Seth Godin es uno de los emprendedores más inspiradores de la actualidad y, también, uno de los autores más influyentes del marketing. Sus libros La vaca púrpura, This Is Marketing (Esto es Marketing), El abismo o El marketing de permiso son obras de lectura obligada para aquellos que desean seguir los pasos de quien ya alcanzó el éxito y les comparte su receta para modelarla.

Algo que me agrada de este persona es que se sale del molde, es decir, que no ofrece el mismo discurso de otros, aunque con algunas palabras distintas y unas cuantas arandelas, como es tan común. Godin tiene una visión particular de la vida y de los negocios y la defiende con argumentos que, a mi juicio, son irrefutables: sus excelentes resultados. Además, comparto muchos aspectos.

Hace unos días, un amigo, que conoce mi afinidad con este personaje, me envió un correo que le había llegado y que estaba relacionado con uno de los artículos más famosos de Godin en su blog. El título es La jerarquía del éxito y, sencillamente, es espectacular. No es nuevo (data de 2009), pero los principios que expone no pierden vigencia a pesar del paso del tiempo.

La reflexión de Godin parte de la base de que “todo el tiempo estamos ocupados en la ejecución”, que es importante, pero que a veces nos demanda tanto, nos exige tanto, que al final se convierte en algo negativo. ¿Por qué? Porque no hay tiempo para pensar y pensar es una de las tareas más importante que debe realizar un emprendedor, o corre el riesgo de ser “más de lo mismo”.

Además, y esto es muy importante, porque la bendita ejecución casi siempre responde a un libreto prestablecido, a una guía paso a paso que fue diseñada por otros. Y, quizás lo sabes, así no funciona el marketing: no hay receta exacta, una fórmula mágica, un único camino. De ser así, bastaría con aplicar el famoso y odioso copy+paste, y listo: todos serías famosos y millonarios.

Pero, no es cierto. “Usa esta palabra en vez de esa. Este servidor web. Ese color. Este material o esa frecuencia de envío”, afirma Godin. ¿Te suena conocido? El mercado está repleto de expertos que proclaman a los cuatro vientos que la única herramienta es la que ellos usan y promocionan, que nadie leerá tus correos si no utilizas sus plantillas, que debes publicar en tal o cual horario.

Y, de nuevo, así no funciona. No me cansaré de repetirlo, en especial porque el mercado, en especial los emprendedores novatos, se niega a entenderlo: lo que a mí me sirve es muy probable que a ti no te brinde resultados porque tu negocio es distinto del mío, porque tus clientes son diferentes de los míos, porque tus estrategias no son las mismas mías. Es una ley del marketing.

Sin embargo, muchos hacen caso omiso de esa realidad y se desbocan a repetir paso a paso el camino trazado por otros. Ejecutan una y mil veces, sin éxito, hasta que se rinden. Entonces, en vez de reconocer su error, culpan a internet, o al gobierno de turno, o se escudan en la alta cotización del dólar o, como ha ocurrido durante los últimos meses, en la crisis del COVID-19.

“Tengo grandes noticias para ti: nadie tuvo éxito por las tácticas de ejecución aprendidas de un libro de Dummies”, afirma Godin con un dejo de ironía. Por supuesto que no. Esa es una creencia equivocada, pero muy arraigada en el mercado, especialmente entre aquellos que persiguen el éxito exprés, que quieren acostarse pobres y levantarse multimillonarios porque leyeron un libro.


Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Seth Godin es una de las mentes brillantes del siglo XXI y un referente obligado en el marketing.


Seth Godin, el autor de ‘La vaca púrpura’ y ‘This Is Marketing’, entre otros libros brillantes, estableció algo que llamó la jerarquía del éxito. Se trata de seis principios que, a su juicio, te permitirán alcanzar lo que desees y obtener los resultados que anhelas. ¿Los conoces?


