Usted puede tener el mejor producto del mundo, el mejor servicio del mundo o estar promoviendo cualquier oportunidad de negocio tradicional, multinivel o cualquier otro tipo de cosas, puede tener el sitio web más bonito del mundo, más moderno del mundo, todo eso en últimas no es importante. Lo más importante es la lista de suscriptores por suscripción voluntaria.
Pero más importante aun que la lista, es esa relación que usted construya a lo largo del tiempo a través de esa lista. Porque cuando uno tiene una lista de suscriptores voluntarios, gente que ha optado voluntariamente a recibir información de uno, en la medida en que uno les esté proveyendo de buenos contenidos, les esté enriqueciendo sus propias vidas, les esté planteando inquietudes, les esté resolviendo las inquietudes, pues se va a crear, indiscutiblemente, un vinculo de familiaridad. Y usted va a poder generar la confianza y la credibilidad absolutamente necesaria para conducir negocios en Internet, dado que el Internet en muchas ocasiones puede ser muy impersonal.
Entonces, el activo más importante de un negocio en Internet es la lista de suscriptores, porque esa lista le va a permitir volver a construir ese imperio que ya tenía en el caso de que lo perdiera absolutamente todo. Crear un producto lo puede crear otra vez, crear un sitio web, lo puede crear otra vez; pero es muy difícil volver a partir de cero y perder cien mil suscriptores o cuarenta mil suscriptores o diez mil suscriptores. Si esto se pierde de la noche a la mañana está perdiendo mucho más que la sumatoria de todas las otras cosas que ha perdido.
Hay muchas variables que hay de tener en cuenta al enviar información a su lista de sucriptores: cómo escribir un e-mail efectivo, cómo construir titulares o asuntos de los mensajes bien atractivos…; pero otra parte bien importante es cómo hacer crecer esa lista y cómo generar medios automatizados para hacer crecer esa lista con el tiempo.
Ahora, cuando yo hablo de una lista, una lista no necesariamente tiene que ser una lista de suscriptores gigantesca. Perfectamente puede ser una lista de cien personas, una lista de doscientas personas. Si uno cultiva esa pequeña lista de la forma adecuada, con los mensajes adecuados, con la frecuencia adecuada y con la alimentación de conocimientos adecuada, esa lista muy posiblemente le pueda dar mucho más dinero que una lista de diez mil suscriptores.
Y esa parte es muy clara porque mucha gente dice: «Yo ya tengo mi lista, pero mi lista es muy pequeñita, apenas tiene cien suscriptores y yo siento como que estoy muy lento, como que yo estoy perdiendo el tiempo, como qué no sé lo que estoy haciendo». Mentira, eso es una lista. Lo importante es obtener el primer suscriptor. Una vez ustedes tengan el primer suscriptor conseguir el segundo, el tercero, el cuarto, el cien, es muy fácil. Lo más importante no es aprender a acrecer la lista, sino a cultivar la que uno tiene. Ya después todo viene en piloto automático, todo viene por la misma experiencia, y existen muchas técnicas que nosotros hemos venido utilizando a lo largo del tiempo, en que uno puede hacer crecer a esa lista de una forma más rápida.
Pero si tiene una lista pequeña, no tiene porque estresarse. Esté completamente convencido que esa pequeña lista de cien o doscientos o cincuenta o diez personas que usted tenga, puede ser muy, muy productiva, incluso más productiva que una grande mal administrada o mal gestionada.