Voy a decir algo que parece obvio, pero que encierra una gran verdad: ¿Te has dado cuenta de cuán complicado está el mercado, de qué difícil es atraer la atención de los clientes? Cualquier persona que esté en el mundo de los negocios, dentro o fuera de internet, lo sabe: lo experimenta en carne propia todos y cada uno de los días.
Entonces, ¿cuál es el asunto? Que los seres humanos, y los emprendedores pertenecemos a esta categoría, tenemos la tendencia a obviar lo obvio, y perdona la redundancia. Sí, pasamos por alto lo más elemental, lo fundamental, y nos metemos en unos embrollos de padre y señor mío. Y, claro, después pagamos las consecuencias.
En nuestro quehacer, los emprendedores necesitamos avanzar como si estuviéramos solos, durante la noche, en un bosque inhóspito. Sí, rodeados de temibles fieras hambrientas, expuestos a los peligros, a caer por un precipicio, a sufrir sed y hambre, a ser vencidos por el cansancio. Solo nos salvan el instinto de supervivencia y la atención.
¿Entiendes? Instinto de supervivencia tenemos todos y las alarmas se prenden de manera automática, a veces sin darnos cuenta. Sucede en el bosque durante la noche, en la calle, en la casa, en el trabajo. Es algo inherente a la condición humana. En cambio, la atención es una elección, una opción: si queremos, la tomamos; si no, la desechamos.
Eso significa que la atención es la que marca las diferencias. Y la atención entendida en dos sentidos: esa capacidad de estar alerta, de tener los sentidos despiertos para evitar que nos sorprendan, de ser perceptivos y receptivos. Y, por otro lado, la capacidad de brindarles a los clientes esa experiencia inigualable que los enamore de nosotros.
Hoy, lo sabemos, los clientes son más exigentes que antes. Y lo son de muchas maneras. En el pasado, más allá de la atención que recibía (por lo general, deficiente) y de que no había una experiencia, el cliente siempre recurría a nosotros. Así funcionaban los negocios, así estaban establecidas las reglas. El mundo globalizado cambió eso, empero.
Ese comportamiento se sustentaba en la ignorancia del cliente. Sabía poco o nada de los negocios, poco o nada de los productos. Compraba porque se lo indicaban, porque había que comprar, casi instintivamente. Hoy, sin embargo, nos enfrentamos a un comprador muy bien informado, que no traga entero, que ya no compra lo primero que le ofrecen.
Sí, un cliente que ya no es de aquellos para toda la vida, sino que en cada experiencia de compra nos pone a prueba: si el resultado es satisfactorio, nos renueva su confianza; de lo contrario, recoge sus cosas y se marcha a otro lado, adonde la competencia. Por eso, al comienzo lo decía: es muy complicado hacer negocios hoy, atraer la atención del cliente.
En otras épocas, al cliente solo le interesaba el producto; si podía pagar el precio, compraba y listo. Más adelante en el tiempo, el precio se convirtió en el factor decisivo: el cliente aprendió que podía pujar, que podía negociar, y comenzó a jugar con el precio. Después, el servicio fue una exigencia, porque el cliente quería que se le reconociera.
Esas, sin embargo, son épocas del pasado, del siglo pasado. Es cierto que el producto es muy importante, que el precio sigue siendo un factor decisivo, que el servicio no puede dejarse de lado. Son condimentos que permanecen en la receta, pero ahora hay un nuevo ingrediente que es el que le da el sabor especial al platillo: la experiencia de compra.
Una de las mayores dificultades en los negocios actuales, quizás la más importante, es que para el cliente todos somos iguales, todos hacemos lo mismo. Entonces, por supuesto, todos obtenemos el mismo resultado. ¿Entiendes? Para el común de los clientes, para la mayoría del mercado, da lo mismo comprar aquí que allá, comprarte a ti o a mí.
Diferenciarse y ser mejor
Y ese es el gran problema. ¿Cómo hacer que el cliente me escoja a mí? Es en este aspecto en el que debemos enfocar nuestra atención, nuestros esfuerzos, nuestras estrategias, nuestros recursos y herramientas. Decía mi abuelo, con la sabiduría de los que vivieron la vida a tope, que el primer paso para solucionar un problema es reconocer el problema.
Si tus ventas no crecen, si tu negocio está estancado, si tus clientes compran una vez y desaparecen, si la competencia abarca más mercado, entonces, no hay remedio: con la mano en el corazón y de manera descarnadamente honesta, debes formularte la pregunta clave: ¿Por qué los clientes deben escogerme a mí, por qué soy su mejor opción?
Si haces la tarea como corresponde, seguramente encontrarás respuestas que no solo te sorprenderán, sino que también podrán enriquecerte. Por eso, tienes que ser muy honesto en el autoanálisis. También te darás cuenta de eventuales fallas, de errores que no habías percibido, de estrategias en las que insistes, a pesar de que no son efectivas.
El autoanálisis es importante, pero también es necesario escuchar la voz del pueblo, que es la voz de Dios: sí, escucha lo que te dice el mercado. Con autocrítica, con ánimo constructivo. Y agradece los conceptos que te ayuden a ser mejor, los que estén destinados a fortalecerte y te permitan convertirte en la mejor elección.
El mundo globalizado nos lleva a la estandarización, a parecer todos iguales, a comportarnos todos iguales. Un escenario terrible para los emprendedores, porque el cliente decide por precio, por las sensaciones que le despierta el producto o por cualquier razón que está lejos de nuestro control. Y sin control, lo sabemos, no llegamos al éxito.
