Vamos a concebir que se antoja una contradicción, pero también hay que decir que es una realidad: el mundo, gracias a la influencia de la tecnología, se globalizó y eso se tradujo en que nos impulsan a seguir modelos idénticos, a ser iguales. Sin embargo, la clave de la felicidad en la vida y del éxito en los negocios es, irónicamente, ser diferentes.
Afortunadamente, nunca sufrí ese problema, pero me aterra ver cómo los jóvenes de hoy se empeñan en seguir modelos, que no siempre son los más adecuados, y lo digo como padre de dos chiquillas a las que no deseo ver en situaciones comprometedoras. Y me aterra también cuántos emprendedores caen en las redes de este monstruo.
El mundo de los negocios actual es muy distinto al del pasado, al del siglo pasado. Antes, con un buen producto era suficiente para diferenciarse en el mercado, para ganarse la predilección de los clientes, para posicionarse como marca. Eso, sin embargo, cambió drásticamente desde la irrupción de internet, que nos brindó un nuevo escenario.
En primer lugar, esa ventaja que tenían las grandes marcas de dominar el mercado a su antojo. Los más fuertes, los que tenían el poder del dinero y de las herramientas, eran los que marcaban el paso. Durante décadas fue así, una especie de tiranía a la que debimos someternos sin tener una opción diferente. Pero, claro, no hay mal que dure cien años.
Por eso, en segundo lugar, cuando internet se convirtió en el nuevo jugador del mercado y nos brindó la posibilidad de competir (aunque sea en una escala diferente a la de esos gigantes), los hábitos del consumidor se modificaron. ¡Del cielo a la tierra! Y cambiaron también las condiciones y, sobre todo, las reglas del juego. ¡A barajar de nuevo!
No te voy a decir que estoy al nivel de Bill Gates, Richard Branson, Elon Musk o alguna otra de esas megafiguras del mercado. Sería mentirte y ofenderte por creerte ingenuo e ignorante, y no lo deseo. Sin embargo, sí puedo decirte que, en mi escala, en mi mercado, tengo el privilegio de ser una referencia, alguien que se destaca, alguien diferente.
Desde que era un adolescente, por esa pasión que tenía por los computadores y la tecnología, no me fue difícil diferenciarme de mis amigos, del común denominador de mi generación. Pasado el tiempo, metido en el mundo de los negocios por internet, fueron mis mentores los que me enseñaron la importancia de este factor.
Ser diferente es una necesidad, pero no puede convertirse en una obsesión.
No tienes que presentarte como un extraterrestre para llamar la
atención del mercado: basta con ser auténtico, con mostrarte como eres.
A lo largo de veinte años de experiencia, aprendí que la clave para dar en el clavo está en encontrar el punto medio, el equilibrio. Es muy difícil, ciertamente, porque no hay un sustento teórico, no hay nadie que te pueda decir cuándo hay carencia o cuándo te pasaste de la raya y entraste en las arenas movedizas del exceso.
Ese, debes saberlo, es un gran riesgo. Un riesgo que debemos evitar a toda costa. Como solía decir mi abuela, ni muy muy, ni tan tan. Es decir, que no falte y que no sobre. Menos hoy, en una época en la que el consumidor es una persona educada, en la que la información de calidad está a un clic de distancia, en la que la competencia es feroz.
Hace poco cayó en mis manos un interesante artículo según el cual el mercado solo acepta una innovación si es un 25 por ciento de novedad y un 75 por ciento de familiaridad. ¿Entiendes lo que eso significa? Que, si tú hoy le ofreces al mercado una imagen con A, B y C características, mañana no te puedes presentar con X, Y y Z.
En un dato bien llamativo, porque la lógica nos diría que la proporción podría ser, justamente, al revés. Sin embargo, debemos reconocer que una de las principales características del ser humano, especialmente de los latinoamericanos, es la resistencia al cambio. Nos apegamos a lo que nos es familiar, nos cuesta incorporar lo nuevo.
De acuerdo con esa cifra, entonces, la actitud más conveniente es la prudencia: está bien que necesitamos diferenciarnos, pero debemos tener cuidado de cuán diferentes nos mostramos. Porque ya sabemos que el mercado no acepta de buenas a primeras lo que no le es familiar, algo a lo que no está acostumbrado, eso que se sale del molde.
Ten cuidado con los extremos
El mensaje que emites es uno de los más claros diferenciadores. No puedes repetir lo mismo que dicen los demás y debes imprimirle tu estilo, tu ideología, tu visión de la vida. Eso es, justamente, lo que el mercado busca en ti: eso es, justamente, lo que te permite ser único, pero a la vez una alternativa especial y atractiva para los consumidores.
