Los boletines electrónicos, como lo he dicho otras veces, son pilares fundamentales de mi estrategia de marketing. Son la herramienta que utilizo con mayor frecuencia para comunicarme con mis clientes, contigo. Lo hago prácticamente todos los días, inclusive varias veces al día, según las circunstancias y las necesidades.
A pesar de que está comprobada y requetecomprobada la utilidad de los boletines electrónicos, con frecuencia todavía escucho comentarios o preguntas de marketeros que dudan de su efectividad. De hecho, hay personas que prefieren otras herramientas, porque parten de una premisa que nunca tuvo sustento: que se molesta al receptor.
Vamos a dejar algo en claro: al receptor no le molesta recibir correos electrónicos. Lo que sí le molesta, y tiene además toda la razón, es que su bandeja de entrada se llene de basura, de mensajes cuyo contenido es apenas promocional y muchas veces de dudosa procedencia. También le molesta (a todos, de hecho), recibir eso que llamamos spam.
Supongo, sin embargo, que tú eres un emprendedor serio y responsable, una persona respetuosa de la privacidad y de las libertades de tu cliente. Eso significa, entonces, que no envías spam y que los correos que parten de tu bandeja de salida tiene un objetivo claro y específico: brindarle contenido de calidad a tus clientes, a tu mercado.
Eso es, exactamente, lo mismo que yo hago. El usuario de la red es una persona educada, que conoce las etiquetas que se manejan y que en esencia las respeta. La mayoría las respeta. Además, en caso de caer en manos de uno de aquellos molestos personajes que se dedican a enviar basura, las herramientas hoy tienen efectivas opciones para bloquearlos.
Dicho esto, espero que te claro que no es cierto aquello de que a la gente le moleste recibir correos electrónicos. Además, partimos de la base de que las personas a las que se los envías son aquellas que de manera voluntaria y consciente se suscribieron a tu boletín, te entregaron sus datos. Ese es un permiso que te brindan y que debes saber aprovechar.
El siguiente tema, que inquieta a muchos emprendedores, es con qué frecuencia se deben enviar los boletines electrónicos. En este asunto, como en tantos otros de internet, no hay reglas establecidas. Nadie te puede decir que es más efectivo (o menos) si envías uno o dos a la semana, porque eso solo lo puedes establecer tú de común acuerdo con tu lista.
Cuando digo ‘común acuerdo’ me refiero a que necesitas estar pendiente de tus métricas, saber cuántos y quiénes de tus receptores efectivamente abren tus correos, cuántos hacen clic en los enlaces que envías. Si notas que envías varios correos y no los abren, tienes que revisar el contenido y analizar también si la frecuencia es excesiva y molesta.
La premisa fundamental es que necesitas estar en contacto frecuente con tus clientes, con el mercado. Y que cuando lo hagas vía correo electrónico debe ser para proporcionales contenido de calidad. Si solo envías un mensaje al mes, seguramente tus clientes se enfriarán; si los bombardeas todos los días, es probable que se incomoden.
La coherencia es vital
Hay un aspecto que debes tener en cuenta, sin embargo. Si a tu lista le prometiste que enviarías un boletín electrónico a la semana, los días jueves, ¡debes cumplir! Si no lo haces, pierdes credibilidad, se va disipando la confianza que depositaron en ti. Igual, puedes enviar otro más, un par más, de otros temas, hablando de un evento, en fin.
Es probable que por algún motivo de fuerza mayor no puedas cumplir: si es una vez, no hay problema. Tus clientes entienden a la perfección que eres un ser humano común y corriente y puedes enfermarte, o sufrir inconvenientes que te impidieron cumplir. Lo malo es cuando ese incumplimiento se convierte en un hábito: el cliente se desorienta.
No olvides que una de las premisas del marketing es la recordación. Tampoco pierdas de vista que hoy la gente anda muy enredada en una realidad compleja y avasallante, que a veces la desconecta de nosotros. Entonces, hay que actuar con tacto, suavecito, para que no nos mande al baúl de los recuerdos. Por eso, es tan importante el contenido de calidad.
El peor error que puede cometer un emprendedor en la gestión de sus boletines electrónicos es convertirse en lo que los jóvenes de hoy llaman ‘un intenso’. Esos personajes que están todo el tiempo haciendo ruido para que noten su presencia son justamente lo que terminan bloqueados, los que sufre más bajas en sus listas de suscripción.
Recapitulemos, entonces, para dejar claros los puntos importantes: no hay reglas que te indiquen cuál debe ser la frecuencia de envío de tus boletines electrónicos. Lo fundamental es que cada vez que pinches la tecla de envío, estés seguro de que tus clientes van a recibir contenido de calidad y, por tanto, lo van a agradecer.
Cumple los compromisos que fijaste en cuanto a cantidad y periodicidad de los envíos; esa es una de las características que el dan seriedad a tu marca, uno de los factores que el cliente valora. No olvides que el ser humano es un animal de costumbres: si hay algo que le moleste es que le nieguen algo que ya daba como propio, algo que le interesa.
La coherencia es una de las características que te distinguen de la competencia. Entonces, no la desprecies. Coherencia, en la vida y en los negocios, es que haya concordancia entre lo que piensas, lo que sientes, lo que dices y, sobre todo, la forma en que actúas. Esa es una premisa que aplica perfectamente a la estrategia de tus boletines electrónicos.