está en juego.
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