Muchas personas podrían tener éxito comercial en Internet. Sin embargo, no lo logran por una sencilla razón: no administran su negocio con seriedad.

Este comportamiento lo podemos ver de muchas formas. Por ejemplo, muchos se conforman con obtener servicios gratuitos e implementarlos, pero no realizan algún tipo de inversión por mínima que esta sea.

Si bien lo anterior no es del todo malo (a todos nos gusta las cosas gratuitas), ilustrémoslo con los nombres de dominio. Cualquiera puede registrarse para tener un sitio web gratuito en la Red (sitiogratis.com/usuario). Al fin y al cabo, este tipo de servicios abundan a lo largo y ancho de la Red. El razonamiento de estas personas es sencillo: ¿por qué pagar por hospedar mi sitio web si puedo tener uno o varios proveedores gratuitos?

Reconozco que los sitios gratuitos pueden ser útiles en ocasiones, por ejemplo, como túneles de tráfico hacia otro sitio web, para páginas personales, de hobbies, etcétera, pero si de vender se trata… no son la mejor opción.

Conozco a muchas personas que llegan al extremo de ni siquiera haber llegado a considerar una presencia seria en la Red. Espero que usted no sea uno de ellos. 🙂

Se ha demostrado una y otra vez que el tener un nombre de dominio propio (suempresa.com) trae infinidad de ventajas y los costos asociados son mínimos comparados con las ventajas.

No se imagina la cantidad de gente que lucha en busca de cierta credibilidad ofreciendo sus productos o servicios mediante proveedores de hospedaje gratuitos y se resiste a admitir que es mucho más inteligente tener registrado su propio nombre de dominio. Existe la tendencia a dejarlo todo para mañana; sin embargo, ese «mañana» parece que nunca llegara.

Otro ejemplo: si la idea es tener un negocio con éxito en la Red, es indispensable proveer la posibilidad que los clientes puedan comprar y pagar con tarjeta de crédito.

Pero abundan miles de sitios que no ofrecen este método de pago y limitan las alternativas de pago a órdenes de compra mediante giro bancario, consignaciones bancarias o cualquier otro tipo de transacción fuera-de-línea.

Tener una cuenta de comerciante que nos dé la posibilidad de procesar tarjetas de crédito en-línea obviamente tiene sus costos iniciales, pero las ventas se verán dramáticamente incrementadas desde el mismo momento en que empezamos a recibir esta forma de pago.

Recuerde: las tarjetas de crédito son una forma de pago universal y… el mercado en Internet también es universal. ¿De qué me sirve tener un sitio en Internet, que tiene un potencial de compradores mundial, si no proveo formas de pago igualmente mundiales? ¿Para qué tengo una «tienda en-línea» si solo acepto formas de pago «fuera-de-línea»?

Dar la opción de pago electrónico a través de servidores seguros es la mejor inversión que cualquier negociante pueda hacer, pues la mayoría de las ventas que realiza un sitio web se hacen a través de tarjetas de crédito.

Además, una vez el cliente se decide a comprar nuestro producto o servicio, el procesamiento de la información es muy rápido y podemos enviar nuestro producto casi instantáneamente.

Como ejemplo, las empresas de software: los clientes dan los datos de sus tarjetas, éstas son verificadas en tiempo real en-línea e inmediatamente el comprador puede «descargar» el software adquirido.

Otro ejemplo: en el momento que usted tramita una compra con nosotros, si paga con tarjeta de crédito, ésta será verificada instantáneamente y será llevado directamente a la ‘zona privada’ de MercadeoGlobal.com en donde podrá descargar su libro electrónico, audios, videos o cualquiera otros de nuestros productos.

¿Cuánto tarda este proceso? Segundos.

Tomar el negocio con seriedad también implica «dar lo mejor de nosotros mismos» y cumplir con lo que ofrecemos (calidad, tiempos de entrega, etcétera). También significa dar el mejor servicio que podamos, contestar con prontitud las preguntas que nos hagan nuestros posibles clientes por correo electrónico, de ser posible antes de 24 horas, hacer seguimiento… Y podría enumerar miles de detalles que hacen que nuestro servicio sea tomado con seriedad.

Las cosas gratuitas son buenas, pero cuando tomamos la decisión de invertir estamos un paso más cerca de obtener ganancias.