Contrario a lo que el común de la gente piensa, el grupo más grande de emprendedores no está en el segmento de personas menores de 50 años, sí, aunque usted no lo crea; la Fundación Kauffman registra que el grupo que más ha empezado nuevos emprendimientos durante la última década es el segmento entre los 55 y 64 años.

 

He oído a muchos de mis lectores decir, “estoy muy viejo para empezar mi propio negocio” y a otros pensar que por el hecho de haber perdido el trabajo están mayores para comenzar un emprendimiento. Millones de personas en los últimos años han perdido sus empleos a causa de la recesión, para muchos, fue un golpe duro que los ha llevado a sacrificar muchas cosas en sus vidas, pero para otros fue una oportunidad de hacer lo que no habían podido hacer antes.

 

La gente llega a un nivel de confort que impide que pueda mirar nuevas alternativas. Recibir el cheque semanalmente es atractivo y brinda mucha seguridad, pero en los momentos que se vivieron y que se siguen viviendo a causa de la economía, ese cheque puede dejar de recibirse en cualquier momento, por eso debemos estar preparados con otras fuentes alternativas de ingresos.

 

Ser emprendedor, es ser un “inventor” de empresas, una persona visionaria que ve más allá de lo que el común de la gente ve. Un emprendedor es el que ve una oportunidad en cada dificultad, el que no se queda llorando ante la adversidad sino que evalúa sus posibilidades y construye de las mismas.

 

Cuando en las noticias alguien dice que inventaron los televisores de tres dimensiones, el emprendedor es el que se pregunta quién va elaborar las gafas para verlos, el que si dicen que sale al mercado un iPad está viendo cómo fabricar el forro para protegerlo, las aplicaciones, y tantos periféricos que va a necesitar el nuevo dispositivo.  Es el que ve que falta una tienda para vender algún bien de consumo en un nuevo vecindario, es el que llega primero con una solución a una necesidad.

 

Yo sé que usted, tiene en su sangre ese espíritu emprendedor, pero siempre tiene el miedo que lo paraliza para poder dar ese paso adelante. Si usted antes de entrar a una habitación oscura tiene la posibilidad de prender la luz no tendría miedo de ingresar a ella, pero si por el contrario lo hace con la luz apagada seguramente tendrá dudas por temor a tropezarse o no de saber en qué sitio se está metiendo. Eso es precisamente lo que ocurre cuando usted va a empezar un negocio, usted le tiene miedo al fracaso, así que si logra minimizar los riesgos, “prender la luz”, usted ganará confianza y sus temores se van a reducir.

 

Seguro que se estará preguntando, y ¿cómo minimizo el riesgo?  Nueve de 10 negocios van a la bancarrota antes de 5 años. El problema no es que esos negocios hubieran planeado su fracaso, ninguno de ellos dijo… estaré en bancarrota en un año y medio, o cerraré en tres meses. El problema es que no planearon su éxito, no escribieron una hoja de ruta, un plan de negocios que les mostrara su futuro. Si usted quiere tener un negocio exitoso debe planificarlo, estudiar todos los detalles del mismo y planificar su éxito.

 

Nadie empieza un viaje sin saber a dónde va, sin mirar un mapa o usar un GPS que le ayude a planificar la ruta. Si usted no sabe para dónde va no sabe cuánto camino le falta para llegar y lo peor, no sabe si ya llegó. Recuerde que si usted no tiene ni idea para dónde va cualquier camino le sirve y por lo general toma el equivocado.

 

El próximo mes, hablaremos de cómo escoger un negocio exitoso, por lo pronto le dejo de tarea que escriba en un papel las 10 cosas que a usted más le gusta hacer.

 

Recuerde que la vida se improvisa, pero el éxito se programa.

 

Luis  Eduardo Barón
LasClavesSecretas.com