De acuerdo con organizaciones gubernamentales y privadas de España, Latinoamérica y el Caribe, en 2025, que está a la vuelta de la esquina, al menos el 25 por ciento de la población en nuestros países será conformada por personas con edades en el rango entre 50 y 65 años. El 25 por ciento, es decir, la cuarta parte de la población total.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una entidad que trabaja bajo la égida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las tendencias demográficas indican que la población de la región madura lentamente. Eso significa que en los próximos años habrá más viejos que hoy, aunque con características distintas.
Uno de los hechos llamativos de algunos estudios que conocí es que otro 25 por ciento, es decir, otra cuarta parte de la población en 2025, estará conformada por menores de 15 años. Recapitulando: el 50 por ciento de los habitantes de Latinoamérica y el Caribe, exactamente la mitad, serán niños/adolescentes o adultos mayores.
¿Sabías eso? ¿Estás preparado para una situación como esa? Si haces negocios por internet y tienes una proyección hacia el futuro (todos deberíamos tenerla), estos datos, sin duda, son de tu interés. ¿Por qué? Porque ese va a ser el mercado en el que vamos a trabajar, ahí están nuestros clientes a corto y mediano plazo.
Una de las cifras que llama la atención es que la expectativa de vida en la región viene en aumento desde hace varios años. Mientras en 1990 estaba apenas arriba de los 60 años, para 2025 se estima en 75, y se estima que en 2050 llegue a los 80 años. Como ves, es una tendencia que viene de hace décadas y que muchos, la mayoría, desconocen.
Una de las dificultades más frecuentes (o quizás la única dificultad permanente) que nos encontramos los emprendedores en el camino es la necesidad de encontrar nuevos clientes. Y seguramente parte del problema radica en que por lo general nos enfocamos, dirigimos nuestros esfuerzos y mensajes, a la misma población: la económicamente activa.
Los menores de 15 años, por obvias razones, no tienen el conocimiento y, menos, el poder adquisitivo. Y los mayores de 50, en muchos de nuestros países (¿en todos?) son considerados obsoletos, desechables laboralmente. Obviamente, por encontrarme en ese grupo, no estoy de acuerdo; es más: creo que es la mejor edad de la vida productiva.
En el nicho de los ‘bloomers’, las personas se sienten 10 años más jóvenes
de lo que son, les preocupa más la actitud hacia la vida que la edad y entiende
que los años son apenas un factor, porque lo mejor siempre está por venir.
El problema surge porque atamos negocios por internet con tecnología y asumimos que los adultos mayores son incapaces de adaptarse a ella. ¡Error, otra vez error! Una de las experiencias más enriquecedoras de varios eventos que llevé a cabo en años recientes fue ver cómo este nicho, los adultos mayores, cada vez era más significativo en el auditorio.
Fue, entonces, cuando entendí que, si bien es lógico enfocar las acciones en el público económicamente activo y que además está conectado a la tecnología y sus avances, sería una torpeza desechar a este otro nicho que no solo tiene poder de compra, sino que también está en capacidad de ofrecernos aportes que son muy valiosos.
¿Cuáles? Experiencia, conocimiento, capacidad de adaptación, tolerancia, fortaleza para superar los errores (ya se cometieron muchos y, por ende, se perdió el miedo), pasión, convicción. Quizás la equivocación más grande, la mayor injusticia que cometemos cuando hablamos de los adultos mayores, es creer que sus sueños se extinguieron. ¡Y no es así!
La agencia de marketing GfK, de España, realizó recientemente en Madrid un encuentro anual dirigido a ese segmento del mercado comprendido entre 50 y 65 años. ¿La intención? Establecer las claves para conectar con esos consumidores. En ese país, según el estudio, representa el 21 por ciento de la población y el 29 por ciento del consumo.
Además, un dato superinteresante: ganan un 30 por ciento más que el promedio de las personas de otros grupos de edad y gastan el 70 por ciento de sus ingresos. Estas cifras, por supuesto, derrumban de tajo las afirmaciones de que no son consumidores activos, de que carecen de poder adquisitivo, de que no están interesados en los productos actuales.
Cifras reveladoras
A estos consumidores se los denomina bloomers, mezcla de boomers (baby boom) y boom (florecer). Se estableció que el 73 por ciento vive en pareja y en hogares en los que ya no están los hijos. Eso significa que no solo disponen de tiempo, sino también, de dinero: sus obligaciones principales ya terminaron y ahora pueden disfrutar de lo que producen.
El estudio arroja datos muy interesantes: el 54 por ciento está conectado a internet con frecuencia (otro mito que se derrumba) y sus ingresos anuales supera los 50.000 euros (59.000 dólares). De hecho, más del 30 por ciento gana 70.000 euros al año (83.000 dólares). ¿Te das cuenta de las oportunidades que representa este nicho del mercado?
Si aún no te convences, te doy otras cifras que me dejaron pasmado: el 17 por ciento gasta su dinero en productos/servicios relacionados con el bienestar, el 16 por ciento lo hace en el sector retail y el 14 por ciento, en viajes y actividades ligadas al ocio. ¿Sumaste? El principal interés para el 47 por ciento de esa población es disfrutar la vida.
Si te preocupa su conexión con la tecnología, despójate de esos temores: el 88 por ciento de los bloomers navega a través de su dispositivo móvil y la segunda opción es el computador. ¿Qué es lo que más les importa? La honestidad de la persona/marca con la que tratan (el 88 por ciento la eligió) y la simplicidad de los procesos (75 por ciento).
Una de las leyes del marketing reza “No busques clientes para tus productos; crea productos para tus clientes”. Pensando en este nicho con edades entre 50 y 65 años, es claro que esta es una de esas oportunidades en las que hay que aplicarla para tener éxito. Y está claro también qué es lo que buscan esas personas, a dónde dirigen sus inversiones.
Una de las premisas del trabajo de los marketeros en adaptarnos a las características, condiciones y exigencias del mercado. En un futuro cercano, en el año 2025, según las cifras oficiales, tendremos un nicho muy atractivo al que debemos comenzar a cultivar ya. El peor error que podríamos cometer sería seguir haciéndole el feo, mirándolo con recelo.
Es un público cada vez más amplio, con sólida educación financiera, con poder adquisitivo y que ha vivido (y sufrido) la transformación digital sin morir en el intento. No es un nicho de viejos, como algunos lo suele llamar, sino de consumidores maduros con ganas de probar nuevas experiencias, de romper esquemas, y con un objetivo claro: gozar la vida.