– ¿Cuál es el mínimo de dinero que se tiene que invertir para realizar un emprendimiento en Internet?
– ¿Cómo iniciar desde cero la venta de productos en Internet?
– ¿Cuánto necesito para crear mi propia página web?
– ¿Hay posibilidades de comenzar con otras formas?

Sin duda, considero que son algunas de las preguntas más frecuentes que todos los nuevos emprendedores en Internet se están haciendo, así que voy a tratar de dar respuesta a estas preguntas en este artículo.

Empecemos con la primera. ¿Cuál es el mínimo de dinero que tengo que invertir para realizar un emprendimiento en Internet?

Básicamente, la única persona que tiene esa respuesta es usted. ¿Por qué? Porque usted es el único que sabe cuáles son las características técnicas que requiere su sitio Web para que su emprendimiento sea efectivo. Usted es la única persona que sabe cuáles son los recursos humanos que usted necesita para operar su sitio Web. Usted es la única persona que sabe cuál es el producto o servicio que está tratando de comercializar en Internet, la infraestructura humana, técnica, que necesita para llevar a cabo su emprendimiento.

Sin embargo, si usted hace una especie de comparación entre lo que es crear una empresa en Internet versus la creación de una empresa fuera de Internet, obviamente las ventajas de una empresa por Internet son enormes. Enormes desde todo punto de vista, pero desde el punto de vista económico, es muy, muy sencillo iniciarlo. Registrar un dominio cuesta diez dólares al año. Tener un hospedaje Web, sin ninguna especificación técnica del otro mundo, puede costar alrededor de diez, quince dólares al mes. Tener una empresa que le gestione sus auto-respondedores, cuesta alrededor de veinte dólares al mes. De manera que si se pone a sumar todo esto, pueden ser gastos fijos al mes de cincuenta dólares, cien dólares. Y en la medida en que usted vaya creciendo, va a tener ciertos requerimientos técnicos más potentes.

Yo le doy mi caso en particular, cuando yo inicié en 1998, incluso en esa época era muy difícil que ofrecieran cuentas gratuitas. Creo que la primera cuenta me la dieron era de 1 MB. En 1MB de espacio, pues uno hacía maravillas en esa época. Hoy no me alcanzaría para montar absolutamente nada.

Nosotros empezamos con un servidor compartido, que se pagaba muchísimo más en esa época que lo que se paga hoy por un servidor compartido. Como le digo, hoy encuentra usted empresas de hosting que le prestan el servicio por cinco dólares, diez dólares, en servidores buenos y relativamente poderosos.
Después hemos tenido que ir evolucionando en la medida que hemos tenido más público, más tráfico, más ventas, más descargas, más ancho de banda y, simplemente, la tecnología nos permite ir avanzando poco a poco.

De ahí pasamos a lo que se conoce como un VPS, o un servidor virtual privado, que es básicamente un servidor compartido, pero no es compartido con tanta gente, como es un servidor compartido en donde puede haber cien, doscientas personas hospedadas. En este, generalmente son cuatro o cinco clientes. Obviamente, ellos pueden tener más dominios ahí.

Y después tuvimos que pasar a un servidor dedicado, un servidor dedicado, no tampoco de lo último de lo último, pero después superamos la barrera de ese servidor, y ahora pasamos a otro servidor dedicado con unas especificaciones técnicas que jamás imaginé realmente que fuéramos a llegar. Hoy tenemos cuatro procesadores de 3GB de velocidad, con 4 GB de memoria, 2 discos duros, una central de base de datos bastante compleja, todas las aplicaciones de email nos las manejan dos empresas diferentes.

De manera que lo importante, para no desvirtuarme un poco de la pregunta que es «¿Qué tengo que invertir para iniciar?», realmente la inversión es muy baja. Lo bueno es que todos estos sistemas en Internet, son absolutamente escalables. Uno puede empezar con una configuración bastante baja, con un servidor compartido de diez, quince dólares al mes, y en la medida en que las necesidades lo requieren, usted va a incrementando la capacidad de sus servidores o de las diferentes aplicaciones que llegue a necesitar.

Sin embargo, todo sigue siendo perfectamente válido. Si usted compara el costo de montar un negocio por Internet, y lo compara con el costo de montarlo fuera de Internet, básicamente no hay punto de comparación. De manera que si usted está como en el filo de decir «Será que invierto, no invierto…», el costo no debería ser un factor para tomar esta decisión. O sea, si usted no tiene cincuenta, cien dólares mensuales para iniciar un negocio, es mejor que no lo inicie. Le soy sincero, no lo inicie. Si uno no puede invertir para hacer crecer un negocio, es mejor no hacer ningún tipo de inversión.

Ahora, si lo que usted quiere hacer es un hobby o testear, es muy diferente. Si esa es su idea, perfectamente lo puede hacer. Existen servidores de hosting gratuitos, y ahí puede familiarizarse un poco con los aspectos técnicos de Internet. Puede familiarizarse con la creación y subida de páginas Web, o de blogs o de gestores de contenidos, etc. De manera que es buena práctica.

Pero si usted realmente quiere hacer un negocio en Internet y que sea algo que crezca, pues tiene que hacer una mínima inversión en un comienzo. Y sobre todo, si usted es un emprendedor, una sola persona la que está tratando de montar esta empresa, tendrá que invertir mucho de su tiempo. En mi caso el tiempo es muy valioso e, incluso, a veces es mucho más valioso que cualquier otra cosa. Pero estas etapas de aprendizaje son ideales, sobre todo si usted está haciendo una cosa con pasión.

Entonces, mi sugerencia es: déjese de tanta teoría, déjese de leer, leer y leer y pase a la práctica. Monte su primer sitio Web, monte su primer blog, familiarícese con este medio y poco a poco irá creciendo, si y solo si, si tiene la constancia, la perseverancia y el foco. Es decir, que no se ande desconcentrando, como hacen muchos que pasan de una oportunidad de negocio a otra, y de una oportunidad de negocio a otra. No. Concéntrese en uno y un solo tema,  o en uno y un solo proyecto, y sáquelo adelante.