En el momento en que se vaya, cuando se tenga que ir, al 2017 le daré un cálido, apretado y fraternal abrazo de agradecimiento. Ojalá esos segundos sean largos, lentos, para que alcance a sentir mi gratitud por cuanto me ofreció, por todo lo bueno que me brindó, por esas personas increíbles que me regaló, por esos momentos inolvidables que viví…
En el momento en que se vaya, cuando se tenga que ir, al 2017 no le veré con nostalgia, ni pesadumbre. Lo recordaré como uno de los mejores años de mi vida, como el año de una feliz reinvención que no estaba programada, como el año de saber que el paraíso sí existe y está acá en la Tierra, como el año de subirme a mi camioneta nueva (y gratis)…
Como marketero por casi veinte años, acostumbrado como estoy a medir los resultados de cada una de las acciones y estrategias que pongo en práctica, no puedo pasar por alto el análisis de lo que fueron estos 12 meses. ¿Y sabes qué? No puedo sentirme más satisfecho: el balance fue ¡wooowwww!, ¡espectacular!, ¡DPM!… Joder…
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Esas expresiones, tan características de mi lenguaje, se quedan cortas para describirte lo que significó este 2017 para mí. De hecho, estoy prácticamente seguro de que no necesito hacerlo: sé que si estás leyendo estas líneas es porque eres un seguidor habitual de mis publicaciones, un cliente fiel, un amigo leal, un compañero de viaje inigualable.
Eso, no me cansaré de repetirlo, es lo que más agradezco de mi trabajo: la posibilidad de estar en contacto con personas apasionadas, comprometidas, generosas, serviciales y exitosas como tú. Quizás aún no poseas el reconocimiento o la riqueza material que deseas, pero estoy seguro de que tus cualidades y tus acciones te llevarán a eso pronto.
El año 2016 marcó el final de una etapa de mi trayectoria profesional, un período en el que viví grandes experiencias, en el que tuve grandes aprendizajes y en el que cometí algunos errores que hoy agradezco. Los agradezco porque eso que me enseñaron fue, precisamente, los cimientos sobre los que edifiqué un 2017 de grandes alegrías.
Este 2017 lo recordaré con alegría por muchos momentos felices,
por muchos sueños cumplidos, por muchos logros importantes,
por muchas personas y experiencias enriquecedoras.
¿Qué cambio se dio? Estuve menos ocupado en la logística de organización de eventos, que tanto tiempo me consumió en años anteriores, y dediqué más a compartir con mis clientes, contigo, con esas personas que se acercaron a mí para que les ayude a cumplir sus sueños. Y, ¡wooowwww!, no sabes cuánto lo disfruté, cuánto lo agradezco.
Comando Secreto, en República Dominicana, fue una experiencia espectacular.
Esta que estás leyendo, es la edición número 12 de MG La Revista. Te lo confieso: ni yo mismo lo creía. Solo tengo agradecimientos a mi equipo de trabajo por respaldarme en la cristalización de este sueño, que hoy es una fantástica realidad: la mejor revista de marketing, al servicio de los emprendedores latinos, consolidada y con gran proyección.
El libro 8 Reglas de los emprendedores exitosos, que ofrecí como regalo de Navidad el año pasado, batió todos los récords que había conocido en mi trayectoria: en poco más de 100 días superó la barrera de las 100.000 descargas. No me cabe el orgullo en el cuerpo al saber que es la herramienta preferida de los emprendedores latinos.
Con mis amigos Benlly Hidalgo y Leonardo Guzmán lanzamos al mercado WebinarClic, una poderosa herramienta para hacer webinarios. La más completa del mercado, la única creada completamente en español, la única diseñada por y para emprendedores latino. La respuesta del mercado no pudo ser mejor, y estamos felices de haber ofrecido esto.
El libro Directo al éxito en 100+ palabras fue otra inmensa satisfacción. En un formato novedoso, con un componente gráfico más que espectacular, se logró reunir un contenido de calidad no solo para ir directo al éxito, sino también para encontrar esa ayuda que a veces tanta falta nos hace en los momentos de duda, de incertidumbre.
Un pequeño tropiezo no nos puede arrebatar la sonrisa. ¡La vida es hermosa!
Y después de tantos meses de trabajo, con tantos éxitos por celebrar, pude darme la oportunidad que había esperado por ocho años: ir a Punta Cana, el paraíso terrenal, un lugar de otro mundo. Allí, con mi amigo Gus Sevilla dirigimos Comando Secreto, el primer grupo élite de emprendedores latinos, una experiencia insuperable.
No sé tú, pero yo, solo tengo motivos para agradecerle a este 2017 que pronto nos dejará. Aunque recuerdo que sufrí un accidente casero y me fracturé un brazo, aunque no olvido que el huracán Irma me sacó corriendo de mi casa, aunque hubo que enfrentar a los encantadores de serpientes del mercado para evitar que te provocaran un daño.
En el momento en que se vaya, cuando se tenga que ir, al 2017 le daré un cálido, apretado y fraternal abrazo de agradecimiento. Me encantaría hacer lo mismo contigo, que junto con mi familia eres la razón de ser de mi trabajo. Aunque sea un abrazo virtual, quiero que esos segundos sean largos, lentos, para que alcances a sentir mi gratitud.
En la noche del 24 de diciembre, rodeado de mis seres querido, levantaré mi copa y en silencio haré una oración por todos a los que aprecio, entre quienes estás tú. Y le pediré al Altísimo que riegue sus bendiciones sobre nosotros esa noche y todas las demás, y que nos dé fuerzas para seguir transformando vidas, construyendo futuros felices.
Feliz Navidad, feliz Año Nuevo, próspero 2018…
Haz clic aquí y accede a la última edición de MG La Revista, en la que te invito a hacer un balance de lo que fue 2017 para ti y profundizar sobre un tema apasionante: el éxito.
