¿Cómo lo hacen? Esa es la pregunta que le surge a uno cuando escucha el éxito alcanzado por empresas como Microsoft, Apple, Ford, Google, Disney o Starbucks. Se sabe que hay una cabeza visible (Bill Gates, Steve Jobs, Henry Ford, Larry Page, Walt Disney o Howard Schultz, respectivamente), pero sería una utopía pensar que lo hicieron solos.
Nadie, en la vida o en los negocios, triunfa en solitario. Todos somos producto del trabajo de otros, del esfuerzo de otros: nuestros padres, nuestros maestros, nuestros mentores, esos jefes que nos marcaron, la mujer que camina la vida con nosotros, los compañeros del viaje terrenal. Todos ellos, en mayor o menor medida, influyen en nosotros, dejan huella en nosotros.
Urgando un poquito en la historia de estas empresas uno se da cuenta de que el poder no está en el dinero (que les sobra) o en el talento (que no escasea). Está, sobre todo, en la sumatoria de fortalezas. Porque, claro, Jobs, Gates, Ford, Page, Disney o Schultz, como cualquier ser humano, tienen debilidades, tienen defectos, tienen limitaciones.
La diferencia está en cómo las superan, la estrategia que usan para subsanarlas: las mentes maestras. ¿Sabes qué son? Son grupos de personas sobresalientes dedidacas a colaborarse en procura de un objetivo común. La característica que define estos grupos no es el número de participantes, sino los principios que los guían, sus perfiles, el académico y el humano.
De las mentes maestras (o Masterminds) trata esta charla que sostuve con Carlos Eduardo González, director de marketing de contenidos de Mercadeo Global, una de las personas que conforma mi equipo de trabajo. Fue un enriquecedor intercambio de conocimientos y experiencias que, te lo aseguro, serán de mucho provecho para ti. Disfruta el video…