Otra característica importante es la autenticidad: muéstrate tal y como eres, sin máscaras, sin maquillaje. Si eres serio, muéstrate serio, aunque un poco de jovialidad no está de más. Si eres introvertido, saca provecho de esa cualidad (sí, es una cualidad si la usas bien); si eres extrovertido, exprésate libremente, pero ten cuidado de no hacer el ridículo.
Supongamos que hay una escala, del 1 al 5, en la que uno es muy frío; dos, frío; tres, tibio; cuatro, caliente y cinco, hirviendo. Si estás en los extremos, corres el riesgo de no captar la atención del consumidor o, en su defecto, de ahuyentarlo. Los puntos intermedios, en cambio, te ofrecen un amplio abanico de posibilidades interesantes.
Pero, no puedes escoger uno de estos niveles y estacionarte ahí, porque podrías volverte invisible para el mercado. Recuerda que lo que mueve al cliente son las emociones y que las emociones son muy variadas: pasamos de la alegría a la tristeza en segundo, del sufrimiento a la euforia… Entonces, debemos aprender a fluctuar en ese espectro.
Al mercado los extremos le generan desconfianza, le producen miedo: eso nos enseña que debemos desarrollar la habilidad de movernos en un terreno de diferentes tonalidades grises, sin irnos al extremo del blanco o del negro. Moviéndote en esos tonos grises, siempre eres visible y difícilmente generarás rechazo por parte del mercado.
Entiende que el buen posicionamiento, ese que te permite ser único y diferente, pero a la vez atractivo, es aquel que ofrece unas características que le son familiares y agradables al consumidor y otras que, sin ser tan comunes, fortalecen el magnetismo, la conexión. Ese, por supuesto, es el escenario ideal, al que todos debemos apuntarle.
El producto (sus características), el precio, tu mensaje, tu marca y el canal a través del cual te comunicas con el mercado son, entre otros, los factores diferenciadores. Aprende cuál es el que más se identifica con su esencia, el que te permite ser único, y explótalo. Ten cuidado de no caer en los extremos, que en los negocios también son viciosos.
Excelente articulo, especialmente la parte en la que habla de adaptarnos a los cambios para poder seguir en el mercado e innovar nuestros productos.
Muy buena enseñanza!. Mi madre siempre decía todos los extremos son malos. Quizá no sea tan así a veces un cambio extremo es bueno aunque uno deba adaptarse. Pero la realidad es que el equilibrio es fundamental. Gracias por las enseñanzas!!!
buenos dias, siempre te leo Alvaro, y hoy me simbraste de pies a cabeza con estos cambios en tecnologia, intoduccion del Internet y ser de los intermedios, no estar en los extremos, o sea, ni muy muy, ni tan tan.
Gracias por la experiencia compartida.
Señor Alvaro muy importante el articulo que escribió es una realidad para comprender lo que es el mercado digital para los emprendedores de lo cual debemos tomar la importancia que tiene esta orientación.
Gracias por compartir el tema.
Excelente… Me gusto como planteas el ser siempre fresco al presentarnos ante nuestros probables consumidores de mi producto. Gracias por compartirlo.
Laboro con entidad estatal y mi experiencia en el comercio es poca, pero este artículo tan interesante y aplicado a la realidad es básico para emprender cualquier tipo de negocio.
Gracias por tenerme en cuenta en el envío de esta serie de escritos.
Mis aspiraciones y proyectos en el 2018 es dedicarme al negocio
Un cordial saludo
Buenos días, me parece excelente tu articulo y me gustaría me regalarás un consejo, yo soy consultora Mary Kay en cd.Mexico, y como sabrás esa marca está muy bien posicionada en el mundo, como podría ser visible ante tanta competencia?… no se si me explique 🙂 gracias x tu consejo de antemano. Lindo día!
Elí, con gusto te puedo ayudar ofrecer mis servicios de consultoría/asesoría para que puedas establecer una estrategia efectiva de posicionamiento y diferenciación. Contáctame desde aquí y coordinamos una cita para ello.
Estimado Alvaro (Maestro)
Una vez más agradecido de tus enseñanzas en el fascinante mundo del Marketing y de las Ventas.
Un abrazo
Es claro, que nos enfrentamos a cambios vertiginosos y el mercado no es ajeno, por lo tanto se debe tener la capacidad de respuesta y adaptarnos a ellos, sin perder el enfoque y la originalidad.
Hola buenos días, he estado mirando el programa de Wifi Millonario que están ofreciendo y mi pregunta es? Una persona que no tengas tal experiencia en tecnología y no tenga una cartera de clientes para venderles podría entrar? Gracias por su atención.
Por supuesto que sí. El curso de 21 pasos, te enseña cómo hacerlo: https://MercadeoGlobal.com/wifi
Interesante. Pinta de cuerpo entero a la actual situación de empresas, productos y mercado.
¡¡¡Excelente orientación!!!
Centrada, conciza, nutritiva.
¡¡¡Felicidades!!!