Día Mundial del Internet
El 25 de octubre de 2005, en España se dio una celebración que no trascendió fronteras de inmediato, pero que en el corto plazo nos brindó un escenario para reflexionar acerca de este fenómeno que cambió la vida: la aparición de internet. Luego, por intermediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se fijó para el 17 de mayo y se amplió la cobertura.
Porque no tiene las connotaciones comerciales de, por ejemplo, el Día de la Madre que se celebró en buena parte del planeta el pasado domingo, este de internet es un día que a muchos les pasa de largo, inadvertido. Por supuesto, nosotros los marketeros, que hemos hecho de esta tecnología el apalancamiento de nuestros sueños, tenemos que festejarlo.
La responsable de aquella primera vez fue la Asociación de Usuarios de Internet de España (www.aui.es), que organizó más de 530 eventos en todo el país. Además, como hecho destacado, más de 200 entidades públicas y privadas promovieron un documento trascendental: la Declaración de Principios para construir la Sociedad de la Información.
En noviembre de ese año (2005), en Túnez, se llevó a cabo la Cumbre de la Sociedad de la Información y allí se decidió proponer a la ONU la celebración, el 17 de mayo de cada año, del Día Mundial de la Sociedad de la Información. Se determinó unir también el Día Mundial de Internet. El objetivo es resaltar las posibilidades que la tecnología le brinda a la sociedad.
Ahora, el día se conmemora también en Argentina, México, Perú, Chile, Paraguay, Colombia, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Algunos países organizan eventos académicos, en otros se dan encuentros de usuarios y hasta se institucionalizaron premios destinados a reconocer los emprendimientos digitales con gran impacto en la sociedad.
Como dije, más que una celebración es una ocasión para la reflexión. Esta vez, el tema central es el Empoderamiento Digital. Se trata de destacar cómo la tecnología hace poderoso o fuerte, o visible, a un individuo o una comunidad socialmente desfavorecido. Hace referencia a las oportunidades gracias a las que estos colectivos toman el control sobre sus condiciones de vida.
Dado que lo que está relacionado con internet carece de fronteras, este tema del empoderamiento digital traspasó las barreras de los grupos no favorecidos y se regó a toda la sociedad. Hoy se ve como la capacidad de los individuos para vivir en el mundo digital, su preparación y disposición. Inclusive, se habla de algo exótico: la alfabetización digital.
No sé tú, pero yo tengo claro que internet es lo mejor que me ha ocurrido en la vida después de mi familia, mi esposa y mis hijas. No sé qué sería de mi vida sin la red, sin las posibilidades que me brindó, sin esas inolvidables amistades que me trajo, sin ese inagotable conocimiento que me brinda, sin esos clientes maravillosos que tengo.
Una transformación
Agradezco cada día la prosperidad de mi negocio, el bienestar que me ha permitido regalarle a mi familia. Y, por supuesto, la posibilidad de darle rienda suelta a la pasión que me mueve: servirte. Todo el dinero del mundo no sería tan satisfactorio si no hubiera temido la opción de ayudar a la gente, de darle conocimientos y herramientas para cumplir sus sueños.
Y eso lo he podido hacer gracias a internet. A veces, se me estremecen las fibras del corazón cuando escucho o leo comentarios acerca de los ‘males’ provocados por internet, por la tecnología. Esta herramienta, como la electricidad, como el vehículo, como la dinamita, no es mala por sí misma: lo malo es el uso que los humanos le damos.
Cuando salgo a compartir con mi familia o con mis amigos, o cuando viajo a otros países, me aterra ver cómo la vida de muchos está completamente atascada en el uso que le dan a la tecnología. Ya no se relacionan con seres humanos, sino con teléfonos inteligentes, con computadores. Y ese uso desmedido y despersonalizado es el que está mal.
Internet, para mí, eres tú: tú, tú y tú, y cada uno de los que a diario está del otro lado, en otra pantalla, en otro dispositivo. Es cada persona con la que nos conectamos virtualmente y compartimos experiencias enriquecedoras de doble vía. Internet no es solo una herramienta: es mi sustento, mi estilo de vida. Internet es una parte vital de mi vida.
Hoy, cuando se celebra el Día Mundial de Internet, te invito a que reflexiones. Especialmente, a que hagas un examen honesto, una autocrítica, del uso que le das a la tecnología. Y, también, que revises si a través de esta poderosa tecnología estás haciendo todo lo que podrías por otros seres humanos, por los que necesitan tu conocimiento y experiencia.