Buenas buenas…

¿Cómo empezó este 2018? Como lo expresé en mi mensaje de Año Nuevo, espero que sea el mejor de tu vida. Ya pasó casi una semana y, la verdad, el tiempo vuela. Por eso, soy consciente de que hay que aprovechar cada minuto. Al máximo, con el mismo entusiasmo del primero, también como si fuera el último.

Con este video, renuevo un canal de comunicación contigo. El habitual es nuestro blog, en el que a diario encuentras nuevo contenido de calidad preparado especialmente para ti. Es un camino de doble vía que, créeme, enriquece nuestra relación. También está MG La Revista, que circula el día 15 de cada mes con la mejor información para emprendedores.

Sin embargo, y aquí debo hacer un mea culpa, desde hace un tiempo tenía descuidado mi canal de Youtube. Esta es una poderosa herramienta que me permite un contacto distinto contigo. Además, me da la posibilidad de poner en práctica algo que me apasiona: hablar en público. Por eso, en este 2018 decidí reencaucharlo, para brindarte más y mejor información.

Con mi equipo de trabajo, nos hemos comprometido a hacer el mejor esfuerzo para ofrecerte contenido de calidad por esta vía al menos una vez a la semana. Esperamos que, una vez desarrollemos la dinámica, podamos aumentar la frecuencia. Lo que está claro es que primará la calidad de la información sobre la frecuencia de la publicación.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Cuando tienes libertad financiera, poco o nada puede alterar tu vida.

Esta vez, voy a hablar de un tema que a todos nos interesa, que a algunos los obsesiona: la libertad financiera. Es un concepto que muchos malinterpretan, porque lo relacionan directamente con riqueza, abundancia o prosperidad. Si tú piensas igual, déjame aclararte: estás equivocado. Sí, pero no te preocupes, porque en unos minutos habrás aclarado tus dudas.

Por lo general, creemos que la libertad financiera es la consecuencia de la abundancia, de la riqueza y de la prosperidad. Sin embargo, es exactamente al contrario: solo podemos disfrutar de esos beneficios si primero generamos una libertad financiera sólida y duradera. ¿Entiendes la diferencia, la enorme diferencia?

Cuando hablamos de libertad financiera nos referimos a la capacidad que tiene cada persona de administrar de forma efectiva y eficiente su dinero. No implica “mucho dinero”. Es decir, no necesitas ser rico para hablar de libertad financiera. No necesitas tener cuentas corrientes boyantes, ni propiedades como casas o automóviles último modelo.

Una persona puede decir que tiene libertad financiera cuando el dinero no es el problema fundamental de su vida. Repito: no porque tenga demasiado, porque le sobre la plata, como se dice popularmente, sino porque el bienestar en su vida no depende básica y exclusivamente de esta variable. En otras palabras, aunque no es rica, vive bien y es feliz.

¡Wooowww, qué diferencia! Lo que nos enseñaron, lo que siempre nos han dicho, es muy diferente. Nos dicen que necesitamos ser ricos para ser felices y que solo tenemos libertad financiera cuando acreditamos una cuenta corriente con saldo de siete cifras. ¡Y esa es una gran mentira! Afortunadamente, estás a tiempo para cambiar esa mentalidad.

Nos educaron diciéndonos que la libertad financiera era algo exótico, un privilegio de los ricos. Inclusive, nos metieron en la cabeza la idea de que solo algunas razas, algunos países, inclusive algunos signos del zodíaco o cultos religiosos, tenían acceso a ella. ¡Y esa es una gran mentira, repito! La libertad financiera está al alcance de cualquiera, a tu alcance.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Libérate de las ataduras, de los miedos y de las mentiras que nos enseñaron.

La verdad, la única verdad que debes conocer, es que la libertad financiera es el resultado del manejo que le des a tu dinero. No importa a cuánto asciendan tus ingresos: si los manejas con eficiencia y con eficacia, puedes hablar de libertad financiera. Porque, recuerda, hay muchos millonarios que son, literalmente, esclavos de su dinero.

Uno de los errores más comunes cuando hablamos de dinero es aquel de creer que hay gente más inteligente para manejar sus recursos. Las habilidades, destrezas, aptitudes y experiencias cuentan, sin duda, te dan más o menos libertad financiera, pero no te la garantizan. Para eso requieres, fundamentalmente, conocimiento y actitud.

¿Cómo así? Necesitas conocer la verdad sobre lo que el dinero significa en tu vida. Es una herramienta, una muy poderosa, pero una más de tantas que posees. Un recurso que es importante, sí, pero que por sí mismo no nos aporta tranquilidad, felicidad, no nos lleva al éxito. Por eso, más que en el dinero mismo, debemos enfocarnos en la capacidad para producirlo.

Veamos un ejemplo: tu don, tu talento, tu conocimiento y tu experiencia, se representan en que eres un gran escritor. Tus novelas son apetecidas por el público y aclamadas por la crítica. Es esa característica la que te permite generar recursos frecuentes, consistentes, esa es tu herramienta para producir el dinero que te va a brindar la libertad financiera.

¿Entiendes? Solo si logras consolidar tu capacidad de producción de dinero, a través de los recursos, dones y herramientas que posees, puedes alcanzar la libertad financiera. Esta es la secuencia verdadera, no la que nos venden, aquella que habla que la libertad financiera nos da lo que deseamos. Si comprendes esta dinámica y la aplicas, habrás dado un gran paso.

Este, sin duda, es un tema apasionante, ¿cierto? Y sé que lo que te dije choca contra varias de tus creencias, contra algunos de tus hábitos. Para que tengas tiempo de procesar esta información, de analizar tu caso, voy a dejar el tema aquí. Lo retomaré en la próxima entrega, en la que intentaré responder tus inquietudes y te daré más claves.

Espero que esta información sea valiosa para ti y, sobre todo, que te sirva para alcanzar ese propósito a veces esquivo de la libertad financiera. En la parte de debajo de la nota puedes hacer tus comentarios, que son bienvenidos y me ayudan a orientarte de una mejor forma. Por ahora, no es más. Chao, chao. Gracias por tu atención.