Médico, inventor, innovador, activista social, diplomático, payaso profesional, actor y autor. Un menú raro, que solo puede definir a un personaje como Hunter Doherty, aquel que inspiró la película en la que el fallecido Robin Williams encarnó a Patch Adams. Un personaje que a los emprendedores nos da inspiradoras lecciones de las que te voy a hablar.
Si viste la película, recordarás que se trata de un médico que revolucionó la profesión. Declaró que tenía que ser un servicio gratuito y renegó de la teoría que había aprendido en la Virginia Commonwealth University, para darle prelación a una práctica que hoy todavía muchos discuten: el valor sanador del amor y de las risas.
Cualquiera podría pensar que la suya es una vida feliz, pero la verdad es que pasó por momentos muy difíciles, especialmente durante su juventud. Antes de cumplir los 20 años, su mundo se derrumbó: murió su padre, se enfermó de úlcera, su novia lo abandonó y su tío (que vivía con él y su madre) se suicidó. Fue demasiado para él.
Tomó 20 aspirinas y trató de suicidarse. Tras reaccionar al impacto de su decisión, le pidió a mamá que lo llevara a un hospital siquiátrico, porque quería recuperarse. Allí permaneció dos semanas, tiempo suficiente para comprender cuán equivocado estaba… Creía que su vida era un caos, pero nada le hacía falta, tenía grandes riquezas.
Observar a los demás pacientes le hizo comprender su error. Había personas, muchas personas, que sí sufrían de verdad, que sí tenían razones de sobra para estar tristes, pero no se resignaban. Daban la batalla y, lo que más lo marcó, lo hacían con gran alegría, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, como si no estuvieran enfermas.
Rudy, su compañero de habitación, fue el que más lo impactó. Solo, confundido, había creado un universo propio en el que abundaban las ardillas, a las que les tenía pánico. Sus miedos eran tan grandes, que ni siquiera podía ir al baño. Conmovido, entonces, Patch decidió poner en acción un plan para ayudarlo. ¿Su medicina? La risa.
De nuevo en la vida real, Patch se apuró a terminar los estudios de medicina y luego, con gran esfuerzo y no menos tozudez, habilitó una vieja casa familiar y la convirtió en una clínica. No una común y corriente, porque esta era de puertas abiertas y los servicios se prestaban de manera gratuita. E hizo de la alegría una poderosa herramienta curativa.
Ideó un lugar en el que los pacientes sufrieran menos, en el que estuvieran rodeados de amor y bondad, en el que no se preocuparan por pagar la cuenta. Su vida y su salud eran las únicas prioridades. Pronto, los ecos de su labor se regaron por doquier. Y llegaron también las grandes dificultades: lo tildaron de loco, lo acusaron de engañar a sus pacientes.
Intercambio de amor
En eso proceso, emergió el payaso que conocimos en la película, aquel simpático personaje capaz de arrancarle una sonrisa, de darles unos instantes de alegría a pacientes en condiciones críticas. “Curar debe ser un intercambio de amor, no una transacción económica”, fue su lema. Y curó, curó a muchos.
Entre 1971 y 1983, período en el cual ejerció desde su casa-clínica acompañado de un grupo de voluntarios, atendió a unos 15 000 pacientes. Después, creó el Gesundheit Institute, un hospital holístico que aún trabaja bajo los mismos preceptos. Y aunque nunca cesaron los ataques en su contra, continuó su labor, con una pasión y una convicción admirables.
“Para nosotros, curar no se limita a prescribir medicamentos y terapias. Es, sobre todo, trabajar juntos, compartir un espíritu de alegría y cooperación. La salud se basa en la felicidad: desde abrazarse y hacerse el payaso, hasta encontrar alegría en la familia, los amigos, la satisfacción laboral y el éxtasis de la naturaleza y las artes”, dice.
Su figura, después, trascendió los cuartos del hospital y encontró un consultorio sin límites: el mundo entero. Todos los años viaja de un lado para otro con la misión de transmitir un mensaje de esperanza y alegría, y también para recaudar fondos. Bosnia-Herzegovina, Rusia, Perú, Argentina, Uruguay, México y Ecuador fueron algunas de sus escalas.
