Debo confesarles algo. Este texto NO pensaba a utilizarlo para el Newsletter.
Lo había reservado para enviárselo a todos aquellos que mandaron a pedir información sobre mi último libro.

Cuándo días atrás les envié una nota de agradecimiento por su atención y como regalo este cuento maravilloso ocurrió algo extraño -y absolutamente inesperado-.

Cientos (y lo digo literalmente) de emails empezaron a taponar mi cuenta de correo diciéndome:

«Gracias !!, necesitaba esto»;
«Maravilloso, el mejor regalo de Navidad que podía esperar»;
«Increíble…llegó cuando más lo necesitaba» 

y otros tantos mensajes por el estilo.

Allí tomé conciencia de algo (lo sabía, pero me asustó el nivel de la confirmación)…este debe haber sido un año MUY DURO para TODOS, ya que esta historia trata sobre la autoestima y sin duda muchos la teníamos caída.

Vaya ahora la historia que tanto impacto ha causado y agregaré algunos comentarios míos al final:

¿Cuánto Vale un Billete de 50 dólares?

Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.

Deprimido descargó en ella sus angustias…que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación…todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:

– Alfredo, quieres este billete ?

Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:

– Claro Marisa…son 50 dólares, quién no los querría ?

Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:

– Y ahora igual lo quieres ?

– Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.

Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.

– Lo sigues queriendo ?

– Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva todo su valor…

– Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido…lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.

Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.

Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

– Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal…pero me debes un billete NUEVO de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite !!

Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó con su atractivo andar con rumbo a la puerta.

Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mozo para pagar la cuenta…

…»

En el fondo tengo un pequeño malestar con la historia de Alfredo y Marisa. Siempre me queda la sensación que quizás no logro transmitir el verdadero significado del mensaje.

– Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente MERECEMOS MAS y que PODEMOS CONSEGUIRLO si nos lo proponemos ?

Claro que el mero propósito no alcanza…se requiere de la ACCION para lograr los beneficios.

Yo se que se puede y que existen innumerables caminos para conseguirlo. Espero que muy pronto podamos recorrerlos juntos (para ello sólo te basta con tomar tu decisión de hacerlo).

Que TODOS aprendamos a desarrollar nuestras potencialidades.