La etapa de poner en marcha un negocio es exageradamente estresante. Son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta, muchas las tareas que se deben cumplir, mucha la adrenalina que corre por nuestras venas. Y uno de los aspectos que más nos pone los pelos de punta es aquel de enfrentarnos por primera vez con nuestros clientes y dejar a su consideración ese producto o servicio que con tanto esmero y cariño hemos preparado.

Ese pánico escénico puede ser un gran obstáculo para tu ilusión. Recuerda que la primera imagen es decisiva por varios factores: es la que brinda la posibilidad de establecer una conexión con tu cliente, la que determina el qué y el cómo de la relación o, mejor, la que determina si hay o no una relación. Lo que digas, lo que hagas, la manera en que te comportes, lo que proyectes, marcará el rumbo de tu negocio. No es un detalle menor, entonces.

Un webinario es la posibilidad de mantener un primer contacto con el prospecto, con esa persona que, más allá del producto o servicio que le podamos ofrecer, nos quiere conocer, quiere saber quién somos, por qué hemos llegado a la cima, cómo lo hicimos. Y si se topa con un tipo hosco, frío, distante, que no transmite las emociones y sensaciones que permiten la conexión, hasta ahí llegamos. Es un ‘cara a cara virtual’, pero con efectos en la vida real.

¿Cómo superar la prueba? Mi consejo es que seas muy auténtico, que seas tú mismo, que te muestres tal cual eres. Proyectar una imagen postiza sería un grave error y dañaría irremediablemente tu credibilidad. Nadie confía en una persona que no se ve natural, que no se presenta como es, que busca maquillar la realidad. Tú eres el experto, tú conoces tu producto o servicio, tú estás convencido de sus beneficios, tú tienes el poder del conocimiento.

Una de las mejores estrategias para dar una buena primera impresión en un seminario web y generar confianza, para romper el hielo, es mostrarte cristalino, es ofrecer lo mejor de ti. ¿Eso qué significa? No tengas miedo de revelar tus más valiosos secretos, las claves de tu éxito. Tarde o temprano, tu cliente las descubrirá, pero estará eternamente agradecido si tú mismo se las das de manera desprevenida, genuina, honesta.

Te doy un ejemplo: Shakira, una de las cantantes más populares de la última década, les cede a los medios de comunicación los derechos de una canción de su nuevo disco cuando empieza la promoción del trabajo. ¿Y sabes qué? Siempre, siempre regala la mejor, la que ella y su equipo de producción saben que va a ser un éxito. Obviamente, eso les encanta a sus fans, que como borregos corren a comprar el disco y, claro, agradecen el gesto.

Antes, cuando los negocios se hacían únicamente a través de videos o de artículos, no existía la interacción con el cliente. Por eso, principalmente, conseguir la conversión era una tarea tan difícil y tan lenta. Gracias a la irrupción de la tecnología, de los webinarios, este contacto con tu público objetivo es posible, es real, así estemos a miles de kilómetros de distancia. Estar ahí, conectados virtualmente, es una experiencia, sin duda, impactante.

El mayor grado de intimidad que se puede dar entre dos personas es estar frente a frente, cara a cara. Un escalón más abajo están los webinarios, en los que hay un cara a cara, solo que virtual, solo que sin verse, solo que a distancia. Esa, por supuesto, es una característica muy poderosa que debes utilizar a tu favor, que debes implementar en tu negocio, porque si la empleas adecuadamente te va a permitir romper el hielo y lograr la ansiada conexión.

Branding personal, branding empresarial, generación de confianza y credibilidad, posicionamiento como experto y consecución de nuevos prospectos altamente cualificados son algunos de los más importantes beneficios que se obtienen con los webinarios. Eso, siempre y cuando, se haya superado con acierto la primera prueba: aquella de romper el hielo y establecer una conexión que nos permita iniciar una relación con nuestro cliente.

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