Una de las cosas que frena a los emprendedores en sus inicios, es esperar a tener listo el producto. Hay muchos clientes, socios y amigos, que llevan uno o más años diseñando el producto, y mientras tanto no hacen ninguna otra actividad. Siempre, lo primero que debemos hacer es empezar a construir una presencia en Internet.

¿Por qué? Porque si se espera a que el producto esté desarrollado -acción que toma uno o dos años-, cuando ya esté listo, al montar el sitio web no tendremos una audiencia o un público ya fidelizado. Estaremos perdiendo tiempo, lo recomendado es comenzar con la lista desde ya.

Entre más rápido comencemos mucho mejor.  Pero, tenga en cuenta, la clave de esa lista está en que se aporte valor, mucho valor, incluso sin esperar nada a cambio, lo único que haremos es construir relaciones. Armar una lista de prospectos interesados en determinada temática es ideal, ya que cuando salga el  producto al mercado, contaremos con una serie de personas que, si les ha  aportado el valor suficiente, y hemos generado la confianza y la credibilidad correspondiente, facilitaré el trámite de la compra.

Concéntrese, paralelamente a la creación del producto, en desarrollar este tipo de presencia de contenidos a través del Internet. La forma más sencilla es a través de un blog. Un blog no es más que una colección de contenidos que se aporta a un usuario, no tienen que ser los superartículos, tienen que ser sí interesantes pero pueden ser cortos Además, tienen que ser directamente relacionados con el tema que se va a vender, es decir, con el futuro producto.

Una vez se tenga esa base de datos, y se haya construido confianza y credibilidad, es el momento indicado de comercializar el producto, antes no.

Hay mucha gente que, por ejemplo, empieza a desarrollar un producto y lo hace basándose en su propia experiencia, no pide retroalimentación del mercado, y eso es un gran error. Lo mejor que se puede hacer es pedir retroalimentación, conocer los intereses del mismo e ir desarrollando el producto de acuerdo a las necesidades que se presenten en ese nicho en concreto.

De hecho, una forma muy interesante de testear un mercado, e incluso de testear si el producto que se piensa lanzar al mercado va a tener éxito, es mediante la utilización de encuestas. Podemos hacer encuestas en el sitio web, por el estilo de «si usted tuviera la oportunidad de hacerle una pregunta a un experto en marketing y negocios por Internet, ¿cuál sería la más apremiante que tiene en este momento?». Se deja la casilla y se brinda un incentivo por llenar esa encuesta, como por ejemplo, ofrecer un reporte, un audio o un video. Todo eso, al final, va a brindar toda la inteligencia de mercado necesaria para desarrollar un mejor producto.