Sé que esto va a sorprender a más de uno porque existe un hecho muy curioso que es que la gente siempre está esperando a que yo los bombardee con técnicas, con ideas, con conceptos, estrategias para sentir que una consultoría conmigo vale la pena, o igual cuando se trata de un libro, cuando lo leen dicen:

“Aquí sólo me están hablando de un par de técnicas cuando yo estaba esperando a que me dieran CIEN.”

Yo creo que esto es un error porque en la práctica prefiero que la gente tome UNA sola buena idea y la pongan a trabajar en su máximo potencial, se conviertan en expertos en esa técnica y le saquen el máximo jugo posible antes de iniciar con la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta técnica.

Lo que generalmente sorprende mucho a la gente es que las ideas de Marketing que realmente nos llevan al éxito son esas ideas tan sencillas, no solamente de comprender sino de implementar, que la gente, por la misma sencillez de las mismas, les da poco valor y no las aplica.

Tristemente dichos emprendedores lo que desean es que les dé es una gran cantidad de información, de técnicas y estrategias para embarullarse a sí mismos y al final no aplicar ninguna de ellas.

La impaciencia. Otro factor que juega en contra del éxito.

La impaciencia de los emprendedores los lleva a saltar de un lado al otro, de concepto en concepto, de una terminología de moda a otra sin llegar a la completa aplicación de tan sólo una.

¿Cuáles van a ser los resultados de esta práctica?

Sencillo, nunca van a obtener resultados duraderos a largo plazo, a lo sumo, lo que obtendrán serán resultados temporales, si acaso los obtienen.

Entonces no me cansaré de repetir esto:

“Los mayores éxitos se dan cuando tú tomas una idea que es simple, te concentras en implementarla y explotarla al máximo.”

Una vez que te concentres en un sólo concepto a la vez, un concepto que sea poderoso e inviertas todo el tiempo necesario en validarlo y aplicarlo a tu propio negocio, podrás perpetuarlo y repetirlo una y otra vez y crear múltiples fuentes de ingreso.