Cuando tú dices que eres médico, cualquier persona entiende qué carrera estudiaste y sabe que estás al servicio de tus pacientes para aliviarles aquellos males que aquejan su salud. Cuando dices que eres abogado, cualquier persona entiende que estudiaste leyes y trabajas para solucionar los problemas de las personas en ese campo específico.
Sin embargo, cuando tú dices “soy emprendedor” las demás personas pueden hacerse mil y una ideas diferentes, pueden pensar que te dedicas a tareas diversas. Dado que en las escuelas de formación convencional no hay una carrera llamada Emprendimiento, como sí hay una de Medicina u otra de Derecho, le definición se torna complicada, ambigua.
Dicho en otras palabras, no es posible aún cursar una carrera de Emprendimiento y obtener un título que te acredite ante el mercado. Eso es lo primero que debe quedarle claro a quien cree que quiere ser emprendedor. Lo segundo es que como no hay una escuela formal, requieres conocimiento en diversas áreas para aspirar al éxito.
Sí, debes saber de marketing (es lógico e imprescindible), pero también de tecnología (especialmente, si tu negocio es virtual) y de comunicación (porque necesitas comunicarte con el mercado). De leyes, de sicología, de pedagogía y de ventas y networking también debes saber algo más que lo básico, porque son complementos que vas a necesitar.
Y te estoy hablando de lo básico, de lo general. Porque hay otros aprendizajes requeridos de acuerdo con el campo que abarque tu emprendimiento. Algunos serán más especializados que otros, pero la profundización del conocimiento no es una opción si lo que deseas es alcanzar el éxito y convertirte en la mejor opción para el mercado.
¿Por qué es importante tener claro todo esto? Porque el emprendimiento, como la medicina, el derecho o la sicología, no es para todo el mundo. Aunque tengas buenas ideas, aunque poseas conocimiento, aunque dispongas de recursos, eso no significa que vas a ser un emprendedor o que, si te lanzas al agua, vas a tener éxito.
La primera condición requerida, un sine qua non, es salir de tu zona de confort. Y, ya lo sabemos, no todos estamos dispuestos a hacerlo, al menos no de manera voluntaria. Lo segundo es que debes asumir el riesgo y ser consciente de que el fracaso es una de las opciones, así que necesitas estar preparado para enfrentar y, claro, superarlo.
Es probable que me digas que cumples esas dos condiciones, lo que indica que vas por buen camino. Sin embargo, ¿qué tal la tercera? La prioridad de un emprendedor es poner al servicio de otros su conocimiento, experiencia, pasión y sus recursos, lo que en la realidad se traduce en subordinar lo monetario a la satisfacción por el beneficio común.
¡Hum!, ya no suena tan atractivo, ¿cierto? A ver, hagamos una precisión pertinente para evitar confusiones o que se distorsione el mensaje. El dinero no es un problema, pues todos lo deseamos, todos lo necesitamos: el problema es cuando el dinero es el único fin, cuando todos los medios que utilizas están enfocados en conseguir dinero, solo dinero.
Conozco mil y una historias (y un poco más) de personas y empresas que después de tocar el cielo con las manos cayeron al fuego de los infiernos y allí se quemaron, con todo y su dinero. Seguramente tú también conoces algunas. En otras palabras: el dinero no los salvó de dificultades, no les evitó problemas, no los hizo más inteligentes, no los hizo felices.
Hasta que llegamos al punto, a la palabra clave: felicidad. Un negocio puede ser muy exitoso, pero no dejará de ser un negocio común y corriente si no incorpora aquella felicidad que no está atada a la consecución de dinero. Sí, la que se desprende de lo que te apasiona, lo que amas, lo que te convierte en una persona única y especial.
Quizás tú seas el propietario de un restaurante reconocido, en el que la mayoría de las mesas son ocupadas a diario. Sin embargo, no sabes nada de cocina, no te gusta cocinar y te da lo mismo comer hamburguesa, pizza o cordon bleu, salmón. Está claro que lo tuyo es el negocio, los números, la administración, no la gastronomía y la experiencia tras ella.
Características del emprendedor
Y aquí, justamente, aparece otro concepto básico que diferencia a un negocio común y corriente de un verdadero emprendimiento: la experiencia del cliente. A todos los que hacemos negocios nos interesa que el cliente se sienta bien, que deje abierta la puerta después de cada compra, pero una experiencia inolvidable es algo más que eso.
A veces, tú necesitas un pantalón y lo compras en aquella tienda a la que acudes desde hace tiempo; siempre te atienden bien y por la frecuencia de tus visitas te reconocen. Un día, sin embargo, en otro centro comercial, entras a un local de la que no habías escuchado y compras otro pantalón, quizás más costoso, simplemente porque te gustó.
