Si te digo que te pongas en modo digital, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza? ¿Teléfono inteligente? ¿Internet? ¿Redes sociales? Si eres una persona común y corriente, está bien, pero si eres un marketero, si tienes un negocio digital, déjame decirte que es hora de prender las alarmas porque algo anda mal. Y eso que anda mal es básico, fundamental.

Uno de los mayores problemas que enfrenta un emprendedor, especialmente cuando está en la etapa inicial de su negocio, es darse a conocer, hacer que el mercado fije su atención en él. Es una tarea trascendental, aunque muchos no lo entienden así, porque del éxito de ella dependerá, sin duda, el futuro de tu negocio. A pesar de eso, la mayoría la asume como algo de segundo nivel.

Sí, contrata a un joven que tenga afinidad con el mundo digital y le encarga que le maneje las redes sociales. Al poco tiempo, sin embargo, se le dibuja una mueca de decepción en el rostro porque los resultados no son los que esperaban. Y, la verdad, no podían ser. ¿Por qué? Porque cometió un error elemental, y muy costoso: confundir marketing digital con redes sociales.

Volvamos al comienzo: si te digo que te pongas en modo digital, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza? ¿Teléfono inteligente? ¿Internet? ¿Redes sociales? Marketing digital y redes sociales son dos temas distintos, aunque complementarios. Se sirven el uno del otro. Las diferencias son claras, pero hay mucha gente que no la conoce y, por eso, cae en el error.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

El marketing es el árbol que sostiene tu negocio y las redes sociales, las arendelas.

Empecemos, entonces, por el principio. Marketing digital es el conjunto de acciones y estrategias que tú pones en práctica para dar a conocer tu negocio, posicionarte en el mercado, realizar una oferta y brindarle a tu cliente potencial lo que él desea. El objetivo es solucionar su problema, acabar con el dolor que le quita el sueño, que le arrebata la tranquilidad, que lo incomoda.

Esas acciones y esas estrategias se llevan a cabo a través de diferentes medios o canales, que no son estrictamente los digitales: también se contemplan los físicos, los tradicionales. Por ejemplo, la televisión, los periódicos, la radio, los volantes, las revistas, un libro impreso, en fin. Y están los canales digitales, de los cuales los más conocidos y los más utilizados son las redes sociales.

Por decirlo en una forma simple, aquí sí se puede saber qué fue primero, si el huevo o la gallina: lo primero, el origen, lo más importante, es el marketing digital. El objetivo primordial del marketing es atraer la atención de desconocidos, aportarles valor para que se conviertan en clientes, cultivarlos para que compren otra vez y, por último, que se conviertan en evangelizadores.


Las redes sociales son un poderoso canal para llevar a cabo tus estrategias de marketing
y cumplir el objetivo propuesto. Aprovéchalas para aportar valor de tantas formas como
sea posible y para ganarte la confianza y la credibilidad del mercado. El resto vendrá después.


Es imprescindible que esas acciones y estrategias correspondan a un plan, a una programación y, sobre todo, que sus resultados sean medibles en cualquier punto del proceso. Y deben responder también a las necesidades del cliente, del nicho del mercado en el que enfocas tu atención. Si esto falla, de nada te sirven las redes sociales, que finalmente no son más que herramientas.

¿En qué se origina la confusión? Básicamente, en la falta de desconocimiento de lo que es el marketing digital. Muchos creen que basta con lanzar un producto (el producto perfecto) y publicar en las redes sociales para sentarse a esperar que lluevan los millones de dólares. Así no funciona. Hay que conocer de marketing y, sobre todo, hay que conocer al cliente, la razón de ser de tu negocio.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Las redes sociales te sirven sí y solo sí allí se encuentran tus clientes.

Por falta de conocimiento, entonces, muchos creen que los likes que reciben sus publicaciones en Facebook, que las veces que su tuit es replicado, que las visualizaciones de su video en Youtube se van a traducir en ventas. Así no funciona, de nuevo. Primero tienes que ganarte la confianza del mercado, posicionarte como una persona creíble capaz de solucionar ese dolor que aqueja al cliente.

Eso solo lo puedes conseguir con buenas acciones y las adecuadas estrategias de marketing. De hecho, la primera acción correcta de marketing que debes realizar es estudiar el mercado, saber cuál es el dolor que, con tu conocimiento y tus talentos, puedes solucionar. Luego tienes que identificar el nicho del mercado que puedes atacar con posibilidades de éxito.

Después viene la tarea de establecer tu cliente ideal, lo que llamamos avatar o buyer persona. No necesariamente es uno solo: pueden ser dos o tres perfiles, porque quizás son hombres jóvenes y mujeres de mediana edad que comparten el mismo dolor. Por último, diseñas el producto o servicio que va a acabar con ese dolor, la solución perfecta a esa necesidad del mercado.

En este momento, y solo en este momento, entran en juego las redes sociales. Pero, ¡ojo!: solo entran en juego si allí están tus clientes. Identifica en cuál de ellas están tus clientes y enfócate en esa específicamente. Si es Facebook, por ejemplo, haz publicaciones y transmisiones en vivo. Y echa mano de otras herramientas como el email marketing para aportar valor de múltiples formas.

Como ves, ser emprendedor digital no consiste en estar en las redes sociales, como dice tanta gente. Las redes sociales, poderosas herramientas, son útiles siempre y cuando allí estén tus clientes y siempre y cuando las estrategias que implementes y ejecutes le aporten valor al mercado y contribuyan a solucionar a solucionar ese dolor que inquieta a tus clientes.