Y así seguirá, regando la semilla de su bondad y de su generosidad donde vea que el campo es fértil. Hasta el día que se muera, sin duda, seguirá luchando por sus ideales, más allá de que la comunidad médica lo trate como a un paria. Y seguirá ofreciendo invaluables lecciones para quienes hacemos negocios. He seleccionado 5 para ti:
1) No requieres dinero y poder para ser feliz: Hunter Doherty o Patch Adams (como prefieras llamarlo) nos enseña que en el anonimato y la escasez económica también es posible la felicidad. Y quizás la que surge de allí es más auténtica. ¿Por qué? Porque se basa en el servicio a los demás, en valores como la generosidad y la caridad.
2) No necesitas ser simpático para impactar: a veces, nos encadenamos a lo que los otros dicen de nosotros, y condicionamos nuestras posibilidades, nuestro futuro. Patch Adams jamás se ha preocupado por la opinión que tengan de él, se dedica a trabajar con convicción y pasión y los frutos de su labor no conocen fronteras. Eso es éxito y felicidad.
3) Enfócate en tus habilidades y poténcialas: “No puedes cambiarlo todo. Tienes que enfocarte en tus habilidades, y las mías son la medicina”. Ser auténtico y honesto, contigo y con los demás, es el primer paso para trascender. No intentes ser héroe inventando lo que ya está inventado: reinvéntate tú mismo y verás cómo puedes cambiar la realidad de otros.
4) Es cuestión de humanos, es cuestión de amor: las relaciones, en la vida, son lazos, nexos, vínculos que se establecen entre seres humanos, no entre máquinas. De ahí que la prioridad sean los sentimientos, todo aquello que podamos hacer por los demás, en beneficio de los demás, a través de nuestro trabajo. Ese es el mejor negocio del mundo.
5) Involúcrate, sé activista: según Patch Adams, la indiferencia es la peor enfermedad que podemos sufrir. Ser egoístas, ciegos ante la realidad apremiante de otros, podrá hacernos ricos, pero también nos conducirá a la infelicidad. Nuestra misión en la vida es ser felices a través de la felicidad de los demás, y para eso disponemos de herramientas como el trabajo.
Para terminar, te dejo unos recursos que sé que son muy valiosos y que te invitan a reflexionar, de la misma manera que lo hicieron conmigo. Son cinco frases célebres de Patch Adams, además de un video en el que expone sus ideas y otro en el que vemos a su hijo Lars siguiendo la estela del padre y transmitiendo felicidad por medio de la risoterapia.
1) No te empeñes en ser conocido, sino en alguien que valga la pena conocer.
2) La única manera de hacer un trabajo genial es amando lo que haces; si no lo has encontrado, sigue buscando.
3) Ve lo que los demás no ven. Lo que los demás deciden no ver, por temor, conformismo o pereza. Ve el mundo de forma nueva cada día.
4) Tú eres el autor de tu propia felicidad y te corresponde a ti decidir cada mañana temprano tener un día feliz.
5) Es un privilegio estar vivo y debemos alegrarnos a cada momento. No esperes a que lleguen las condiciones que te hagan feliz, solo sé feliz.
¿Quieres saber más de Hunter Doherty (Patch Adams)?
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Desde que he sido parte de esta comunidad he aprendido mucho a través de cada post, gracias Don Álvaro, es gratificante poder leer historias como esta. Saludos desde Ecuador, mil bendiciones en su misión.
Estamos viviendo tiempos difíciles, en donde el mundo material predomina y el mundo de la actuación humana responsable, honesta y trabajadora se diluye entre la modernidad y la mercadotecnia materialista.
Es importante re-inventar nuevas formas y prácticas de humanidad y valores entre las personas, y no hay otra forma más efectiva que empezando desde casa, con nosotros mismos, nuestros hijos, familiares y amigos, contribuyendo en esparcir lo mejor de nosotros hacia los demás, tal como lo muestra y hace Patch Adams y sumar esfuerzos para lograr hacer de este mundo, un mundo mejor.
