Si tú me preguntas cuáles son los mayores beneficios que puedes obtener a través de tu estrategia de email marketing, no lo dudaría: la creación de tu lista (tu base de datos) por suscripción voluntaria y aportarles valor a tus clientes (contenido). Hay muchos otros, por supuesto, pero ninguno otro resulta tan decisivo para la consolidación y la subsistencia de tu negocio.

Cuando comencé a hacer negocios por internet, hace veinte años, el mundo era muy distinto al actual. La red era precaria, las comunicaciones eran lentas, los computadores eran arcaicos y muy costosos y el conocimiento era prácticamente nulo. No había redes sociales, dispositivos móviles o tantas aplicaciones y herramientas poderosas que hoy nos permiten tener una vida virtual.

La única herramienta que se había desarrollado, aunque en una versión muy limitada, era el email. Se popularizó cuando aparecieron los proveedores de correo electrónico gratuito: la primera fue Hotmail, creada por Sabeer Bhatia y Jack Smith, compañeros de un posgrado en la prestigiosa Universidad de Stanford. La presentación en el mercado ocurrió el 4 de julio de 1996.

Más allá de los pormenores tecnológicos, la dificultad era que había pocos usuarios. El uso del computador no se había extendido por los elevados costos de las voluminosas máquinas y la red era rudimentaria, porque había muy pocas páginas y porque los planes de conexión eran costosos. A pesar de esas dificultades, el email era la herramienta más poderosa para hacer negocios.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

El email sigue siendo el rey para llamar la atención de tus clientes.

No te imaginas cuán difícil era establecer una relación con los clientes, a la distancia. No solo por las ya mencionadas dificultades, porque la red estaba muy limitada, concentrada en algunas zonas de las grandes ciudades, sino por la falta de conocimiento y la desconfianza. En realidad, la desconfianza era producto del temor que implicar empezar una relación con un desconocido.

Y no solo desconocido, sino alguien al que ni siquiera podías ver: en esa época, en internet solo se podía incluir textos. Las fotografías se demoraron en aparecer y el video llegó bien entrado este siglo XXI. Entonces, en esas condiciones, el éxito y la supervivencia de tu negocio dependían de tu habilidad para desplegar estrategias impactantes, para emitir mensajes convincentes y confiables.

Después internet se masificó, la tecnología evolucionó con rapidez y la red se transformó en una herramienta global con posibilidades prácticamente ilimitadas. Y el email se fortaleció, se volvió una herramienta robusta y poderosa, en la columna vertebral del marketing. Es cierto que hoy disponemos de otras alternativas, pero te aseguro que ninguna es igual al email marketing.

Hoy, la premisa fundamental de los negocios, dentro o fuera de internet, es aquella de establecer una relación cercana y directa con tus clientes. Para cumplir ese objetivo, el email sigue siendo el rey. Aunque hay muchas otras formas de conectarte con tu cliente, ninguna supera las ventajas del correo electrónico. Eso sí, con una condición: que esa persona te haya autorizado el envío.

No hay nada más molesto que recibir mensajes, especialmente aquellos con contenido publicitario o cuyo único objetivo es vender, sin saber quién es el emisor o, aunque se lo conozca, sin haberle dado autorización para que nos envíe correos. Ese, increíblemente, es un error estratégico que aún hoy cometen muchas grandes empresas y, claro está, muchos emprendedores.


El email marketing es como la plastilina: lo puedes moldear a tu gusto,
a las necesidades de tu negocio. Esa versatilidad, sin duda, es una de
las características más poderosas de la herramienta.


El primer diferencial de tu negocio, de tu marca, debe ser respetar la voluntad del usuario. Si él, de manera voluntaria y consciente, no te confía sus datos (nombre y dirección de correo electrónico), no cometas el grave error de enviarle mensajes como si fueran amigos de toda la vida. Ese es un grave error que se paga caro: incómodo, te cierra la puerta de su vida, quizás para siempre.

Si lograste que te abriera la puerta y que te autorizara el envío de mensajes, el siguiente paso es aportarle valor, solo valor. Tan molesto como recibir emails no autorizados es recibir algunos que solo contengan publicidad o, en últimas, carezcan de un contenido importante y valioso. Si esa persona percibe que tus envíos son prescindibles, no dudará en darse de baja o bloquearte.

Aquella época en la cual podías enviar correos electrónicos a todo el mundo quedó en el pasado y hoy, debido a lo que podríamos llamar la saturación digital, hay que ser cuidadosos. Asumiendo que cumples con estas dos premisas indispensables (base de datos de suscripción voluntaria y envío de contenido de valor), estos son 5 beneficios de una buena estrategia de email marketing:

1) Posicionamiento: si bien hoy las redes sociales y las páginas web son muy importantes para alcanzar este objetivo, el email no pierde su poder. Un buen mensaje te permite darte a conocer, llamar la atención del mercado y, una vez que te abren la puerta, establecer una relación con esas personas. A partir de ese momento, tu tarea consiste básicamente en aportarles valor.

2) Segmentación: en el pasado, tú generabas un correo electrónico y lo enviabas a todo el mundo por igual. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que ese mensaje muchas veces se perdía o les llegaba a personas que no estaban interesadas. Con las listas de suscripción voluntaria, en cambio, tus emails se dirigen exclusivamente a prospectos o clientes que ya manifestaron su interés.

3) Impacto: la combinación del posicionamiento y de una buena segmentación del mercado deriva en un gran impacto. El mercado no solo te reconoce, sino que también te percibe como un experto en el tema y cree en lo que dices. Mientras respetes las reglas del juego y le aportes valor, el mercado confiará en ti, creerá en ti, y te elegirá como la solución ideal a su problema.

4) Interacción: está bien que la mayoría de la interacción virtual se da a través de las redes sociales, pero también es cierto que cuando esa interacción está relacionada con trabajo o con conocimiento, el email marketing sigue siendo el medio preferido y más efectivo. La ventaja es que las plataformas de correo electrónico han evolucionado y son muy completas y potentes.

5) Acción: de nada vale una estrategia de email marketing si no está enfocada en provocar una acción determinada por parte de tu cliente. Que se suscriba a tu lista, que descargue un material, que vaya a una página de aterrizaje, que se inscriba en un webinar o que compre. El llamado a la acción es la razón de ser del email marketing y el camino más corto para darle valor al mercado.

Lo repito porque es muy importante y porque muchos emprendedores lo omiten: hoy, la premisa fundamental de los negocios, dentro o fuera de internet, es establecer una relación cercana y directa con aquellas personas que de manera voluntaria hayan mostrado su interés en lo que les ofreces. Para cumplir ese objetivo, nada más poderoso que el email marketing…