¿Sabes qué es lo primero que debes asumir si decides ir en busca de tus sueños? Que el camino estará lleno de dificultades, de obstáculos que te pondrán a prueba, de personas y situaciones que se confabularán en tu contra, de competidores que jugarán sucio, de insondables designios del destino.

Esas son buenas noticias, sin embargo, porque recuerda que lo mejor de la vida nunca fue fácil, y la recompensa es grande. Nos gustaría una vida placentera, llena de momentos felices, pero así no es la vida. Además, como sicólogo y como emprendedor con casi veinte años de experiencia, es mucha el agua que he visto correr debajo del puente.

Es decir, es mucho lo que vi ocurrir, muchos los cambios de los que fui testigo, muchos los falsos gurús que mostraron el cobre y los pies de barro, muchos los mentores que se transformaron en impostores. Al final, empero, la vida se encargó de seleccionar lo mejor, de escoger a los mejores, de poner a cada uno en su lugar.

Es una selección natural: los que recorrían el camino con cargas pesadas (pasado, culpas, falta de pasión, desinterés, tibieza, deshonestidad…) finalmente se rindieron. En cambio, aquellos que soportaron los embates del destino, que cayeron 10 veces y se levantaron 11, que hicieron oídos sordos a los pronósticos de los mediocres, fueron los triunfadores.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

No dejes que nada se interponga entre tú y tus sueños. ¡Ve, búscalos!

Una de las realidades que más me golpea, porque me parece un contrasentido y porque la he sufrido en carne propia, es que cuando intentas sobresalir por medios legítimos y por las buenas, surgen los enemigos gratuitos. Bien se dice que la mejor forma de generar simpatías y caerle bien a la gente es no hacer nada.

Sin embargo, prefiero saber que hay gente que no me soporta, que no me pasa, pero hacer mucho. No es algo que me trasnoche o me incomode, por cierto. A través de mi experiencia, aprendí (a los golpes) y entendí (con paciencia) que, para ser feliz y exitoso en la vida, para ser próspero y prestar un servicio, hay que pagar un precio.

Uno que a veces es elevado: granjearse enemigos gratuitos, soportar la deslealtad de quienes te juraron amor eterno, lidiar con agentes del mercado que solo quieren beneficios gratuitos, luchar contra una competencia dispuesta al todo vale. Y lo he pagado. De hecho, no debo un centavo, a nadie.


No necesitas la aprobación de otras personas para ir a buscar tus sueños,
tu felicidad, para ser exitoso. Convierte esa desconfianza en una
fortaleza y enfócate en lo único importante: ser tu mejor versión.


Y vivo feliz, y soy próspero, y tengo éxito, y me encanta el trabajo que tengo, y vivo agradecido de cuanto me dan y me enseñan mis clientes, y bendigo a mis padres, a mi familia y a mis mentores por ayudarme en este proceso de construir mi mejor versión. Que no es la actual, sino la que puedo enriquecer mañana, y pasado mañana…

La vida me regaló el privilegio de ser mentor de personas maravillosas como tú. Un honor que no tengo cómo retribuir más allá de mi trabajo honesto y mi mejor esfuerzo. Por eso, me preocupo no solo por enseñarte lo que debes hacer para alcanzar tus sueños, sino también, y de manera muy especial, qué errores debes evitar.

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A veces, el mundo se nos desordena, y eso no está tan mal. Quizás sea muy provechoso.

Si quieres ser tu mejor versión, por favor, no cometas los siguientes:

1) Desconfiar de ti: la mente es perfecta y te permite alcanzar lo que te propones, si te lo propones (y si trabajar para conseguirlo). Pero, debes entender que el primer paso para ser feliz y exitoso no es desearlo, sino creerlo. ¡Sí, creer que eres capaz de llegar a la cima!¡Sí, creer que te mereces eso que sueñas!

Cuando eres emprendedor, aprendes a convivir con una realidad desagradable: casi nadie creerá en ti. Te tildarán de iluso, de soñador, de fanfarrón, y solo se manifestarán si llegas la cima, si acaricias el éxito. Cree en ti, quítate las cadenas del miedo, trabaja con tesón y la vida se encargará de darte la razón de las maneras más increíbles que puedas imaginar.

2) Resistir el cambio: una realidad compleja, pero apasionante, del mundo actual es el cambio constante. Nuestros padres y abuelos crecieron en uno distinto, en el que la vida transcurría prácticamente en el mismo escenario. A nosotros y a las generaciones del siglo XXI, nos tocó uno dinámico en el que lo que hoy fue, mañana ya no es.

Si para la vida la resistencia al cambio es un problema, es más grave si lo trasladamos a los negocios. Y más si son negocios por internet. Adáptate, aprende a disfrutar los cambios, aprende de los cambios. Si quieres ser competitivo, si tu anhelo es ser tu mejor versión, debes ser camaleónico, debes aprender a bailar al son que te toquen.

3) Hibernar en la comodidad: este es el obstáculo más frecuente y el más difícil de superar. Es el mayor riesgo para el emprendedor, una fiera salvaje que se devora los sueños de quienes se quedan a vivir allí. Como lo escribí en la edición del MG La Revista del mes de julio, la zona de confort no es otra más que la zona de infelicidad y fracaso.

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No esperes la aprobación de los demás: sé feliz con lo que haces, sigue adelante.

Ese lugar es una celda en la que tu vida se convierte en un infierno en el que no puedes disfrutar la belleza de la existencia. Sal de allí, sacúdete y bríndate una oportunidad para descubrir que las dificultades son solo el condimento de la felicidad, la prosperidad y el éxito. Vence tus miedos, quítate las ataduras y ve, lucha por tus sueños.

4) No sabes qué quieres: para muchos, una pequeña piedra, pero suficientemente grande para hacerte tropezar. Entre los emprendedores, hay dos tipos de personas: las obsesivas, que se casan con una idea y no cambian, ni cuando fracasan; y las ilusas, que creen que internet es magia y esperan un guiño del destino para ser ricas y exitosas.

Y el origen de problema, para unas y otras, es que no saben lo que quieren. No te lances al agua antes de saber con exactitud qué quieres, sin tener el sustento académico requerido y sin haber diseñado un plan para conseguirlo. Si no sabes a dónde quieres llegar o qué pretendes alcanzar, siempre terminarás con las manos vacías.

5) El qué dirán: hazte a la idea de que siempre te van a criticar. Si lo haces, porque lo haces; si no lo haces, porque no lo haces. He aprendido que el deporte favorito de ciertas personas es sentarse a disfrutar el fracaso de otros y/o criticar su éxito. Por eso, también aprendí que la mejor estrategia para evitar molestias es hacer de cuenta que soy invisible.

Haz oídos sordos de las críticas, que generalmente son producto de la envidia, y también de los elogios, que casi siempre esconden un interés. Aprende a quién escuchar, sé selectivo a la hora de escoger a los que pueden señalar tus errores y dedica tus fuerzas, tus energías y tus recursos a trabajar.