“Esta tormenta tiene el potencial de devastar el estado, y usted tiene que tomarse esto en serio. Recuerde: podemos reconstruir su casa, pero no podemos reconstruir su vida”, enfatizó Rick Scott, gobernador de La Florida desde el centro de operaciones de emergencia en Tallahassee, la capital del estado, ante la proximidad de Irma.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Esta es la proyección del avance del huracán Irma este fin de semana. La alerta es máxima

Esta situación de emergencia, enmarcada dentro de la temporada de huracanes que se extiende del primero de julio al 30 de noviembre, es una terrible realidad a la que estamos sometidos los que habitamos estas zonas del planeta y, también, fuente de lecciones enriquecedoras para los emprendedores. ¡Sí, no creas que es algo descabellado!

Lecciones aprendidas (hasta el momento)…

En nuestra actividad, eventualmente nos encontramos con una competencia devastadora, que amenaza con arrasar lo que tenemos y dejarnos en la ruina. Muchas veces la vemos, la conocemos, sabemos cuándo nos va a golpear y, como en el caso de los huracanes, debemos tomar medidas preventivas, salvaguardar nuestra vida y patrimonio.

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La prioridad es tomar las medidas de seguridad convenientes ante la amenaza, empezando por casa.

A veces, sin embargo, nos creemos demasiado fuertes, dominantes, y despreciamos las alertas, los mensajes que nos envía el mercado. Y cuando vamos a actuar ya nada hay que hacer y lo pagamos caro: ¡Lo perdemos todo! Necesitamos ser humildes, reconocer nuestra fragilidad y hacer caso de las señales que nos amenazan.

A veces, también, desconocemos la historia, eventos similares que ocurrieron en el pasado con nefastas consecuencias y, por eso, nos convertimos en víctimas. Hace 25 años, del 16 al 18 de 1992, Andrew afectó el área de Miami y el sur de Luisiana. Provocó pérdidas valoradas en 26.000 millones de dólares. Sus vientos eran de hasta 280 km/h.

Entonces, ahora hay que tomar los recaudos necesarios. De la misma manera, esta situación nos enseña que debemos hacer uso de todos los recursos de que disponemos a la hora de enfrentar una amenaza. Conocimiento, experiencia, creatividad e innovación son, por supuesto, herramientas válidas para salir airosos en estas situaciones extremas.

Una de las premisas fundamentales es la colaboración, la solidaridad con aquellos menos favorecidos y, obvio, con los vecinos o socios o colegas. En nuestra actividad, a veces, nos dejamos llevar por el entusiasmo, nos cegamos por el éxito y la prosperidad, y nos olvidamos de que hay otros que necesitan nuestra ayuda, una mano amiga.

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Destrucción, muerte y desolación dejó Irma a su paso por la pequeña isla de San Martín, en el Caribe.

Necesitamos velar los unos por los otros, los mayores por los niños y los adultos, inclusive por nuestras mascotas. En los negocios, a veces, aun a costa de ganancias, debemos hacer un sacrificio y ponernos al servicio de otros que nos necesitan desesperadamente. La recompensa llegará después en múltiples y maravillosas manifestaciones, sin duda.

A mis hijas, por supuesto, esta situación les resulta exótica, hasta divertida. No entienden por qué debemos abandonar la casa, dejarlo todo atrás e irnos apenas con lo indispensable, con una fecha de regreso incierta. Y tampoco comprenden qué puede ocurrir después, cuando seamos conscientes de los daños provocados por Irma.

Les explico que es igual que cuando las cifras de tu negocio muestran una tendencia negativa, número rojos, y hacemos omiso: nos sometemos a las consecuencias. La estrategia inteligente es tomar las medidas necesarias, incluidas las más extremas como dejarlo todo atrás y comenzar de cero en otro lugar, si llegara a ser necesario.

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Aprovisionarse de agua fresca es la medida elemental en estos casos.

Es una lección de desapego: no podemos aferrarnos a lo material, sin importar cuánto dinero, trabajo, esfuerzo, sacrificio y tiempo nos costó adquirirlo o levantarlo. En la vida, como en los negocios, solo triunfan aquellos que saben tomar decisiones inteligentes, las más prudentes, en circunstancias de mayor presión. Esa es la razón de la evacuación.

Les digo que lo asuman como un negocio que no dio más y fracasó. Hay que agradecer lo que nos brindó, salvar lo que sea posible y echarle tierrita al asunto antes de seguir adelante con la vida. Porque el mañana, esa es la ilusión, nos deparará nuevas y mejores oportunidades, porque salvo que se termine la vida siempre hay algo bueno esperándonos.

Hoy, la vida nos impone una evacuación de emergencia que nos genera zozobra e incomodidad, que nos trastorna la cotidianidad. Los emprendedores, a veces, somos reacios a los cambios, nos creemos inmunes a los males del mercado, y lo pagamos caro. Se nos olvida que la vida es muy frágil y cambia en un abrir y cerrar de ojos.

En ocasiones, como ahora, tenemos la oportunidad de ejecutar estrategias de emergencia, aunque a veces el mundo se nos viene encima sin que nos demos cuenta. Entonces, lo que se impone es ordenar nuestras prioridades, entender cuál es la salida que menos nos afecta y tomar ese camino. Aferrarnos al pasado, a lo material, nunca es una buena idea.

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Imágenes como esta dejó el paso de Irma por las Islas Vírgenes Británicas.

Ya Irma provocó terribles daños a su paso por islas del Caribe, donde dejó una estela de muerte y desolación. Ahora, su amenaza se cierne sobre quienes habitamos La Florida y no podemos arriesgar lo más valioso que poseemos: la vida, la integridad y la seguridad de nuestra familia y seres queridos. Después se verá qué nos depara la vida.

Si estás en la zona de influencia del huracán Irma, por favor, toma todas las prevenciones necesarias, haz caso a las autoridades, salva tu vida. Si eres emprendedor y estás a salvo de sus efectos, aprovecha la oportunidad para aprender de sus lecciones, traslada tu negocio a ese escenario caótico y piensa qué harías: ¡Las lecciones serán muy valiosas!

ÁLVARO MENDOZA
7 de Septiembre de 2017.