Hello, hello

Muchas gracias… Muchas gracias por la excelente acogida al video anterior, Muchos malinterpretan la libertad financiera, que en solo tres días registró ¡más de dos mil visualizaciones! Muchas gracias, porque tu apoyo es el mayor estímulo para ofrecerte lo mejor, porque saber que puedo ayudarte es la razón por la que me levanto cada día.

Muy interesante el tema de la libertad financiera, ¿cierto? Especialmente, porque hay mucha confusión surgida de malas interpretaciones y también de hábitos acuñados hace tiempo. Antes de profundizar un poco, creo que vale la pena hacer una recopilación de los conceptos más importantes. Para que no se olviden, para que queden claros. Veamos:

Primero: la libertad financiera nada tiene que ver con riqueza, abundancia o prosperidad. Segundo: la libertad financiera NO es la consecuencia de estos beneficios, sino su causa. Tercero: la libertad financiera no implica poseer mucho dinero, no nos exige ser ricos. Cuarto: libertad financiera es administrar tu dinero de forma eficiente y efectiva.

Otro concepto que no puedes olvidar: la libertad financiera no es un privilegio de los ricos, de algunas familias, de una clase social. Es algo que está al alcance de cualquiera, ¡a tu alcance! Para generarla, además, debes enfocarte en el conocimiento y las habilidades que te permiten producirla. De ellas, precisamente, vamos a hablar en seguida.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Que tu felicidad y tu bienestar no dependan del dinero: eso es libertad financiera.

La capacidad de producción de una persona está determinada por algo que sabe hacer muy bien. Un tema del que posee un conocimiento superior al promedio y del que puede acreditar una experiencia positiva. Pero, mucho más importante que lo anterior, un tema que sea del interés del mercado, que apunte a solucionar un problema que aqueja a otros.

En otras palabras, algo que se pueda vender, algo por lo que el mercado esté dispuesto a pagar un precio. Sin embargo, eso no es suficiente: para que ese ALGO te dé la libertad financiera que pretendes, debe estar conectado con tu pasión, con tus valores. Eso significa que ese producto que te va a permitir cumplir tus sueños eres TÚ, tú mismo.

Uno de los errores más comunes es pensar que tu subsistencia depende de un empleo, de un salario, de un negocio, de un contrato. No te equivoques: ¡todo eso es contrario a la libertad financiera! Tu subsistencia y tu libertad financiera están determinadas por lo que inviertes en ti mismo, por el producto que eres capaz de fabricar a lo largo de tu vida.

¿Reparaste en un detalle? Según lo que te acabo de decir, la libertad financiera es una construcción. Es decir, se trata de un proceso, del resultado de tus acciones y de tus decisiones. ¡No es azar, no es un golpe de suerte, no es magia! Tú, y solo tú, eres el responsable de que en tu vida haya libertad financiera o, claro, de que no la haya.

Para que tu capacidad de producción te permita sustentar la libertad financiera que deseas, debes ser distinto. Si eres igual a lo que hay en el mercado, ¿por qué la gente debería comprarte a ti? Sé auténtico, apela a aquello que te hace único y especial y ponlo al servicio de otros. Pronto te darás cuenta de que los beneficios llegan solos.

Eso quiere decir que necesitas conocer muy bien quién eres, qué quieres, qué es lo que en realidad te impulsa. Debes identificar los dones y virtudes que posees, las habilidades que te permiten distinguirte y que, sobre todo, te brindan satisfacción con lo que haces. Si esa capacidad de producción no está conectada con tu pasión, no te dará libertad financiera.

Mercadeo Global - Álvaro Mendoza

Si en algún momento dejas de invertir en ti, tu capacidad de producción se estancará.

Recuerda algo muy importante: no es el dinero lo que te interesa, sino, precisamente, que tu bienestar y tu felicidad no dependan del dinero. ¡Eso es libertad financiera! Por eso mismo, necesitas aprender a desarrollar las habilidades que te permiten relacionarte con otros. Sí, establecer vínculos a través de los cuales puedas intercambiar beneficios.

La capacidad de producción, como lo dije antes, es un proceso que no termina nunca. Más bien, se renueva, se complementa, se enriquece con nuevas experiencias, con nuevos conocimientos, de la interacción con otros. Por lo tanto, para que ese proceso no se detenga, debes invertir en él tiempo, dinero y esfuerzo. Solo así lo multiplicarás.

Si en algún momento dejas de invertir en ti, te estancarás. Tu capacidad de producción se estancará y esos diferenciales que te hacen alguien único y atractivo para el mercado van a desaparecer. Repito algo que debes entender sin duda alguna: la capacidad de producción que te brinda libertad financiera es fruto de tus acciones y de tus decisiones.

Hasta aquí llegamos por hoy. Si no lo viste, te invito a que observes el primer video, haciendo clic en enlace que está en la parte inferior, en la transcripción. Te invito, también, a que reflexiones, a que hagas un análisis honesto para descubrir por qué no consigues esa libertad financiera que anhelas. Y, claro, para que comiences a actuar YA.

No olvides dejar tus comentarios en la parte inferior, que son una retroalimentación muy valiosa para mí y para mi equipo de trabajo. Es la información que nos sirve para saber qué te interesa, cómo te podemos ayudar. Y, si te gustó este video y crees que puede servirles a otros, por favor, compártelo. Que tengas un buen fin de semana…

Chao, chao…