Frecuentemente la gente me comenta que quiere ser independiente, que quiere empezar su propio negocio. Es como un virus que de vez en cuando lo ataca a uno, de repente se levanta y dice, voy a dejar mi empleo y seré independiente.  Usualmente las razones que damos son: estoy cansado de mi jefe, quiero pasar más tiempo con mi familia, quiero ganar más dinero y cosas así.

 

Para ser empresario se debe tener vocación, usualmente el emprendedor trabaja al principio muchas más horas que las que trabajaba cuando era empleado, el tiempo con la familia se reduce y el jefe que tiene ahora es peor que el que tenía, porque cuando uno es su propio jefe, por lo general, es mucho más exigente, impaciente y hasta neurótico.

 

Por eso cuando alguien me dice que quiere empezar un negocio, yo le digo hágalo, pero piense muy bien si usted es de esas personas que prefieren trabajar de 9 de la mañana a 5 de la tarde, descansar sábados y domingos, y recibir un cheque cada dos semanas cumplidamente. Hay seres humanos a quienes les gusta la seguridad, hay otros a quienes les gusta el riesgo, y es que ser empresario involucra un grado de riesgo que en la medida en que usted planifique bien su negocio, se va reduciendo.

 

Para analizar un poco los negocios que usted debe considerar, lo primero es hacer un análisis de tres aspectos, lo que me gusta hacer, lo que sé hacer y lo que la gente quiere.

 

Si usted escribió en un papel todas las cosas que le gusta hacer, va a encontrar negocios por los cuales usted siente afinidad. Digamos, si a usted le encanta cocinar, seguramente leerá libros de cocina, verá el Food Channel y desde luego gozará en un buen restaurante. Seguramente en esa lista usted pondrá todas las actividades que ama, que se apasiona por ellas.

 

Ahora haga otra lista de las cosas para las cuales usted está preparado o hace bien. Por ejemplo, usted es un experto en alguna actividad, hobbie o tiene conocimientos en algún tema o habilidades como la cocina, las artes manuales, etc.

 

Y por último haga una lista de los negocios que usted considera que son negocios rentables, de futuro, demanda, crecimiento, etc.

 

Si usted compara las tres listas irán apareciendo negocios que coinciden en las tres, otros que están más arriba de la lista que los demás. En ese momento usted tendrá la capacidad de analizar opciones, quizá dos o tres, y así empezar a escoger su negocio.

 

Una vez tenga claras estas opciones, usted debe tener en cuenta las mismas razones que lo llevaron a hacer la lista. De estos negocios cuál me apasiona, cuál me enamora o me puedo enamorar de él. Cuál de ellos conozco bien, soy un experto o puedo aprender rápidamente o conseguir asesoría. Y por último haga un análisis del potencial del negocio.

 

Analice si el negocio o negocios que está considerando tienen futuro, si la demanda es creciente, si hay dificultad para realizarlo, si usted puede controlar los precios, si hay competencia y de qué tamaño, si hay mercado y dónde podría desarrollar ese negocio.

 

Analizados estos aspectos podrá ir depurando la lista de selección y apuntarle a uno o dos de ellos y así hacer un análisis más profundo.

 

Nunca, repito, nunca empiece un negocio con la única consideración de que el negocio es rentable. Si usted no lo conoce o no le gusta, por más rentable que sea, lo más seguro es que fracase. Recuerde que en un principio los negocios son como los matrimonios, usted pasa en ellos más que con su esposa o esposo, si usted no está enamorado del negocio, estar 10 ó 12 horas en él, será una tortura.

 

Si usted se divierte haciendo lo que hace, si lo que siente es pasión, esa pasión la va a trasladar a sus empleados y a sus clientes, esa energía es la que hará que su negocio prospere. Si a usted lo único que lo motiva es el sonido de las monedas o contar los billetes, la motivación durará hasta que el dinero fluya, el día de una dificultad usted perderá toda motivación y terminará abandonando su emprendimiento.

 

En el próximo artículo le estaré hablando de los tipos de negocios más a fondo y la estrategia que se debe seguir para seleccionarlo.

 

Y recuerde que el éxito está destinado sólo para aquellos que han decidido alcanzarlo.

Luis Eduardo Barón

Autor de «Las Claves Secretas de Un Negocio Millonario»