Los seres humanos somos expertos en saber. Y nos sentimos orgullosos de los que sabemos, y presumimos de lo que sabemos, y le gritamos al mundo todo lo que sabemos. Sin embargo, a la hora de la verdad nadie nos oye, nadie nos atiende: es como estar en lo más alto de una montaña perdida en la inmensidad del horizonte: la única respuesta que recibimos es la del eco.

Este, déjeme decirlo, es un mal que abunda entre los emprendedores. A muchos no les gusta cuando lo digo, pero es la realidad y en mi condición de número uno del mercado estoy seguro de que serán más los que lo agradecerán que aquellos que se quejarán. Lamentablemente, son muchos los emprendedores que saben, que son bibliotecas ambulantes, pero que no hacen.

Y, con tu permiso, te digo que a este mundo llegamos para hacer. El conocimiento es necesario, el aprendizaje es necesario, pero tu paso por la vida no dejará huella si no consigues hacer. Aplica para la vida, para los negocios, para las relaciones, para lo que quieras. Por eso, la esencia de mi trabajo es la educacción. Sí, educación + acción, es decir, saber, pero, sobre todo, hacer.

A través de mi trayectoria, que ya supera los 21 años, he tenido el privilegio de apadrinar a cientos de emprendedores en Iberoamérica. Muchos de ellos, afortunadamente, se convirtieron en casos de éxito. Sin embargo, lo que más me llena de orgullo y satisfacción es que hoy son referentes de sus mercados y, lo más importantes, agentes de transformación de otras personas, como tú.

Conozco a muchas personas que asisten a eventos presenciales, que toman cursos virtuales, que pagan asesorías profesionales, que invierten en su formación. Sin embargo, nunca llegan a ser emprendedores. ¿Por qué? Porque nunca pasan a la acción. Se quedan en esa etapa de eternos aprendices y se les pasa el tiempo sin conseguir ejecutar algo de lo que aprendieron. ¡Qué dolor!

Conozco a otras más que, aunque carecían del conocimiento adecuado, se lanzaron al agua. Su prioridad era obtener ingresos de manera rápida y siguieron el consejo (el mal consejo) de los vendehúmo y le apostaron a un albur. Por supuesto, perdieron. Perdieron porque los negocios no son un juego, no son una apuesta: la falta de conocimiento dio al traste con sus aspiraciones.

Conozco también a personas que hicieron bien la tarea. ¿Eso qué quiere decir? Se capacitaron, invirtieron en conocimiento y luego pasaron a la acción. Sin embargo, no alcanzaron los resultados previstos. Unos, porque se dedicaron a sacar productos todos los meses, y no venden ninguno; otros, porque tienen bajo porcentaje de conversión; y unos más, porque se quedaron sin dinero.

¿En cuál de los grupos que mencioné estás tú? Con la mano en el corazón, ¿cuál de estos dolores es el que te aqueja? No tiene sentido que respondas con una de las excusas convencionales o, peor aún, que te engañes: el único que pierde eres tú. Además, porque la misión de mi vida, porque mi compromiso como emprendedor es brindarte una ayuda, si me lo permites.

¿Me lo permites? Asumo que sí. Entonces, vamos por partes. Si eres del grupo de los que invirtieron en su formación, pero nunca pasaste a la acción, seguro es por alguna de estas dos razones. La primera, que es más común de lo que crees, porque tienes miedo al fracaso; la segunda, porque no contaban con la asesoría idónea, porque no tenían un verdadero mentor.

Por el contrario, si eres del grupo de los que se lanzaron al agua sin el conocimiento adecuado, lo mejor es que te hagas un alto en el camino y aprendas lo necesario para lograr tus metas. Si no aprendes a hacer buen marketing, si no puedes conectarte con el mercado, ningún producto que ofrezcas se venderá. Por buen producto que sea. Sin conocimiento no hay negocio, ni resultados.

Ahora, si perteneces al último grupo, el de aquellos que se capacitaron primero y luego tomaron acción, pero no logran los resultados esperados, tengo buenas noticias para ti: si me lo permites, puedo ayudarte a cumplir tus metas. Me avalan no solo 21 años de trayectoria y mi condición de referente del mercado, sino mi genuino interés por ayudarte a transformar tu vida, ¡ya!


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

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‘Saber’ es importante, es imprescindible, pero no es suficiente. En la vida, como en los negocios, la diferencia está en ‘hacer’. Sin embargo, lo que realmente distingue a los exitosos, a los que logran sus metas y transforman su vida, a los que dejan huella, es ‘saber hacer’, es decir, implementar. ¿Qué significa? Llevar a la práctica, ejecutar, el conocimiento adquirido.


Por eso, estoy seguro de que lo que tengo para ti es justamente lo que necesitas. ¿De qué se trata? Del Seminario-Taller de Implementación que impartir, a través de internet, todos los sábados de mayo (del 4 al 25). El mayor beneficio es que conocerás la diferencia entre ingre$o$ ordinarios (eventuales) e ingre$o$ extraordinarios (recurrentes y consistentes). ¿Sabes cuál es?

La implementación. Es la educación que les impartí a quienes hoy son referentes del mercado, número uno de sus nichos. Es la educación actualizada que me permite mantenerme como el modelo a seguir en la industria. Son las herramientas y los recursos que me dan la posibilidad de automatizar mi negocio y generar ingresos recurrentes mientras disfruto del estilo de vida de internet.

¿Te interesa? ¿Crees que esto es para ti? ¿Estás dispuesto a tomar un riesgo que te conduzca a transformar tu vida y tu negocio? ¿Estás decidido a dejar atrás ese pasado de frustraciones y quieres comenzar un camino de satisfacciones? ¿Aceptas el reto de trabajar para aprovechar tu conocimiento y experiencia y ayudar a otros? ¿Vas a dejar pasar esta oportunidad única e irrepetible?

Te doy cinco razones por las cuales tu respuesta a todas las preguntas anteriores (EXCEPTO a la última, que es un NO rotundo) debería ser un SÍ contundente:

1) Ya lo hice: algún día, yo estuvo en tu situación. Me equivoqué y desperdicié tiempo, dinero y oportunidades, hasta que me formé e implementé: es lo que me mantiene como número uno

2) Ya ayudé a otros: mi mejor carta de presentación son los múltiples casos de éxito, personas a las que he ayudado a cumplir sus sueños y que hoy tiene negocios prósperos y la vida que desean

3) Yo sé hacerlo: no soy un catedrático de aula y textos, sino un operario de campo, es decir, no solo lo sé hacer, sino que además lo hago: te enseñaré lo mismo que hago en mi negocio

4) Me importas tú: no estoy detrás de tu dinero. El Seminario-Taller de Implementación cuesta mucho menos de lo que en realidad vale tanto contenido de calidad. Me interesa tu bienestar

5) Te acompaño: nadie, en la vida o en los negocios, alcanzó el éxito sin la ayuda de otros, de quienes ya recorrieron ese camino y lograron sus metas. Te acompaño hasta que llegues a la cima

Quizás tú, como yo y como otros, desperdiciamos muchas buenas oportunidades y malgastamos tiempo, dinero y energías en proyectos que se quedaron a medio hacer o terminaron en fracaso. Esta vez, te lo garantizo, será diferente si tomas la decisión de participar en el Seminario-Taller de Implementación para que conviertas tu negocio en una máquina generadora de buenos clientes.