Hace unas semanas, de regreso a casa después de un largo viaje, salí a comer con mi familia a un sitio que les encanta a mis hijas porque la comida es muy buena. Especialmente, el final de la comida, es decir, el turno del postre. Para ellas, el plato principal es una especie de proceso antes de lo que más les gusta y esa ocasión viví una experiencia que me hizo pensar en una pregunta que frecuentemente me formulan mis clientes.

Cuando se acercó la camarera a averiguar si íbamos a pedir algún postre, una de las niñas tomó la delantera y preguntó si había helado y flan de caramelo, sus opciones preferidas, y le respondieron que los dos. “No puedo escoger, no quiero escoger; tráeme un poquito de cada uno”. Aunque procuro ser estricto con ellas en cuando a la ingesta de ese tipo de alimentos, que no los consuman en exceso, su respuesta me dejó sin argumentos y lo aprobé.

Al rato, ya en casa, mientras organizaba mis cosas para el trabajo del día siguiente, caí en cuenta de que era la misma situación a la que muchos de mis clientes, quizás tú, se enfrentan cuando están en la etapa inicial de su emprendimiento. ¿En qué sentido? En que muchas veces no saben qué opción es la más adecuada, si empezar a escribir un blog o montar una página web, si es necesario usar las dos herramientas, si son antagónicas.

Ambas son fundamentales en la estrategia de marketing, son complementarias y, como en el caso de mi hija, no hay porqué escoger. Lo que debes entender es que se trata de medios distintos, que cumplen objetivos distintos, que brindan resultados distintos. De hecho, tú estás leyendo una nota publicada en mi blog que se encuentra incluido en mi página web y que es parte importante de mis estrategias de marketing.

La página web es vital para tu posicionamiento: que la gente sepa quién eres, que haces, qué tienes para ofrecer. Además, existe una razón obvia: si tu deseo es hacer negocios por internet, necesitas estar en internet y la forma más elemental de cumplir este objetivo es con una web. Lo que necesitas para desarrollar tus estrategias de marketing, capturar tus clientes y concretar tus ventas se reúne allí, en ese mágico mundo virtual.

Uno de los valores más importantes de la página web es que soporta las demás herramientas que sirven para cumplir tus objetivos: a través de ella mantienes contacto directo con tus prospectos y tus clientes, te enlazas con las redes sociales (vitales hoy en día) y, lo más importante, compartes y recibes información. La información relacionada con tus clientes y la información por la que tus clientes te eligen a ti y no a tu competencia.

Y es aquí, justamente, donde entra en juego el blog. El blog es la mejor herramienta para brindarle contenido de calidad a tu cliente, para consolidar tu posicionamiento como emprendedor y para diferenciarte de la competencia. Puede complementarlo con imágenes, con videos, con audios, con infografías, con enlaces a tus otras plataformas o a notas anteriores que están relacionadas. Es, en fin, un escenario muy variado, muy versátil.

Un blog es una herramienta muy poderosa, siempre y cuando se utilice bien. No se trata de publicar por publicar, de montar notas para que la gente sepa que continúas ahí. Si el contenido no es de calidad, es peor que no tenerlo, porque generará un efecto negativo en tu imagen y tarde o temprano perjudicará tu negocio. Pero, atención: sin un blog, la intención de ofrecerles a tus clientes un contenido de calidad quedará truncada.

Si tienes una página web, pero no cuentas con un blog, no solo no podrás publicar contenido de calidad, sino que será más difícil asegurar la permanencia de tus clientes, su fidelidad. ¿Por qué? Porque una vez que el prospecto toma la decisión de compra (sí o no), si no tiene más motivos para estar ligado a ti, desaparecerá como por arte de magia. Seguramente, se irá a donde le entreguen más, a donde se le valore más.

Volviendo a la situación que dio motivo a mi reflexión, en tu caso no es posible elegir el postre: tienes que comerte los dos. Necesitas la página web como soporte de tu negocio y el blog es una herramienta vital para el desarrollo del mismo, para la comunicación con tus clientes y su fidelización; brinda confianza y te da credibilidad. Entonces, no hay opción de elegir.

Hace unos años, cuando ya las páginas web eran una herramienta importante para los emprendedores digitales, aparecieron los blogs como una ventana a la opinión libre, por fuera de los medios de comunicación. Hoy, sin embargo, no solo son aliados incondicionales, sino también inseparables: un matrimonio indisoluble. Si quieres que tu negocio engorde, no hay más remedio: ¡A comer doble postre!…