No tengo el registro exacto, pero estoy seguro de que la memoria no me deja mentir: al menos 9 de cada 10 personas que se acercan a mí en busca de ayuda, responden que “la soledad” es lo más difícil que han enfrentado desde que tomaron la decisión de ser emprendedores. La verdad, y sin el ánimo de ofender o molestar a alguien, es increíble que a estas alturas ese problema esté vigente.
En 1998, a finales del siglo pasado, cuando comencé mi camino en los negocios por internet, no había alternativa: estabas solo. ¿Sabes por qué? Sencillamente, porque no había emprendedores digitales, no al menos en el mercado hispano, el que elegí para trabajar. Pasó mucho tiempo antes de tener el privilegio de conocer a un colega, lo cual resultó una experiencia hasta divertida.
En ese entonces, si bien había una multiplicidad de tareas que debíamos asumir, por supuesto no tantas como ahora, era posible hacerlo en solitario. Sin embargo, la tecnología avanzó rápido, muy rápido, y esas muchas tareas se convirtieron en muchas muchas tareas. Física y operativamente ya no era posible estar solos: había que conformar equipos, contratar algunos servicios externos.
Y también se comenzaron a organizar eventos de marketing en la comunidad hispana en diferentes zonas de los Estados Unidos, principalmente acá en La Florida. Desde entonces, esa incómoda y temida sensación de soledad se terminó. Hoy, por lo contrario, se impone un concepto de pluralidad: la comunidad. Gracias a ella, ya nunca más, nunca, volveremos a sentirnos solos.
Por eso, no solo me causa sorpresa, sino también preocupación, que haya tantas personas que lleguen a mí solo cuando el fantasma de la soledad los abrumó, cuando ya no encontraron otra salida. Lo primero que puedo responderles, y que por lo general no les agrada y provoca que expresen su malestar con una mueca, es que si están solos es porque así lo decidieron.
¿Tú qué piensas? ¿Estás solo o ya eres parte de alguna comunidad? Una de las razones por las cuales esa soledad todavía hace estragos es que muchas personas no han conseguido cambiar el chip de cuando estaban en el ámbito laboral convencional. ¿Sabes a qué me refiero? A la oficina, a los compañeros, a la compinchería, a salir de rumba los viernes por la noche, a la reunionitis.
Eso, déjame decírtelo, es lo que menos extraño, lo único que no extraño. Pero, vamos por partes: yo tengo una oficina, solo que está en mi casa, por conveniencia personal y familiar. Allí dispongo de todo lo necesario para realizar mi trabajo, incluido un completo estudio de grabación que quizás has visto en alguna de mis transmisiones. La ventaja es que me ahorro el desplazamiento.
Quizás no tengo los compañeros de trabajo a mi lado, como en una oficina convencional, pero los tengo virtualmente, a través de internet. De hecho, la mayor parte de mi rutina de trabajo consiste en reunirme con ellos, que están en España, en otros lugares de Estados Unidos y en diferentes países de Latinoamérica. Son sesiones de coaching, de masterminds, de capacitación.
Y también me mantengo en contacto con las personas que están tras bambalinas en MercadeoGlobal.com, mi empresa. Porque, repito, no estoy solo. Cuento con la colaboración de un copywriter, de un diseñador gráfico y de otras personas que me ayudan en tareas puntuales. Y con todos ellos trabajo a la distancia con excelentes resultados, tal y como tú lo compruebas.
La soledad es el obstáculo que impide que 9 de cada 10 emprendedores logre sus objetivos y alcance sus sueños. Es sorprendente que esto suceda todavía en pleno siglo XXI, cuando el mundo de los negocios por internet nos ofrece múltiples alternativas para solucionar este problema. Ser parte de una comunidad, sin duda, es la mejor lección que puedes adoptar.
