Precisar su origen y su versión inicial es imposible, pero hay algo que sí se puede asegurar: la rueda es uno de los inventos más antiguos de la humanidad y uno de los más útiles. Y como solían decir las abuelas, “quedó bien inventado”. Sin embargo, en el mundo de los negocios, en el que también ya todo está hecho, aún encuentro personas que insisten en reinventar la rueda. Y no les sale bien.
De hecho, hace poco más de una década, en febrero de 2003, en unos pantanos a 22 kilómetros de Liubliana, la capital de Eslovenia, encontraron una rueda de 72 cm de diámetro, fabricada en madera de fresno, junto con un eje roble. Según los expertos, el hallazgo data de 3550 antes de Cristo, es decir, de hace por lo menos 5500 años. Desde entonces, este artefacto ha sido de gran utilidad para humanidad.
¿A qué viene la referencia? A aquella tendencia de los emprendedores de querer cortar camino o, dicho de otra manera, irse por el camino más corto con la creencia de que igualmente llegarán al éxito. Luego, cuando se dan cuenta de que se equivocaron, comienzan los lamentos y los reproches. “¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Yo qué he hecho para merecer esto? ¿Por qué otros si les sonó la flauta?”.
El éxito, lo sabemos, no es una cuestión de suerte. Si así fuera, la estrategia más acertada sería ir al casino, comprar unas cuantas fichas y apostarlas en el juego que más nos agrade. Sin embargo, la realidad y la experiencia me enseñaron que el éxito en los negocios, y por supuesto en la vida, está relacionado con el método y, sobre todo, con el aprendizaje. Y eso, distinto a suerte, es trabajo, sacrificio, esfuerzo, dedicación, disciplina.
¿Cuál es la forma más efectiva para aprender de marketing en internet? Atento: no dije la más rápida, tampoco la más barata; la más efectiva. En el marketing, como en cualquier campo de la vida, hay expertos, personas con un largo recorrido en el que sortearon diversas dificultades, en el que requirieron creatividad e inteligencia, pruebas que los exigieron al máximo y los obligaron a sacar lo mejor de sí mismos.
Son personas que invirtieron considerables cantidades de tiempo, esfuerzo y trabajo para llegar al objetivo. Investigaron, probaron, se equivocaron, corrigieron y acertaron. Descubrieron lo que sirve y lo que no sirve, lo que es efectivo y lo que es mejor dejar de lado; en otras palabras, inventaron la rueda que puso a andar sus negocios camino del éxito a velocidad supersónica. Conocen la fórmula del éxito y, lo mejor, están dispuestos a compartirla.
John D. Rockefeller, exitoso empresario y filántropo estadounidense, solía decir: “Cuando escuche de una estrategia efectiva que funcione para otros, no se demore; impleméntela mientras pueda”. La experiencia es un invaluable activo intangible, un bien que, contrario a la tendencia material, adquiere valor a medida que pasa el tiempo. Hasta las más grandes empresas o corporaciones siguieron la estela de otros para llegar a donde querían.
Si tu propósito es alcanzar el éxito y llevar tu negocio a un nivel superlativo, tienes que rodearte de personas exitosas, de aquellas que puedan hablar con autoridad y enseñar a partir de su propia experiencia; de esas cuya pasión no solo sea ser exitosas en internet, sino que también quieren compartir sus conocimientos, multiplicar su fórmula; de las que no recitan un libreto aprendido de memoria, sino que llevan las cicatrices de aprendizaje marcadas en la piel y en el corazón.
Hay una corriente lamentable en el mundo de los negocios en internet, infortunadamente: aquella de los que quieren alcanzar el éxito con solo unos clics, a punta de Google. Mi consejo más honesto, porque yo pasé por eso, es que no pierdas más tiempo y empieces a aprender de los que realmente saben, conviértete en una esponja que absorba todo cuanto están dispuestos a ofrecerte. Así, te lo aseguro, disminuirás la curva de aprendizaje.
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