Por estos días de confinamiento, el decretado por las autoridades o el autoimpuesto por cuidado y responsabilidad, nos embarga la nostalgia. Al comienzo, cuando estalló esto del coronavirus y la vida nos cambió radicalmente, nos hacían falta aquellas actividades y rutinas a las que estábamos acostumbrados de tiempo atrás. Ahora, en cambio, extrañamos otra clase de situaciones.
En una reunión virtual con un grupo de clientes, con los que no solo compartimos de negocios, sino que también procuramos que cada uno sea un apoyo personal para los demás, discutimos el otro día acerca de aquello que nos hacía falta en el confinamiento. Por supuesto, las opciones fueron diversas y coincidimos en que ahora echamos de menos lo que nos hace más felices.
¿Por ejemplo? Ese restaurante donde preparan ese filete de carne jugosa que provoca que se te haga agua la boca, la terraza de esa cafetería en la que te sientas con tus amigos a contemplar el panorama mientras bebes un buen café caliente. O, quizás, esa ruta al aire libre que transitas en las mañanas a pie o en bicicleta o ese parque al que acudes por las tardes con tus hijos.
Una de las enseñanzas más valiosas que nos ha dejado esta crisis es que redescubrimos el valor de lo simple, de aquello que no podemos comprar con todo el dinero del mundo, pero que es muy importante en nuestra vida. Acostarte tranquilo a sabiendas de que tu familia descansa sin riesgo o preparar el desayuno juntos y reírnos a carcajadas porque la cocina quedó hecha un desastre.
Repito: nada que puedas comprar con dinero, pero algo que hace que tu vida sea realmente valiosa, bendiciones que agradeces todos los días y que le dan sentido a tu vida. Son esos lugares y esos momentos que quedaron grabados en tu memoria porque allí viviste experiencias que no olvidas, que quisieras repetir para replicar esa sensación de felicidad que tanto te hace bien.
No sé a ti, pero esa es una de las circunstancias de este encierro que me producen ansiedad es la impotencia. Sí, hay momentos en los que me siento con las manos atadas, que no sé cómo puedo contribuir a mejorar la situación más allá de lo que puede hacer con mi trabajo. Por eso, llamó mi atención la iniciativa ciudadana #EstamosAbiertos, que fue puesta en marcha en España.
“#EstamosAbiertos es una iniciativa ciudadana que nace con el objetivo de ayudar a los pequeños comercios que permanecerán cerrados durante la crisis del COVID-19. Ha sido creada por un grupo de personas e instituciones que observan con preocupación cómo muchos de estos comercios de barrio se enfrentan a una situación límite que puede provocar su cierre”, dice la página web.
Si bien la crisis nos ha golpeado a todos, grandes, medianos o pequeños, empresarios o emprendedores, es claro estos negocios a los que acudíamos habitualmente han sentido el golpe con mayor rudeza. ¿Por qué? Porque son los que viven del día a día, que no poseen la capacidad para generar grandes excedentes. Son parte de nuestra vida y nosotros somos toda su vida.
“Bares, tiendas o negocios que cada día suben el cierre y que aportan a la sociedad su dinamismo, su perseverancia, sus conocimientos y en muchas ocasiones nos entregan también su amistad y su cariño. Entendemos que forman una parte fundamental de nuestras vidas y de la actividad de los barrios y no podemos dejarles solos en estos momentos tan complicados”, reza la iniciativa.
¿De qué se trata #EstamosAbiertos? De identificar los principales problemas que aquejan hoy a estos establecimientos y, después, diseñar e implementar las estrategias que les permitan pasar este trago amargo y sobrevivir a la crisis. “Se busca aportar soluciones al pequeño comercio para mejorar su liquidez y recibir dinero por adelantado de sus clientes más fieles”, se explica.
Si bien está claro que no son recursos muy cuantiosos, el objetivo es que con estos dineros esos negocios puedan hacer frente a los gastos de los que tienen que seguir haciéndose cargo así estén cerrados provisionalmente. ¿Por ejemplo? Alquiler del local, servicios básicos (electricidad, agua), proveedores y, por supuesto, los empleados que ven que su trabajo corre serios riesgos.
La crisis provocada por el coronavirus nos está dejando una variedad de valiosas lecciones de marketing que no podemos omitir. Una de ellas es la solidaridad que se desprende de la conexión establecida con los clientes y que sirve para que los negocios pasen este trago amargo.