Necesitamos ser diferentes y el único factor que nos permite alcanzar ese objetivo es la experiencia. Experiencia entendida como todo aquello que nos conecta con un producto, con una marca, con una persona. Experiencia entendida como las afinidades, con los sueños, con los valores y los proyectos de vida que nos unen.
Claro, buena experiencia con mal servicio, no hay; buena experiencia con mal producto, no hay; buena experiencia con mal precio, no hay. Necesitamos armar el rompecabezas y ofrecerle al cliente algo único, algo inigualable, algo irresistible. Que cuando nos conozca diga “¡Eso es justo lo que necesitaba, lo que estaba buscando, eso es para mí!”.
Una experiencia positiva se desprende de la confianza y la credibilidad que somos capaces de generar y, claro, de nuestras acciones. Es cierto que el mercado está más complicado y difícil que nunca, pero ese no es el acabose: por el contrario, es una gran oportunidad que los emprendedores debemos aprovechar para destacarnos, para brillar con luz propia.
Hola Alvaro gracias por compartir sus sanos y apropiados consejos, aunque no ha sido mi desempeño, el mercado para mi entender es la clave y por lo tanto la forma de sobrevivir de cualquier negocio, sin compradores no hay posibilidades de subsistir por por tanto actualizarse en las técnicas y conocimientos es la clave, no necesariamente nuestros interes es la desaparición de la competencia sino la búsqueda continua de la mejoría de la calidad para satisfacción del usuario final
Alvaro, considero que a esta «experiencia de compra», es muy necesario añadirle también la «experiencia de posesión» y la «experiencia de recompra», porque esta trilogía enfocará al cliente a ser un «cliente de por vida»………..saludos y éxitos
Excelente Análisis, Alvaro vengo leyendo hace días sus textos y me parecen bastante interesantes , llevo 6 años trabajando en Comercio exterior y quisiera lanzarme al vació y fundar mi propio proyecto sin embargo no quiero hacerlo hasta fundamentarlo bien
Para dar ese gran paso quisiera capacitarme mejor en Marketing Virtual, que tan aplicable puede ser en el Comercio Exterior?
agradezco de antemano, me permita mi opinión, me parece muy buen tema, y es cierto lo que comenta sobre los clientes que hoy en día toman decisiones con conocimiento de causa, aquí le faltaría sumar los intentos fallidos, que son consecuencia de malas relaciones con otros proveedores de productos y servicios, que dejan al cliente con un alto nivel de desconfianza, y que aparte de que creen saber lo que buscan, se cuestionan que si otros proveedores fallaron, porque nosotros si podemos funcionar. eso se vuelve un reto que nos obliga a reforzar y replantear nuestro trabajo, y aquí tenemos que tomar decisiones muy claras si nos es conveniente trabajar en el proyecto de ese cliente, o dejarlo ir, porque muchas veces el cliente ya esta tan contaminado que apuesta al fracaso desde un principio, se acostumbra a que las cosas les salgan mal y eso es muy desgastan te, y casi siempre esos proyectos representan perdidas para nosotros… saludos
Hola estimado Álvaro soy corredor inmobiliario certificado hace ya unos 6 años, estoy completamente enamorado de mi profesión ya que así puedo ayudar a muchas personas a cumplir sus sueños.
Tengo rato investigando sobre el marketing digital y las diversas herramientas que brinda a los emprendedores en sus proyectos.
Yo para llegar a los cliente he utilizado siempre estrategias tradicionales de prospectacion. Mi pregunta más concreta es:
¿consideras tu que en mi sector sería bueno aplicar estrategias de marketing digital?
Y de ser afirmativa tu respuesta por donde me recomiendas que debo comenzar.
Gracias
tengo una oficina y necesito venderla pero no se como hacer para colocar el precio, ya revise los precios del sector y son muy variados he visto algunas características como ubicación, piso de ubicación y hasta he visto que algunas no tienen baño privado sin embargo no he tomado la desiccion de ver cual es el precio adecuado para esta oficina.
Alvaro si tu pudieras darme algunas ideas yo estaría muy agradecida
clara rojas
Pide opinión de alguien experto en esa área. Yo no soy el indicado. Alvaro
Este analisis, es un buen consejo, para un gerente de cualquier marca, que sus ventas estan caidas, mes, tras mes, deberia ponerse las pilas y leer y escuchar, la voz de la experiencia, pero desgraciadamente, este tipo de personas, que subieron como la espuma en su momento, nesecitan ayuda, pero no la aceptan, que ciegos son en verdad, y cuanta ayuda les hace falta.
Muy interesante análisis. Me gustaría incidir en el aspecto de marcar esa diferencia que nos distinga de los demás. Si tengo un reconocido producto, ofrezco servicio como un plus, y mis precios son un poquito por encima del promedio del mercado, qué me recomiendas tomar en cuenta para ser diferente? sucede que mi competencia se enteró de mi forma de trabajar y empezó también a dar servicio y charlas de capacitación.
Yo he sido reconocido como el mejor expositor y además cuento con material audio visual completo y que no lo tienen los otros, al menos hasta ahora. Qué me recomienda Alvaro? debo bajar precios? no me gusta esa idea, pero acepto sugerencias. Debo tratar de estar más en contacto con el cliente? ofrecer más?
Lo último que has de hacer es bajar los precios e igualarte a tus competidores.
Hace unos años me pasó algo muy similar y en vez de bajar los precios, los DUPLIQUÉ… marcando así una diferencia aun mayor.
Excelente análisis.
Gracias por compartir.
Gracias por el mensaje, siempre es muy grato recibir unas palabras de aliento de un personaje como tu.