Otro aspecto crucial sobre el que Godin llama la atención es la dualidad entre táctica y estrategia. Las tácticas te dicen qué ejecutar. Son importantes, pero la verdad es que están empequeñecidas por la estrategia. Es la estrategia la que determina qué tácticas pueden funcionar. Pero, ¿qué sentido tiene una estrategia si tus objetivos no están claros o se contradicen?”. ¿Tú qué dices?

Vuelve a algo que mencioné antes: estamos tan ocupados en ejecutar, tan obsesionados con lograr resultados a corto plazo, que perdemos la perspectiva y nos desviamos de objetivo o, peor aún, vamos tras un objetivo que riñe con nuestro propósito. Para Godin, más que táctica o estrategia, que son importantes, los factores que encabezan la jerarquía del éxito son otros.

¿Sabes cuáles? Enfoque y actitud. El enfoque determina cómo ves el proyecto (o tu carrera o tu vida). ¿Lees muchos libros? ¿Haces muchas preguntas? ¿Usas la ciencia y las pruebas o sigues tus corazonadas? ¿Eres curioso? ¿Un salvavidas? ¿Cuándo fue la última vez que admitiste un error e hiciste una dramática corrección de rumbo?”. Estoy convencido de que es un cambio de paradigma.

¿Por qué? Porque la mayoría de los seres humanos, en especial aquellos que nos dedicamos a hacer negocios, que somos expertos de un tema (o creemos serlo), está convencidos de que tienen todas las respuestas. Y de eso no se trata. ¿Entonces? De lo que se trata es de preguntarnos una y otra vez, una y mil veces, para no conformarnos, para no relajarnos, para no equivocarnos.

O, aunque sea, para equivocamos menos. “Casi todo el mundo tiene un estilo y, si eliges el equivocado, entonces la estrategia, la táctica y la ejecución no te funcionarán”, asegura Godin. Y agrega: “En lo que a mí respecta, lo más importante de todo, la cima de la jerarquía, es la actitud. ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Cuál es tu sesgo en el trato con la gente y los problemas?”.

Y formula otra serie de preguntas geniales:

“¿Cómo lidias con el fracaso?
¿Cuándo lo dejarás?
¿Cómo tratas a la competencia?
¿Qué personalidad buscas en la gente que contratas?
¿Cómo es trabajar para ti? ¿Por qué? ¿Es una elección deliberada?
¿Qué clase de decisiones tomas cuando nadie está mirando?”
.

Estoy completamente seguro de que ni por asomo se te había ocurrido formularte alguno de estos interrogantes. Pues, bien, creo que llegó el momento. Aunque, no necesitas responderlas todas de una vez: mastícalas, digiérelas lentamente y luego aborda una por una. Y anota la respuesta o grábala, de modo que puedas consultarla tantas veces como sea necesario, tantas como desees.

“¿No es extraño que estas seis preguntas sean tan importantes y que casi nunca hablemos o escribamos sobre ellas?”, se cuestiona Godin. Suele ocurrir: por lo general, estamos distraídos en la ejecución, obsesionados con los resultados. Y concluye con otra sentencia brillante: “Si la cima de la jerarquía está desordenada, ninguna táctica brillante o ejecución te va a ayudar en absoluto”.

Esta, según Seth Godin, es la jerarquía del éxito:

1.- Actitud
2.- Enfoque
3.- Objetivos
4.- Estrategia
5.- Tácticas
6.- Ejecución

Como mencioné antes, no se trata de hacer copy+paste y sentarte a esperar que lluevan los millones de dólares. Así no funciona. Quizás te sirva lo que hice: respetando la jerarquía establecida por Godin, convertí cada uno de esos principios en preguntas en busca de establecer qué hago, cómo lo hago, por qué lo hago y, de esa manera, determinar en qué punto estoy.

No te puedo decir con exactitud cuál fue el resultado de ese ejercicio, porque de hecho aún estoy en el proceso. Sin embargo, estoy convencido de que la reflexión en sí es muy positiva y, también, de que cuanto salga de allí será positivo en la medida en que la actitud con que lo asumas sea una positiva y constructiva y te enfoques en construir tu mejor versión. Palabra de Seth Godin.


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