Lo primero que tengo que decirte es que no me obsesiona la idea de ser millonario. De hecho, creo que el exceso de dinero suele ser también exceso de problemas. Sin embargo, como cualquier ser humano, deseo poder disfrutar de una vida tranquila, con comodidad y, de manera muy especial, con la capacidad de brindarles a mis hijas el bienestar que ellas se merecen.

Mis padres son unas personas trabajadoras y honestas que dedicaron su vida a servir a otros desde diferentes actividades. Por fortuna, en casa nunca faltó nada de lo básico, ni siquiera en las épocas de altibajos, de dificultades. Me acostumbré a vivir con lo necesario y a darme gustos de cuando en cuando, sin desear de más, y esa es una idea que procuro transmitirles a mis hijas.

Gracias a mi trabajo, tengo una vida relativamente tranquila. No faltan las preocupaciones, no faltan los problemas, no sobran las comodidades. Lo mejor es que disfruto lo que hago, amo lo que hago, y eso me permite trascender el ámbito de lo económico. Mi misión es transformar vidas a través de mi conocimiento y experiencia y sé que el dinero es una consecuencia de mis actos.

Quizás te parezca una visión excesivamente romántica (y seguramente lo es). Pero, no por eso creas que pierdo mi conexión con la realidad o que quiero vivir como un monje del Tíbet. ¡Nada que ver!, como solían decir los adolescentes de otras generaciones. Por eso, te expongo diez hábitos que tienes que cultivar si quieres combinar bienestar económico y una vida feliz:

1) Tú eres tu prioridad: este es uno de los aprendizajes más difíciles, en especial cuando tienes familia e hijos y te enfocas en brindarles bienestar a ellos. Y se nos olvida que nosotros también valemos, que nuestra vida es importante. Sin cruzar la frontera del exceso, piensa en ti: duerme bien, date gustos, haz lo que te dé placer, sal con tus amigos, trabaja en tu felicidad.

2) Cuida de ti: este es uno de los problemas más comunes de los emprendedores. Lo sé porque lo viví. Me concentré tanto en el trabajo, que me olvidé de mi salud. Y así, un día, terminé en el hospital con un pronóstico preocupante. Fue cuando entendí que tenía que cuidar de mí, que podía ayudar a otros y que podía brindarles bienestar a mis hijas sin sacrificar lo más valioso: mi salud.

3) Cultiva tu conocimiento: nadie, absolutamente nadie, alcanzó éxito y riqueza (si eso es lo que tú deseas) sin antes enriquecer su intelecto. El mundo cambia rápido y la única especie capaz de sobrevivir y alcanzar lo que anhela es aquella que consigue adaptarse. Lee, estudia, capacítate de manera permanente en temas relacionados con esa área del conocimiento de la que eres experto.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Tú puedes lograr lo que quieras en la vida y en los negocios, si sabes cómo conseguirlo.


Nada sucede por azar, y mucho menos el éxito, la prosperidad y la felicidad. Estos llegan fruto de tus acciones y de tus decisiones, así que lo que necesitas aprender es cómo alcanzarlos, primero, y cómo replicarlos, después. Adquiere y cultiva hábitos saludables que te permitan cumplir con tus sueños. Recuerda: lo que recibes es fruto de tus acciones y de tus decisiones.


4) Ingresos diversos: ¿a qué me refiero con eso? A que todos tus ingresos, que a veces ni siquiera son suficientes, provengan de una sola fuente. Hoy más que nunca, sin importar a qué te dedicas, es necesario contar con más de una fuente de ingresos. Es la única forma de superar los vaivenes de la vida, del trabajo, de los negocios. Diversificar es una habilidad que todos debemos desarrollar.

5) Gastar conscientemente: somos expertos en acumular deudas y en gastar a manos llenas, en especial en cosas que no necesitamos o sin las cuales nuestra vida podría continuar como si nada. Debes tener un presupuesto y ceñirte a él tanto como puedas, además de evitar esos gastos imprevistos que solo obedecen a reacciones inconscientes. Gasta, disfruta, pero también ahorra.

6) Rodéate bien: eres el promedio de las cinco personas que te rodean, es una popular frase de Jim Rohn, empresario, autor y orador estadounidense. Estoy completamente de acuerdo con cada una de esas palabras: cuando te rodeas de las personas adecuadas, comienzan a suceder cosas maravillosas en tu vida. Por el contrario, las personas tóxicas te absorben, te llevan a la perdición.

7) Vive el presente: no dejes para mañana el éxito y la felicidad que la vida tiene para ti hoy. La procrastinación es uno de los peores enemigos de los emprendedores. Si vives aplazando, si postergas todas tus tareas, el éxito, la felicidad y la abundancia económica también llegarán después. Traza un plan, diseña una estrategia, establece un sistema y síguelo hasta alcanzar lo que deseas.

8) Toma buenas decisiones: me aterra que todavía hay muchas personas que no tienen tiempo para estudiar, para capacitarse, para invertir en sí mismos, pero tienen recursos para fiestas, gastos inocuos y derroche. Si prefieres ver tv en vez de leer, si te vas de rumba con los amigos en vez de ir a un evento de capacitación, si gastas tu dinero en baratijas, no esperes que el éxito llueva sobre ti.

9) Sal de la zona de confort: esta es la limitante más grande para cualquier persona. Es cuando tú mismo les cortas las alas a tus sueños y te quedas en ese lugar que te sienta bien, pero en el que tu vida se extingue lentamente. Sacúdete, rompe esas creencias limitantes, atrévete a arriesgar y lucha por lo verdaderamente bueno que la vida tiene preparado para ti. ¡Despierta!

10) Cuenta con un mentor: nadie, absolutamente nadie, alcanzó el éxito en solitario. Nadie subió al Everest en solitario. Todos necesitamos de otros para alcanzar aquello que deseamos, sin importar qué sea eso. Rodéate bien, buscar la asesoría de una persona que te té confianza y credibilidad y que, sobre todo, ya haya recorrido con éxito el camino que tú quieres transitar. ¡Déjate ayudar!