Hace 12 años, cuando empecé a forjar lo que hoy es MercadeoGlobal.com, no había una guía para seguir. Entonces, no había más remedio que abrirse el camino uno mismo: tropezar, caer, levantarse; tropezar, caer y volverse a levantar. Hoy, afortunadamente, muchos hemos recorrido ese camino y entre todos podemos aprender unos de otros. Hay diversas posibilidades para aprender, capacitarse y nutrirse de la experiencia de otros; asistir a seminarios, conferencias o cursos es una de ellas.
Cuando uno se inscribe a una actividad de estas, no está pagando específicamente por entrar durante dos días a las charlas o conferencias que se van a dictar. Por lo que en realidad uno está pagando, y a un precio muy bajo, es por la experiencia de la otra persona, del experto que llegó para compartir con nosotros todos sus conocimientos y vivencias. No se trata de que esa persona, a la que calificamos como «experto», se las sepa todas; pero, sin duda, es alguien que ya ha aplicado con éxito las estrategias de las que habla, que de manera permanente explora el mercado y que está dispuesto a compartir con nosotros esa experiencia.
Aunque a veces algunas de esas vivencias que comparten con nosotros son las mismas que hemos experimentado, hay cosas a las que con darles apenas un pequeño giro representan un importante incremento de ganancias. Esa es una de las claves del éxito, y no solo en los negocios, sino en la vida misma. La lección es muy sencilla: hay que capacitarse, educarse, invertir en uno mismo.
Sin embargo, no basta con la educación. Es común que el 95 de las personas que asisten a seminarios, conferencias o cursos relacionados con Internet salgan de esas actividades muy motivadas. Pero, tan pronto como regresan a la rutina diaria, cuando se involucran en el trabajo del día a día, no tienen la oportunidad de poner en práctica lo que aprendieron. Entonces, todo ese conocimiento, que es muy valioso, se queda en teoría. Y la teoría sola no obra milagros ni conduce a la riqueza ni basta para montar un negocio ni lo hace a uno más profesional.
Todo el proceso de aprendizaje que me tocó vivir en algún momento, a pesar de que en ocasiones fue traumático, me sirvió mucho. Pero, cómo hubiera deseado haber tenido la oportunidad de asistir a alguno de los seminarios, cursos o conferencias que hay hoy, porque, sin duda, todo habría sido más fácil. Lo que hay que tener en cuenta es que si uno consigue aplicar en su proyecto una o dos ideas que le aporten en esas actividades, tiene ganado un terreno muy grande. ¿Por qué? Porque está acortando la curva del aprendizaje, porque le enseñan cómo evitar los errores que otros cometieron.
No lo dude: si tiene la oportunidad de asistir a alguna de esas actividades académicas pensando en que algo le pueden aportar a su proyecto o negocio, hágalo. Recuerde que todo lo que uno pueda invertir en educación y/o capacitación es invaluable.