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Una pregunta frecuente al momento de escribir contenido, ya sea un micro libro, un artículo para un blog o cualquier otro formato digital, es: ¿deberíamos escribir sin detenernos y luego revisar, o es mejor hacer pausas mientras redactamos para corregir sobre la marcha? Muchos de nosotros, al estar en pleno proceso creativo, sentimos que, al detenernos para revisar lo escrito, interrumpimos el flujo de ideas. Entonces, ¿cuál es el mejor enfoque para redactar de manera eficiente sin perder el impulso creativo?

1. Fluir sin Detenerse

Carlos González, experto en redacción de contenidos, sugiere que lo mejor es escribir de corrido sin detenerse. Esta técnica permite que las ideas fluyan sin interrupción, un aspecto crucial para mantener la coherencia y la emoción en el contenido. Si nos detenemos constantemente para corregir cada párrafo, corremos el riesgo de perdernos en los detalles y desconectarnos del mensaje principal que queremos transmitir.

El consejo clave aquí es no buscar la perfección mientras estás escribiendo. Uno de los errores más comunes es intentar corregir todo al mismo tiempo, lo que muchas veces nos impide avanzar. El objetivo principal debe ser terminar el texto. Una vez terminado, se puede pasar a la fase de revisión.

2. Hacer Pausas Inteligentes

Otro truco recomendado por Carlos es tomarse un descanso después de terminar la primera versión del texto. Esto podría ser una pausa de 30 minutos, un par de horas, o incluso hasta el día siguiente. Estas pausas permiten despejar la mente y regresar al texto con una nueva perspectiva, lo que facilita la detección de errores o inconsistencias que podrían haber pasado desapercibidas.

Álvaro Mendoza también aplica este método cuando escribe cartas de ventas. Después de escribir la primera versión, se toma 24 horas antes de revisarla. Durante ese tiempo, a menudo se le ocurren nuevas ideas y mejoras que enriquecen el contenido. Posteriormente, pasa el texto a un editor o a un “tercer ojo” para una revisión adicional.

3. Escuchar el Texto: Un Truco Poderoso

Carlos también recomienda un truco interesante: grabar el texto en formato de audio y luego escucharlo. Este enfoque activa otra parte del cerebro, lo que nos ayuda a percibir el contenido desde una nueva perspectiva. Escuchar nuestras propias palabras puede revelar errores, redundancias o ideas que no son tan claras como pensábamos. Además, esto permite evaluar si el texto fluye de manera natural.

Este truco es especialmente útil si trabajas con contenido en audio, como podcasts. Al escuchar tu propio texto antes de publicarlo, puedes asegurarte de que el mensaje sea tan claro y efectivo como debe ser.

4. El Balance entre Crítica y Progreso

Uno de los mayores obstáculos al escribir es la autoexigencia excesiva. Debemos recordar que ningún texto será perfecto. A menudo, buscamos la perfección hasta el punto de bloquear nuestro progreso, y como resultado, no publicamos el contenido.

Es importante encontrar el equilibrio entre la crítica constructiva y el avance. Si bien la revisión es esencial para mejorar la calidad del contenido, no debe convertirse en una barrera que impida que el texto vea la luz.

Conclusión

El proceso de escritura varía de persona a persona, pero en general, es recomendable escribir primero y corregir después. Esto garantiza que el flujo de ideas no se interrumpa, y que, al tomar un descanso antes de revisar, puedas regresar con una mentalidad fresca y crítica. Además, la técnica de grabar el texto en audio es una excelente manera de revisarlo desde otra perspectiva y asegurarte de que tu mensaje sea claro y efectivo.

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ALVARO MENDOZA