Una de las realidades que todavía no consigo entender, a pesar de que llevo veinte años en el mercado, es la cantidad de mitos que hay alrededor del marketing. Lo peor es que la mayoría de esos mitos se sustenta en creencias falsas, en verdades a medias o, lo más común, en vulgares mentiras. Pero la gente las cree, y trata de aplicarlas.

Hola, soy Álvaro Mendoza, director de MercadeoGlobal.com, y regreso con contenido de calidad. Mi intención, durante los próximos minutos, será darte herramientas para que puedas avanzar en tu proceso, para que te acerques a tus sueños y, sobre todo, para que evites los obstáculos que se presentan en el camino. Muchas gracias por estar aquí.

Te decía que llevo veinte años en el mercado y durante ese tiempo he sido testigo de mil y un mitos. Que se han caído, uno tras otro, como las fichas del dominó. Al que me voy a referir, sin embargo, es uno de esos que parece tener las siete vidas de un gato, o la capacidad para resucitar. Porque cuando lo damos por muerto, aparece vivito y coleando.

¿Sabes de qué hablo? De la creencia de que el marketing es un privilegio exclusivo de las grandes marcas. Y cuando digo grandes marcas me refiero a las que tienen presupuestos multimillonarios, como Apple, Coca-Cola o Mercedes-Benz. Por si no lo sabías, esa es una gran mentira: esas son las grandes ligas del mercado, pero no es todo el mercado.

Hubo una época, que afortunadamente quedó enterrada en el pasado, en la que no había alternativa: contabas con grandes presupuestos o no podías competir. Algo así como la ley de la selva, en la que sobrevive el más fuerte. Eso cambió: hoy, gracias a la famosa revolución digital, los pequeños emprendedores podemos competir y ser exitosos.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Si haces bien tu trabajo, si haces buen marketing, puedes competir en el mercado.

Lo que ocurre es que los medios de comunicación, a través de los canales convencionales como los impresos o de las plataformas digitales, nos venden el cuento de que el éxito es privilegio exclusivo de los grandes. Pero, lo repito, es cuento. Quizás no seas Bill Gates, o Elon Musk o cualquiera de esos gigantes, pero puedes ser el número uno de tu mercado.

Si sigues con atención las publicaciones que hago en este blog o en las diferentes ediciones de MG La Revista, con seguridad habrás encontrado nombres de empresarios exitosos que son de mediano y pequeño calibre. Me encanta destacar este tipo de casos de éxito, porque son inspiradores y porque nos enseñan que todos podemos hacerlo.

De hecho, en la edición del mes de mayo, que acaba de circular, expongo dos casos que son fascinantes: Geni Ramos, emprendedora española, la reina de la automatización, y Lorena Ochoa, colombiana, inspirador modelo de cómo superar dificultades. ¿Cómo lo hicieron? De la manera más fácil y efectiva que existe: haciendo buen marketing.

El mito aquel de que el marketing es privilegio de las grandes marcas surge del miedo que tienen los emprendedores de competir en el mercado. Dado que muchos carecen de los conocimientos y de las herramientas básicas necesarias para poder adueñarse de un nicho, prefieren esconderse tras esa cortina de humo: “No tengo cómo hacer marketing”.

Te confieso que en algún momento de mi trayectoria yo mismo tuve miedo. Eran otras épocas, claro, pero era normal experimentar temores. ¿Cómo los superé? Gracias al apoyo que recibí de mis padres, a las enseñanzas de mis mentores y a que me tiré al agua. Sí, dejé de pensar y comencé a actuar. Y actuar significa, sobre todo, cometer errores.

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Identifica el problema que aqueja al mercado y ofrecer la solución perfecta.

Y el error, quizás me habrás escuchado decirlo, es el mejor de los maestros. Capacitarme de forma permanente, tener contacto directo con el mercado en eventos presenciales y escuchar con atención lo que mis clientes me dicen son, entre otras, las estrategias que me permiten ser competitivo en el mercado. Y no soy Elon Musk, tampoco soy Bill Gates.

Lo que ocurre es que muchas personas asumen la educación como un gasto y no como una inversión. Y en verdad es la mejor inversión que puedas realizar. Una que te va a retribuir formas maravillosas, y no necesariamente relacionadas con el dinero. Cuando haces buen marketing, cada dólar que inviertes representa un potencial ROI que vale la pena.

Lo que no puede esperar es que ese ROI se dé de la noche a la mañana o que si invertiste 1.000 dólares dentro de un mes recibirás un millón. Eso no se da. Recuerda que se trata de un proceso, que debes tener paciencia, que requieres implementar un sistema. Antes, además, necesitarás haber hecho una exhaustiva investigación del mercado.

Y también deberías haber definido, de manera muy precisa, a tu cliente ideal, o los diferentes perfiles que puede tener tu cliente ideal. Y el siguiente paso es hacer una programación y diseñar las estrategias que vas a poner en marcha. Sin embargo, ese es un camino muy distinto al que muchos emprendedores eligen transitar.

¿Qué hacen? Diseñan un producto de acuerdo con lo que creen que necesita el mercado, sin haber consultado al mercado, y publican avisos en redes sociales. Luego, se sientan a esperar que del cielo caigan billetes. Y como eso no ocurre, entonces dicen que esto del marketing no es para los pequeños, que es imposible competir contra los más grandes.

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Sentarte a esperar que lluevan billetes no es hacer buen marketing: es un grave error.

Estudia el mercado tan profunda y concienzudamente puedas hacerlo. Define a tu cliente ideal con tanta precisión que llegues a conocerlo mejor que a ti mismo. Identifica ese problema que aqueja al mercado, el dolor que les quita el sueño a esas personas. Y luego diseña y ofrece el producto que se convierta en la solución perfecta a ese problema.

Cuando superes esa etapa, preséntate al mercado: dile quién eres, qué haces, por qué lo haces, cómo lo haces, para quién lo haces. Cuéntale sobre tus pasiones, sobre tu misión, sobre tus sueños y acredítate como un experto en eso que ofreces. Una vez ya estés posicionado, comienza a brindar tanto valor como puedas, de tantas formas como puedas.

Eventos presenciales, reportes gratuitos, ebooks descargables, revista, publicaciones en tu blog, videos, asesorías personalizadas, coachingLo importante no es el medio, sino que aquello que le des al mercado le aporte valor, sea de calidad, marque una diferencia en relación con la competencia. Esto, mi querido amigo, es marketing, marketing del bueno.

No es el dinero, no es la tecnología, no es el canal que utilices, no es el producto que ofrezca lo que marca la diferencia. La diferencia está en el marketing: hay quienes no lo hacen, y fracasan. Otros, entre los cuales me cuento, trabajamos para hacer el mejor marketing posible de acuerdo con los recursos y las herramientas de que disponemos.

Soy Álvaro Mendoza, director de MercadeoGlobal.com, y agradezco tu atención durante estos minutos. Espero que esta reflexión te sirva para avanzar en el camino hacia tus objetivos y contribuya a la cristalización de tus sueños. Si no pudiste arrancar todavía, quizás sea porque tu marketing no sea el adecuado. Aquí estoy para ayudarte.

Con mi equipo de trabajo quedaríamos encantados de conocer tu opinión sobre este contenido de calidad que acabo de ofrecerte. Agradeceríamos también que lo compartas para que otras personas lo conozcan y se puedan beneficiar. Y no olvides que tus comentarios son bienvenidos, porque nos permiten saber cómo darte más valor.

Chao chao…