Ese comportamiento se da cuando lo único que nos interesa es el producto. En cambio, cuando la prioridad es la experiencia, cuando el diferencial es la experiencia, el asunto es distinto. El emprendedor está conectado con su pasión, sus valores, sus sueños, con aquello que en verdad amas, y decide ponerlo al servicio de los demás, compartirlo.
Eso, por supuesto, no ocurre con el dinero. Aquellos que trabajan para conseguirlo lo atesoran, lo guardan en el banco, lo invierten en propiedades y acaso lo comparten con su círculo más íntimo. En cambio, cuando compartes lo que tienes, tu esencia (conocimiento, experiencia, valores), los recibes de regreso multiplicados y, sobre todo, enriquecidos.
A continuación, expongo diez características que te hacen un verdadero emprendedor:
1. Tu negocio está atado a tus sueños: sí, no pueden ir en contravía. De hecho, tu negocio es el vehículo que te transporta hasta donde están tus sueños, tu felicidad. 2. Crees en ti: tienes confianza en tu conocimiento, en lo que te han enseñado tus experiencias, y sabes que puedes ayudar a otros a superar sus problemas, a realizarse y ser felices.
3. Vences al miedo: el miedo siempre va a estar ahí presente, de diferentes formas. Por eso, lo importante es enfrentarlo y superarlo, aprender de él y dejarlo enterrado en el pasado. 4. Eres apasionado: indispensable, porque es la condición que te permite ir un poco más allá siempre, a pesar del cansancio, de los fracasos, de las dificultades.
5. Un estilo de vida: sí, el emprendimiento es eso, justamente. Un estilo de vida que tú mismo riges, en el que tú tomas las decisiones, en el que tú recibes los beneficios. 6. Quieres libertad: estrechamente ligado al anterior. Sientes la necesidad de ser dueño de tu tiempo, de hacer lo que te plazca, de perseguir tus propios sueños, no los ajenos.
7. No te rindes: es posible que en algún punto del camino queramos tirar la toalla, o que de hecho lo hagamos; sin embargo, el emprendedor siempre persiste, regresa a luchar por aquello que desea. 8. Te hartaste de lo convencional: no quieres estar atado a un horario, a un grupo sin aspiraciones, a trabajar para que otro disfrute los réditos.
9. Entiendes el fracaso: sabes que es parte del proceso, que detrás de estos tropiezos hay un valioso aprendizaje. No le temes porque eres más fuerte, porque tus sueños son más fuertes. 10. Inviertes en ti: te capacitas constantemente, sigues a un mentor, asistes a seminarios y conferencias, lees. Sabes que hay que pagar el precio del éxito y la felicidad.
Clarisimo y genial el artículo
Alvaro, de verdad mil gracias, como siempre, leo de tí excelentes artículos de alto contenido de mucho valor
Dios lo bendice.
Excelente artículo. Me llena de ánimo y esperanza.
esto me confirma lo que soy independientemente de los fracasos en el pasado .gracias por tus enseñanzas por ser mi mentor solo por este medio te conozco pero me llenas mas de ideas y energia para todo lo que voy a rehalizar entre poco tiempo. GRACIAS GRACIAS
excelente, muchas gracias por recordarnos quienes somos y por que estamos aqui.
A y excelente libro.8 reglas para emprendedores exitosos. Se puede recomendar ampliamente
Excelente artículo.todos nos sentimos identificados con los consejos anteriores. Pero en realidad hacemos lo suficiente y necesario para que esto se cumpla. O al día siguiente ya se nos olvida .emprender es muy complicado y es u a tarea de alimentar día tras día.. muchas veces nos enseñan el final de la historia y no vemos el proceso tan arduo .agotador y lleno de sacrificios.
Pues si muy sabios y valiosos consejos, personalmente aun tengo muchas dudas, pero se que puedo continuar y aun le tengo mucho miedo al fracaso, pero se que puedo levantarme nuevamente, el problema es, si de tanto leer y capacitarme, tendré la satisfacción de lograr obtener ingresos que por el esfuerzo que dedique, sean compensados.
Un articulo excelente
y es cierto que no todo mundo puede lograr llegar a ser un emprendedor,porque adolece de cualquiera o de todas esas características tan importante que mencionas.
Alvaro.
Mil gracias por este nuevo curso de preparacion. El cambio esta cerca y hay que llevarlo con decision.
Un abrazo
Jusncho
Excelente muchas gracias por confirmar mi visión de emprendurismo. Sr. Padrino cuanto me gustaría conocerlo en persona un día!
Inspirador este ABC del emprendedor. Es como si estuvieras hablándome a mí…Lo firmo ya, y en su totalidad!!!
Como siempre «padrino» un articulo brutal y sabias palabras con las que me siento muy identificada….