Además, están mis colegas emprendedores, la mayoría de los cuales fueron mis discípulos, y mis mentores, con los que converso con frecuencia. Y también tengo socios comerciales, acá en EE. UU. y en España, con los que trabajo permanentemente. De hecho, cuando esta nota se publique en el blog, voy a estar en Vigo, con ocasión del Somos Emprendedores Digitales, en su tercera edición.
¿Te das cuenta? No hay forma de que esté solo, no tengo tiempo para estar solo. Además, y esto es lo que más me agrada, estoy rodeado por una numerosa y, sobre todo, maravillosa comunidad de emprendedores, de alumnos, de clientes que no solo evitan que esté solo, sino que me alientan a seguir mi trabajo. Como ves, para mí la soledad dejó de ser un problema hace mucho tiempo.
Como mencioné unos párrafos antes, si estás solo es simplemente porque así lo elegiste. ¡Es tu decisión!, y tienes que lidiar sus consecuencias. Es claro que, al comienzo del camino, cuando está en la etapa inicial de tu negocio, casi todos estamos solos. Así funciona, entre otras razones porque no hay recursos para contratar personal o servicios externos. Pero, tampoco es excusa.
¿Por qué lo digo? Porque, por ejemplo, podrías asociarte con algún amigo, con otro emprendedor y poner en marcha ese negocio que sirva cristalizar los sueños de ambos. Hoy son cada vez más frecuentes los emprendimientos en pareja, y no me refiero específicamente a hombre/mujer o a esposo/esposa. Esa es una alternativa para aliviar las cargas y, claro está, para eludir la soledad.
Otra, la más conveniente, es despojarte de las telarañas mentales y entender que nadie, absolutamente nadie, alcanzó el éxito en la vida o en los negocios en solitario. ¡Nadie, repito! El que diga que lo hizo solo es un mentiroso. Una vez cumplas a cabalidad con esa tarea y puedas ver las valiosas oportunidades que te brinda la vida, quizás te animes a aprovechar alguna de ellas.
Por ejemplo, a mis clientes les ofrezco Círculo Interno, una comunidad privada (no cerrada) que está conformada por casi 30 emprendedores de varios países latinoamericanos. Hay una gran variedad de especialidades, así como personas que apenas comienzan, otras que ya avanzaron un poco y otras que acreditan experiencia, que ya son dueños de negocios exitosos y prósperos.
¿Sabes qué es lo mejor de CI? Todo lo que aprendo de estas valiosas personas. Porque, te lo digo con la mano en el corazón, es más lo que he aprendido en este tiempo que lo que he podido enseñarles, y eso que, si me conoces, sabes que no escondo nada. Son personas proactivas, inquietas intelectualmente y, lo mejor, emprendedores que decidieron pasar a la acción.
Nos reunimos a través de internet una vez a la semana y realizamos dinámicas muy variadas. A veces invitamos a un experto en un tema que nos interesa a todos, a veces uno de los miembros de la comunidad es el que nos comparte su conocimiento, a veces hacemos sesión de preguntas y respuestas, en fin. Es un escenario abierto, honesto, en el que todos participan y todos aprenden.
Lo mejor es que, además, contamos con un grupo privado de Whatsapp a través del cual nos ayudamos mutuamente, hacemos preguntas, pedimos auxilio, compartimos recursos y más. O, inclusive, publicamos algún video o imagen simpática solo para generar interacción, para que nadie se sienta solo. Te confieso que es la experiencia más enriquecedora de mi trayectoria.
Si te abruma la soledad, si no avanzas porque estás solo, si estás a punto de tirar la toalla porque no ves los resultados que esperabas, te ofrezco Círculo Interno: me encantaría que hicieras parte de esta maravillosa aventura. No tardarás mucho en darte cuenta de que es la decisión más acertada de tu vida y, te lo garantizo, en corto tiempo verás cómo mejoran tus resultados.
Haz clic aquí o sobre el video y entérate de todos los detalles de cómo TÚ también puedes formar parte de él.