Conseguir suscriptores gratuitos es una de las obsesiones que trasnochan a los emprendedores en la etapa inicial de su negocio. La creación de una lista que soporte el negocio, que permita desarrollar las estrategias de marketing y que garantice un adecuado y permanente flujo de ventas es algo que, sin duda, puede quitarnos el sueño.
Es una premisa básica: sin suscriptores, no hay ventas; sin ventas, no hay negocio; si negocio, se desploman tus sueños. Por eso, entonces, la tarea de engrosar la lista de correo a veces se convierte en un dolor de cabeza. El principal problema es que no podemos obligar a las personas a suscribirse: es un acto voluntario, libre, generoso.
En la red, como en botica, uno encuentra de todo: las personas que son reacias a entregar sus datos, así se les ofrezca el oro y el moro; también, aquellas que en busca de productos y servicios gratuitos, de esos manuales que prometen la fórmula perfecta del éxito, se apuntan en cuanta lista tienen al alcance de la mano. Y los que a veces sí, a veces, no.
Una de las realidades de los negocios en internet que más trabajo les cuesta entender a los emprendedores es que no siempre la lista más grande es la mejor lista. Cientos de veces he dicho (y otros ciento más lo diré) que es mejor calidad que cantidad. Lo que necesitas es que esos suscriptores sean clientes recurrentes, es decir, que compren una y otra vez.
Conozco a muchos emprendedores que acuden a los eventos solamente a gritarle al mundo que poseen una lista abundante, y arrojan cifras increíbles. Sin embargo, cuando les pregunto cuál es el porcentaje de conversión, cuántos de esos suscriptores han comprado recientemente, su cara palidece y se quedan mudos. ¡No tienen respuesta!
Cuando recuerdo cuánto tiempo y cuánto trabajo me costó construir mi primera lista, mi corazón se llena de orgullo. Siento como si fuera un arquitecto observando su obra, un gigantesco rascacielos, y rememorando lo que fue apilar un ladrillo tras otro, uno tras otro, hasta que la estructura tomó forma. En esa época lo sufrí, hoy lo disfruto.
Y lo disfruto, entre otras razones, porque tengo unos asistentes muy eficientes: las herramientas para gestión de boletines electrónicos. Porque una vez superado el escollo de encontrar suscriptores gratuitos, el camino nos ofrece otro obstáculo que, lamentablemente, es insalvable para algunos: el envío de la información.
Hace unas semanas, durante un evento al que asistí, uno de los participantes me expresó su inquietud en ese sentido. Cuando comenzó su negocio, tenía una lista con cien suscriptores, pero ahora esa cifra superaba los mil y la gestión se había convertido en un problema: le demandaba demasiado tiempo. “¿Qué puedo hacer?”, preguntó angustiado.
Variedad de alternativas
Antes, y durante mucho tiempo, era una tarea que debía hacerse manualmente. ¡Qué lío! Hoy, afortunadamente, existen herramientas especializadas muy poderosas. Algunas son gratuitas y otras, de pago. Obviamente, estas últimas ofrecen algunas características adicionales, pero antes de apuntarte a una revisa si es lo que tu negocio necesita.
Hay algunas realmente buenas, muy eficientes. A la hora de escogerla, tómate tu tiempo: lee sobre sus características, pruébala si tienes la posibilidad, consulta los comentarios de los usuarios, comprueba que es compatible con tu servidor de hosting. Y, sobre todo, valora una necesidad: la seguridad de los datos. Ese, para el cliente, es lo más valioso.
Es vital que la plataforma que escoges, que la empresa que eliges, sea confiable. Nada peor para la credibilidad de tu negocio que una filtración de los datos personales de tus clientes. La mayoría de las herramientas, se sabe, proporcionan los mismos servicios, tienen las mismas características; sin embargo, la seguridad es un factor que debes priorizar.
Además de una herramienta para la gestión de los boletines electrónicos, hoy en día es conveniente sumarle un software autorrespondedor. Es la solución perfecta para el manejo de tus listas de suscripción voluntaria. También hay muchas opciones en el mercado, algunas muy buenas. La premisa es idéntica: escoge la que más se ajuste a tus necesidades.
Si alguien se suscribe, lo incluye en la lista correcta. Si alguien se da de baja, lo elimina automáticamente y de paso le envía un mensaje de agradecimiento a esa persona, gestiona varias listas simultáneamente y, lo mejor: los puedes programar para que funcionen automáticamente. Así, ese dolor de cabeza del que hablamos al principio, desaparece.
Una de las tendencias actuales en el marketing es vendernos la idea de que los robots son el futuro. No estoy de acuerdo cuando se trata de los clientes, porque estoy seguro de que trato con seres humanos, prefiero relacionarme con personas. En el tema de la automatización, sin embargo, estas herramientas son, más que útiles, indispensables.
Cuando le hice esta exposición a la persona que me preguntó acerca de la feliz gestión de los boletines electrónicos, recuperó los colores y se dibujó una sonrisa en su rostro. Recuerda: la administración de tus listas de correo no es un aspecto menor y ahí no puedes ahorrar. Si fallas, será un error muy costoso; si aciertas, tu negocio y tus clientes lo agradecerán infinitamente.
Totalmente de acuerdo Alvaro, administrar, segmentar, automatizar y «etiquetar» a los prospectos o clientes en base a sus comportamientos es altamente recomendable y hasta «obligatorio» en esta epoca.
No le podemos ni deberiamos enviar la misma informacion a toda nuestra lista de contacto, perderiamos impacto y no los estariamos ayudando.
Con referente a los BOTs, tan de moda en este momento, pienso que deberiamos usarlo como complemento a nuestra lista de contactos…. solo un ejemplo: podriamo empezar la comunicacion por medio del BOT y en algun momento del proceso enviarlos a una pagina de captura (optin) y luego continuar entregando valor por medio del email marketing o por el mismo BOT, pero por lo menos ya no dependemos solo del BOT.
Abrazos,
Sergio.-