Te has preguntado alguna vez, ¿por qué la gran mayoría de las personas que se ilusiona con un proyecto, acto seguido, comienza a sentirse paralizado por el temor al fracaso? ¿De dónde surge el miedo al fracaso?, ¿qué es exactamente?

Las respuestas pueden ser tan variadas, como variadas son las formas de interpretar una misma situación. El fracaso está en la mente de cada persona y en su manera de interpretar los posibles resultados derivados de alguna acción.

El temor al fracaso, como la mayoría de los temores, es totalmente ilusorio e irreal, es la anticipación o visualización de un resultado negativo, que aún no ha ocurrido, pero que se siente como si estuviese ocurriendo ahora… y paraliza.

Imagínate por un momento, que comienzas a desarrollar una idea ambiciosa y al mismo tiempo, apasionante. Decides llegar hasta las últimas consecuencias y desarrollas un plan de acciones coherente con tu propósito; lo ejecutas con perseverancia y valentía, pero al final, después de un duro trabajo, descubres que los “resultados” son desafortunados. ¿Se podría decir que has fracasado? Pues “lamentablemente”, la gran mayoría piensa que sí. Te podrían catalogar como un “fracasado”.

Seguramente, más del 90% de las personas que te rodean, estarán convencidos que tu intento fue un fracaso. Te lo dirán o no, pero lo piensan y lo comentan entre ellos, y desde mi punto de vista, es precisamente lo que “podrían pensar” esas personas que te rodean, lo que causa más temor, hasta el punto de no correr riegos para evitar lo que ellos, y tú, podrían interpretar como fracaso.

Pero entonces, cómo deberíamos catalogar a la gran mayoría, que ni siquiera intenta descubrir aquello con lo que podrían disfrutar y sentirse realizados, por temor a ser identificados como fracasados; previsores, discretos, inteligentes…

Existe una gran diferencia que todos deberíamos valorar internamente. Quienes no obtienen el éxito esperado en uno, dos, tres o más proyectos, “fracasan” en uno, dos, tres o más proyectos. Sin embargo, quienes jamás lo intentan por miedo al fracaso o al qué dirán, convierten toda su vida en una experiencia frustrante.

¿Cuál eliges?

«El fracaso más grande es nunca haberlo intentado». – Proverbio Chino

Si tienes en mente algún proyecto o idea para mejorar tu negocio, tu vida personal, tu manera de contribuir, etc. pon manos a la obra y lánzate ya. Más vale correr el riesgo, que despertar dentro de 30 años con el pensamiento martirizante de que tus miedos, fueron más fuertes que tus sueños, y que pudiste haber tenido una vida más placentera, pero tú no te lo permitiste.

Recuerda: NUNCA fracasarás, solo obtendrás una experiencia muy valiosa. El éxito y el fracaso son simplemente interpretaciones o caras de una misma moneda. Si quieres tener éxito, tienes que aprender a fracasar.

JORDYS GONZÁLEZ
ConquistaTusMetas.com