Como lo dice la canción del desaparecido Michael Jakcson: We are the world. Saludos y Dios les bendiga amigos..
Muy buena historia. La película de Patch es una de mis favoritas. Gracias por recordarnos la importancia de sensibilizarnos con los demás. Saludos desde Perú 😀
A veces nos ahogamos en un vaso de agua , muy buena
Tuve el privilegio de ver la pelicula. De verdad que es un grn aporte, especialmente para muchos médicos de hoy , quienes tratan a sus pacientes peor, como si éstos fueran un objeto. Su impaciencia, falta de tolerancia y seriedad intimidan a cualsquiera que asiste a sus consultas. Ojalá leyeran este artículo como una lección, que los huumanice y por lo menos aprendan a sonreir y cambien de actitud.
Excelente… Mil gracias
Caray Alvaro!
Me ha dado una gran cachetada esta historia.
Yo estuve enfermo por algunos años y por mas que buscaba cura no encontraba.
Como vi que la leucemia no me iba a matar rápido sino que me estaba haciendo inútil empece a buscar cura por todos lados. Brujos, yerberos, curanderos, especialistas. etc.
Hasta que sin comprender me fui dando cuenta de muchas cosas. Que si se hace todo integral se puede curar cualquier enfermedad. Los niveles lógicos. Dios, nuestro espíritu, la mente, oración, reingeniería mental, descodificación emocional, nutrición dirigida de acuerdo a la enfermedad, actualización del sistema inmunológico y lo mas importante un deseo ferviente de curarse y dispuesto a todo, incluso a dar la vida intentándolo.
Me di cuenta que el 90% de los enfermos no esta dispuesto hacer lo imposible por curarse y sabiendo todo esto no me dedico a enseñar. Solo acepto a personas que realmente la desean y sin cobrar.
Viendo esta historia como que ya quiero enseñar.
es la expresion clara de lo que te hace feliz contagia, lo que eres capaz de hacer para el bien de alguien mas se transmite pero sobre todo te llega al corazon de las personas y el tuyo se enrandece.
es sin duda un claro ejemplo que servir con pasion en lo que haces y para ser feliz a alguien mas deja HUELLA.
Cuando la vida golpea como un látigo sin compasión… esta historia arroja sobre nosotros un rayo de luz y es como un bálsamo para un corazón herido.
Seres que nos consideramos dizque inteligentes y serviciales, muchas veces no hacemos NADA significativo por brindar bienestar o felicidad a quienes nos rodean, lamentable y muy especialmente, no ofrecemos felicidad a nuestras propias Familias.
Excelente historia de felicidad
Motivacion reafirmada para continuar con mi MISION de vida en beneficio de la salud, educacion y felicidad en Ecuador
Es una historia de vida muy especial y llena de generosidad. La vida de
Patch Adams. Un gran ejemplo.
Patch. Eres un ser de luz extraordinario. !!!
Muéstranos más de cómo hacerlo
Yo quiero eso !!
muy cierto
Es emotivo te levanta el ánimo siempre hace falta aún en las personas comunes que padecemos crisis, bulling, tristeza y vivimos opacados, nadie nos comprende una sonrisa será siempre una dosis de comprensión y amor que necesitamos en mayor medida. GRACIAS ALVARO
Realmente cada quien tiene su «misión» en esta vida, hay que buscarla hasta encontrarla. Confunde algo, o somos espirituales o somos materiales, o tenemos de cada una lo porción correspondiente. Dios le bendiga, muchas gracias por la enseñanza.
Excelente, me encantó. Gracias Alvaro.
Es una excelente oportunidad de vernos al espejo para encontrar nuestros talentos,sacarle provecho y mantener una actitud positiva ante la vida, dar siempre lo mejor no debe ser una consigna, sino una práctica cotidiana, tampoco ignorar que solo lo material no trae la felicidad,esta es la conjunción de muchos factores y la mayoría de ellos estan en el interior de cada persona.