Esa es una pregunta que me formulan con frecuencia y que por lo general esconde una especie de miedo escénico cuando la pantalla queda en off. A muchos, me lo han confesado, los embarga la emoción por el éxito, porque los clientes aceptaron la invitación y compraron, porque la satisfacción es incontrolable. Otros, mientras, se ‘desconectan’ por completo, para darse un respiro del estrés que significó llevar a cabo esta actividad.

Son reacciones naturales que yo mismo experimenté años atrás cuando empecé a utilizar esta poderosa herramienta que son los webinarios. Sin embargo, con el tiempo aprendí que tan pronto aparece esa pantalla en negro ¡es que en verdad comienza el trabajo! El webinario, lo sabemos, es apenas una herramienta, el instrumento para llegar a tus clientes, pero el trabajo, que es convertir los prospectos en clientes, viene después.

El control de las emociones, especialmente de las negativas, es un arte que el emprendedor debe aprender si quiere alcanzar el éxito. Por supuesto, eso incluye las emociones positivas, que a veces también nos hacen perder la perspectiva, porque como en el deporte, las victorias ocultan los errores y nos hacen creer que todo está bien, que no hay que corregir. En el caso de los webinarios, además, falta una de las tres etapas.

La fase previa, de la que hablé en la nota En la planeación radica el éxito de tu webinario, es crucial para evitar las improvisaciones y, sobre todo, para garantizar que tú tienes el control de lo que ocurre en la presentación. Después viene el durante, que es muy importante, tal y como lo vimos en la nota El paso a paso de tu webinario exitoso, pero lo vital es reconocer que aún no terminó el trabajo. Al contrario, apenas comienza.

Hay unas tareas operativas, otras propias de tu estrategia de marketing, que requieren toda tu atención tan pronto aparece la pantalla en off. La primera es cambiar tu página de captura por una que permita la inscripción a la reproducción del webinario. Ten en cuenta que algunas personas pudieron perderse la actividad así estuvieran inscritas o que no la observaron en su totalidad. Inclusive, pudo haber algunas que no la vieron y les interesa y hay que darles esa oportunidad.

Así mismo, debes preparar el archivo de la grabación, pulir cualquier detalle que puede causar alguna mala impresión, y dejarlo listo para esa reproducción. Alista la página de la grabación y, sobre todo, no olvides determinar una fecha de expiración. A los clientes hay que educarlos para ser mejores, acostumbrarlos a que hay condiciones que debe cumplir para obtener los beneficios y, sobre todo, a que deben aprovechar las oportunidades. Eso, créelo, impulsa a muchos de los indecisos.

Otra labor indispensable es promocionar la grabación: no porque haya sido un éxito hay que detener las tareas de marketing. A estas alturas, ya debiste contactar a tus afiliados para que te colaboraran en la difusión y, claro, debiste enviar un correo a tu lista. Recuerda que el refuerzo es una labor indispensable, un pilar de tu estrategia de marketing, y no puedes pasarla por alto cuando tienes un producto (webinario) que es útil para tus clientes.

Otra actividad vital, porque es la que marca diferencias que después se traducen en mayores ingresos, es el seguimiento: NO OLVIDES, así en mayúscula, agradecer a quienes te compraron; felicítalos por su inversión y mantén abierta la puerta. RESPONDE, también en mayúscula, los correos de soporte, algo que contribuye a la conversión (no dejes a la gente en el aire). Y, por último, contacta a los que asistieron, pero no compraron: su retroalimentación es muy útil.

Y ya casi llegamos a la meta de esta extenuante maratón. Una vez expire la grabación, estarás a dos pasos de ponerle punto final a la actividad de tu webinario. Una gestión importante es agradecer a tus afiliados la colaboración brindada y, por último, hay que pagarles la comisión que prometiste. Ahí sí, entonces, puedes respirar tranquilo y, lo mejor, te puedes tomar un pequeño descanso antes del próximo webinario.

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