“Considero que más importante que los recursos es que estos establecimientos puedan sentir nuestro cariño y que sepan que vamos a seguir ahí cuando pase todo esto”, afirmó Christian Rojo, uno de los creadores de la iniciativa. Su trabajo cuenta con el respaldo de Descubrir.com, la consultora estratégica Recúbica y la incubadora de proyectos digitales Portium y CoverManager.
Lo que más me gusta de esta iniciativa de #EstamosAbiertos es que incentiva a los dueños de estos pequeños negocios a ayudarse entre sí, en vez de emprender esfuerzos solitarios que, lo más probable, no van a dar resultados. “Nos convertimos en un lugar de encuentro para las plataformas que estaban lanzando soluciones y también para los pequeños comercios”, explicó Rojo.
Producto de este trabajo de coordinación, ya hay siete iniciativas a las que los clientes se pueden sumar para ayudar a aquellos establecimientos que le son afines. ‘#YoRegaloCuarencena’, ‘#Cuando volvamos’, ‘Manualli’, ‘AdoptaUnBar’, ‘#YoComproConCoco’, ‘Yo por ti, tú por mí’ y ‘#CuandoestoPase’ son los canales a través de los cuales se distribuye la ayuda de los ciudadanos.
‘#YoRegaloCuarencena’ ofrece bonos de regalo que serán utilizados una vez los restaurantes reabran sus puertas. Detrás de esta iniciativa está CoverManager, una empresa tecnológica que se centra en la gestión de reservas con presencia en 6 países, principalmente España y Latinoamérica. “El único requisito es tener fuerzas para remar juntos y salir de este período más fuertes que nunca”, dice.
‘#CuandoVolvamos’ está respaldada por Igeneris, una empresa que se dedica a la innovación de modelos de negocios. Si bien negocios de cualquier tipo pueden publicar sus planes en esta plataforma, en la práctica se impuso que la mayoría son pequeños negocios de barrio. Otra de las característica es que se trata de establecimientos que no pueden ofrecer sus productos online.
‘Manualli’, por su parte, “es un mercado ‘online’ dedicado en exclusiva a las manualidades y a la artesanía, que pretendemos se convierta en la comunidad nacional de referencia en el sector para potenciar las sinergias entre productores, vendedores y aficionados”, dice su web. Es una solución pensada para pequeñas tiendas, artesanos y artistas que quieran vender sus productos online.
‘AdoptaUnBar’ se promueve a través de un atractivo eslogan: “Arrima el hombro ahora, empina el codo después. Tras la cuarentena vas a tener más ganas que nunca”. Apela al sentido de comunidad: “los bares son nuestro punto de unión, allí celebramos, reímos, ahogamos las penas, encontramos el amor. Ahora más que nunca, ellos nos necesitan”. Un mensaje, sin duda, emocional.
‘#YoComproConCoco’, mientras, es una iniciativa mucho más amplia, pues abarca una gran cantidad de opciones. Por ejemplo, cosmética, perfumería y droguería; joyería y relojería; erótica y adultos, animales y mascotas, fotografía y óptica y salud, belleza y medicina, entre otras. Los autónomos y pequeños comerciantes, que gozan de pocas garantías, son su público objetivo.
‘Yo por ti, tú por mí’ fue creada por emprendedores de Santander, La Coruña y Barcelona. Sus acciones están enfocadas en los autónomos y pymes como peluquerías, fruterías, zapaterías, gimnasios o librerías. “El objetivo es que la economía siga fluyendo y nuestra iniciativa da respuesta y cobertura a una necesidad clave: la supervivencia de nuestro tejido empresarial”, dice.
‘#CuandoEstoPase’, por último, fue lanzada por AIZINK, marca comercial de la empresa Innovative Circular Economy, S.L., dedicada al impulso de proyectos e iniciativas dirigidas al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU. “#CuandoEstoPase os queremos a todos ahí. Apoyamos a nuestro comercio consumiendo de forma anticipada para asegurar su supervivencia”.
En el pasado, en el siglo pasado, hacer negocios consistía en vender productos o servicios. Hoy, en cambio, de lo que se trata es de establecer relaciones basadas en la confianza y la credibilidad con nuestros clientes para generar un intercambio de beneficios: hoy por ti, mañana por mí. Eso es, justamente, lo que nos enseñan estas valiosas acciones de la campaña #EstamosAbiertos.
Muy buen articulo de #EstamosAbiertos es precisamente lo que está pasando en el mundo entero, muchas empresas están pasando mal, nadie quedará libre, todas nuestras empresas estamos sufriendo y ayudando aunque sea con unas palabras de aliento.
Alvaro Mendoza Yo te conozco un poco más de 5 años me gustaría hacerle una entrevista.